Capitulo 01: Qué sucedió?

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El despertador suena y suena, pero no quiero levantarme y apagarlo... incluso la luz ya está empezado a colarse por los espacios que las cortinas no llegan a cubrir, y aunque no pude pegar un ojo en todo la noche, no me siento con sueño, pero si siento mi cuerpo pesado.

Mis ojos viajan a través de la habitación, ya está lo suficiente claro para que pueda mirar y distinguir fácilmente los objetos, aun así, el distinguir objetos en la oscuridad no es tan difícil para mí, puedo ver bien su forma aunque no los detalles como cuando está iluminado, pero definitivamente "mi vista nocturna" es mucho mejor que la de mis amigos. Pronto mis ojos quedan parados observando el calendario que hay sobre la mesita de noche ubicada junto a mi cama, el día de hoy está marcado con un círculo rojo y con el dibujo de un pequeño pastel aun lado... No lo eh olvidado... el día de hoy es imposible para mi olvidadlo.

Sin casi fuerza me siento en la cama y apago el despertador, con mucha menos gana, me levanto de la cama.

Mi cuarto es grande, no puedo quejarme de eso, tiene un gran ventanal que da hacia un balcón, también cuento con varios muebles y una cama muy cómoda, para los días calurosos cuento con un aire acondicionado que me mantiene fresco y el lugar es algo cálido en el invierno.

Camine a paso lento hasta el ropero, pues debía buscar algo de ropa para cambiarme y bajar, obviamente, no podía hacerlo únicamente vistiendo un short que suelo usar para dormir. Tras mi corta búsqueda por alguna prenda logro obtener un buzo obscuro y un pantalón gris. No tardó mucho en ponerme las prendas y mirarme al espejo de tamaño "cuerpo entero", que está en la puerta del mueble.

Mis cabellos castaños están algo desorientados y rebeldes gracias a la almohada y mi terquedad por no querer dormir en una sola posición, mis grandes ojos dorados tienen un pequeño brillo, incluso yo puedo notarlo, pese a todo lo que debieron haber visto ellos siguen con ese brillo, pues en estos 5 años no los eh visto cambiar. Siempre me pregunto si ese característico brillo de emoción y fortaleza estuvieron allí, o simplemente aparecieron luego del "accidente"... por lo visto, nunca lo sabré, solo será una pregunta de las tantas que no tendrán respuesta.

-"Eren ya estas despierto", el sonido de golpecitos en la puerta y la voz dulce y suave como la voz de una madre, que resuena desde el otro lado de la madera me hacen salir de mis pensamientos

-"Si" respondo antes de apartar mi mirada del espejo, la persona que soy ahora, no sé si es diferente o igual a la de antes, pero desde hace un tiempo deje de preocuparme por ello

Ya caminando normalmente me dirijo a la puerta de la habitación, cuando giro la perilla y abro la puerta me encuentro con una chica, su cabello negro esta suelto y es corto, pese a que no hace mucho frió, una bufanda de color rojo rodea su cuello y sus ojos grises casi negros me miran atentamente.

-"Feliz cumpleaños" me felicita con una pequeña sonrisa, yo solo sonrió y me rasco la cabeza

-"Ah... era hoy, jajaja me había olvidado completamente" finjo no recordarlo, pero ella enseguida se da cuenta de mi mentira, su rostro serio lo demuestra, sabe muy bien cuando miento y cuando digo la verdad

-"Tienes ojeras debajo de los ojos, ¿no pudiste dormir bien?" ella toca con su mano mi mejilla para luego con el dedo acariciar suavemente debajo de mis ojos

Aquel gesto me llena de vergüenza y sin pensarlo mucho aparto su mano, -"No hagas cosas como esas Mikasa" le digo enojado, pero ella simplemente me ignora

Tras un suspiro me hago paso hacia el baño.

En realidad hoy no es mi cumpleaños, para ser honestos ni yo mismo se cuándo es... cuando era pequeño fui encontrado a las orillas de un río por dos niños, una chica y un chico. Yo estaba inconsciente cuando ellos me encontraron, por lo que no se con exactitud qué fue lo que paso, lo único que sé, es que, cuando abrí los ojos estaba siendo llevado en la espalda de una niña, la luz molestaba un poco mis ojos y mi cabeza dolía horrores, llevaba una camisa más grande que mi cuerpo y un pantalón de mi talla, ambas prendas estaban empapadas y podía sentir claramente como pesaban y como las gotas caían al suelo. Además tanto la camisa como el pantalón estaban llenos de rasguños, cortadas y manchadas de rojo, en especial la camisa, la cual en el medio tenía un pequeño agujero que atravesaba la prenda. Pero aun así no sentía ningún dolor en mi cuerpo, solo la cabeza.

Estaré a tu lado una vez másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora