Capitulo 2: DÍA DE SUERTE.-

182 11 3
                                    



♫Recuerdos infinitos, Llevamos en el alma los dos; Y nuestra melodía, No deja de escucharse jamás♫♫
El día que tanto espero a llegado
te he conocido y estas a mi lado;
ahora sé que si existe el amor
aunque también existe el riesgo del dolor.......



Mis piernas no daban señales de querer caminar, mis labios estaban completamente sellados, yo quería responder pero solo atine a mover la cabeza positivamente, desvíe la mirada, no podía sostenerla por completo, agache la cabeza tratando de evitar el contacto visual, pero él se acerco demasiado a mi y me alzo el mentón obligándome a verle, -se encuentra bien?- me pregunto en idioma coreano, sus ojos estaban postrados sobre los míos, me quede sin aliento y no podía respirar, apenas con voz bajita logre responderle –si, me encuentro bien- le dije sin quitarle la vista de encima, bajo su mano lentamente, -disculpe que lo haya molestado, pero me pareció escuchar una canción que se me hez conocida- me dijo sonriendo, -ah .. si...- le dije nerviosamente, el agacho la mirada apenado, mi cabeza no podía pensar, las piernas comenzaban a tambalearse, corrí hacia una de las maletas y por pura inercia saque una libreta y un bolígrafo, tenía tantas ganas de pedirle un autógrafo, me acerque a él e incline un poco la cabeza suplicando por su autógrafo, acepto dármelo, tomo mi bolígrafo con delicadeza, y comenzó a plasmar su firma en el papel, lo observe, sus manos eran grandes y sus dedos largos, su mirada era determinante y su escritura firme y moldeada, era realmente preciosa, sonreí cuando me entrego el papel y lo admiraba,- escribe muy legible y bonito- le dije sin querer, de hecho no sabía que decir, me sonrío sorpresivamente, - te noto un poco presionado, no me hables de usted que me haces sentir mayor, ¿Qué edad tienes?- me dijo dudoso, mi vista volvió a posarse sobre él para responder a su pregunta- tengo 22 años- le dije sonriendo, -vaya, casi somos de la misma edad, bienvenido a Japón, hyung- me dice con voz bajita, cubrí mi boca con ambas manos, baje la mirada muy apenado, me sentía en otra dimensión y posiblemente estaba perdiendo la oportunidad de mi vida, tenía que reaccionar rápido o él pronto se iría, - muchas gracias, venir a Tokio no fue una mala idea- le respondí muy apenado mientras me quitaba una cadena del cuello, se la acerque lentamente se la di como muestra de mi admiración, -espero que algún día pueda ponérsela, nada me haría más feliz que eso- le dije sonriendo ante su inesperado rostro de sorpresa, le acerque la cadena y la deposité en su mano izquierda, puedo jurar que estaba un poco nervioso ante tal acto, sostuvo la cadena entre su mano, la observo inmerso en sus pensamientos, ¿Qué estaría pensando en ese momento?, ¿sería algún recuerdo? ¿sería que lo había incomodado?¿sería yo su pensamiento? Pff esos momentos fueron así de incómodos, me miro con gran gratitud mientras yo tenía una sonrisa nerviosa en el rostro, sus pensamientos posiblemente fueron interrumpidos por una llamada telefónica, -espera..- me dijo antes de alejarse un poco, suspire mientras se alejaba, sentía que no podía respirar mientras el estuviera ahí , frote mis manos que estaban congeladas, mire hacia todos lados intentando buscar a Heechul para que me auxiliara, pero el no aparecía por ningún lado, de nueva cuenta, YoungWoon se acercó a mi mientras guardaba su celular entre su chamarra, metió la mano en su bolsillo izquierdo del pantalón, -tengo que irme ahora, fue un gusto conocerte, ¿Cómo te llamas querido fan?- me dijo sonriendo ampliamente, P..pa.Park Jungsoo - le dije débilmente, -mucho gusto Jungsoo Hyung, como muestra de su amabilidad quiero regalarle este boleto de un concierto que daré en Tokio dome, espero contar con su presencia este sábado, estaré trabajando muy duro para dar buenos resultados- me dice extendiéndome el boleto, mire el boleto mientras la mitad estaba sostenido por él y la otra mitad por mi, era un sueño, un sueño hecho realidad, apenas y pude articular un espontaneo –gracias- , -fue un gusto conocerle, y bienvenido de nuevo a Japón- me dice mientras se despide de mi con una reverencia, cosa que yo hago lo mismo, lo vi alejarse, iba de espalda y tenía un porte y presencia imponente, era dulce, extraño pero dulce, estaba regocijando de felicidad, lo había conocido, en un aeropuerto, en Tokio, estuvo parado frente a mi, me sonrió, suspire varias veces y me deje caer en uno de los bancos de espera que tenía el aeropuerto, nada me hacía más feliz, absolutamente nada, venir a Japón de eso nunca me arrepentiría.
-Dónde estabas metido?- le recriminaba a Heechul en un coreano agresivo, el taxista volteo a mirarme por el retrovisor, así que tuve que bajar mi tonalidad,- tranquilo, solo fuimos a conocer el aeropuerto, gigantes los aviones- me dice sonriendo mi amigo, bueno, no es que estuviera molesto porque me haya dejado solo, ni tan poco porque me haya dejado solo para bajar sus maletas, sino porque se aparto en el momento que más lo necesitaba, quizás con el ahí presente hubiéramos retenido más tiempo a YoungWoon, llegamos a la casa mencionada en los documentos de intercambio, la familia japonesa nos recibió con entusiasmo y nos mostro las habitaciones, la pequeña casa era pintoresca y familiar, tenía un ambiente amigable, la señora Yamamoto era muy considerada, y su esposo cauteloso pero igual forma amigable, subimos a nuestras habitaciones para desempacar, Heechul me contaba de sus planes de encontrar un trabajo de medio tiempo y salir a buscar los fines de semana el lugar donde Siwon grababa, estaba muy loco de remate, y se ponía paranoico cuando pensaba en sus planes, yo no le conté acerca de lo que había pasado en el aeropuerto, pero estoy seguro que el lo sabía con exactitud y por eso no llegó a mi en el momento indicado.
Al otro día a muy temprana hora, la señora Yamamoto preparo el desayuno y dijo que nos enseñaría como llegar hasta la universidad, nos vestimos con el uniforme, tomamos nuestro maletín y acudimos a la dichosa universidad, las instalaciones eran diferentes a las de la universidad de Seúl, ahí todo estaba más equipado, los alumnos eran muy extraños, inmiscuidos demasiado en sus estudios, tanto que no les queda tiempo para inmiscuirse en su vida, era difícil llegar de intercambio, nadie te habla y te huyen como si fueras una plaga, eso realmente me angustiaba, yo sabía que los japoneses eran muy reservados pero hasta el punto de casi ignorar mi existencia no pensé que fuera así, a Heechul parecía no importarle, el era alegre y sonreía a todos, el decía que mientras fueran pasando las semanas ellos se acostumbrarían a nosotros y ya no nos tratarían indiferentemente, traté de hacerle caso, varias chicas se acercaban a él y empezamos hacer amigos en la Universidad.
Recuerdo que era viernes por la tarde, acababa de salir de la sesión de Economía Mundial y estaba agotado, debía ir con algunos compañeros a una tienda de utilería, era gigantesco el edificio, así que nos dividimos para comprar lo requerido, caminaba asombrado mientras inspeccionaba el lugar, todo lo comprabas eléctricamente, era extremadamente diferente a Corea, me sentía ignorante ante tal Tecnología, como no podía usar la maquina le pedí al encargado que me ayudara explicándome, me sentía apenado después de descubrir que era bastante fácil usarla, me estaba complicando la existencia y salí demasiado apenado de ahí, caminaba distraído pensando en las cosas que quizás estaban pensando de mi, de menso seguro no me bajaban, olvide que tenía que esperar a los otros que fueron a comprar, estaba tan avergonzado que camine media cuadra después del edificio, y recordé que tenía que esperarlos, así que volví mientras revisaba lo que había comprado, corroborando que todo estuviera en la bolsa, cuando torpemente choque con una persona, sentí que rebote cerca de su estomago, escuche que emitió un ruido quejoso, mientras yo me sobaba la cabeza y dejaba caer la bolsa al piso, estaba aun más apenado que en la tienda, comencé a inclinar la cabeza para hacer varias reverencias en señal de disculpa, cada segundo decía un lo siento, escuche que la persona reía, así que alce la mirada para verle, me quede paralizado ante su sonrisa, suave y delicada, se frotaba el estomago aun le dolía mi golpe, volví a inclinar la cabeza esta vez más abajo, me sentía tan tonto, cerré los ojos, ¿Por qué de todas las personas con las que me pude a ver topado precisamente tenía que ser él?, -ya, suficiente de disculpas- me dijo serenamente tratando de controlar la risa, me reincorpore de nuevo para mirarlo, pero presentía que mi cara estaba más roja que la manzana envenenada de blanca nieves, baje la mirada, -de verdad disculpe, no era mi intención lastimarlo, está bien?- me acerque más a él para ofrecerle mi ayuda, - no te preocupes me encuentro bien, lo divertido es que en una semana nos hemos encontrado dos veces- me dice sereno, -disculpe?..lo co-conozco- dije bromeando, estaba tan tonto en ese momento que fue lo único que se me ocurrió decir, - ya no te acuerdas de mi ....??cantas mis canciones, platicas conmigo en el aeropuerto, te dices llamar mi fan y ya no te acuerdas ni quién soy? esa es una de las cosas que me ponen mal – me dice con voz decepcionada. Le sonrío ampliamente, - no se ponga así es solo una bromita- le digo aligerando el ambiente, baja la mirada puedo apostar que con tristeza, así que continuo mi frase, - además es casi imposible olvidar a una persona tan linda como usted- solo transcurrió un segundo desde mi última palabra cuando alzo la mirada, sus ojos brillaban, se veía hermoso, como iluminado, radiante, mis mejillas se volvieron a tornar azoradas, se aproximo a mi y toco mi mejilla, -¿te haz dado cuenta que te hablo de manera informal?- me dice mientras me mira fijamente a los ojos, asiento con la cabeza sin evitar su mirada, -¿no te molesta?- me pregunta cauteloso, niego con la cabeza sin articular palabra alguna, en ese momento sentí que el y yo estábamos encerrados en una capsula de cristal que se encontraba a la mitad de la calle, la gente transitaba por ambos lados, pero ninguna podía atravesar nuestro escudo, ¿formado de qué? no lo sé, pero ahí estaba y podía sentirlo, me sonrío, -tan poco me molesta que me hables de manera informal..Jungsoo- me quede en shock, ¿el recordaba mi nombre?, de hecho fue solo eso me sentí de nuevo feliz, todos esos días de mi infelicidad desaparecieron con que él pronunciara mi nombre, de entre tantas personas en el mundo, pudo recordar mi nombre, era la persona más especial, en ese momento me estaba haciendo tan feliz.

KANGTEUK, SICHUL - UNA SONRISA CERCA DEL CIELO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora