Timeless

516 46 15
                                    

''Desafío song.''

—One-shot: Timeless—

Una sociedad ciega, llena de seguidores fieles y radicales; obstruida de seres humanos adorando a su Dios. El catolicismo extremo había sido expandido por todo el mundo, y había contaminado la mente de muchas personas.

No digo que la religión que ellos seguían era mala, por el contrario, los dogmas y mandamientos propuestos no obscurecían los corazones inocentes. El error más grande e insano había sido la distorsionada visión de los creyentes, el deseo de dominar y poseer todo; la codicia de llevar el alma de la gente a un desenfreno de reglas borrosas y editadas por la sombría malicia.

El asqueroso cielo reflejaba la tristeza de los cuerpos de animales sin vida. La sangre esparcida por los alrededores ya era algo común entre la congregación. Y es que, el epicentro de todos los sacrificios y rituales para alabar a su Dios, se hallaba en Tokio.

El olor a incienso recorría por la inmensa iglesia, repleta de lujos y objetos que despreciaban la humildad. Cantos y oraciones ominosas acompañaban los gritos desgarradores de las personas siendo torturadas.

Las lágrimas desatadas por aquella joven de cabello violeta cayeron hacia el vacío de la soledad. Estaba atada en una cruz, siendo masacrada por los pecados cometidos, derramando su sangre para limpiar el nombre de la religión.
Volteó su vista, en señal de perdón. Ella quería adorar y venerar a su Dios, sin embargo, el dolor insuperable que sentía en esos momentos la hacía suplicar y rogar por su miserable vida.

El azabache de ojos esmeralda quiso ayudarla y, en un impulso por hacerlo apretó sus manos, formando un puño. Su mirada viajó por aquellos orbes apagados de la pequeña joven. La voz quejumbrosa y su alma en penitencia se habían ido.

Ya no quedaba nada.

—Estás perdonada —dijo uno de los hombres de cabello oscuro, Kureto Hiragi; pretendiendo ser iluminado por Dios.

La escena de terror que había sido graficada en ese instante, le revolvía el estómago a Yuichiroū.

Niego todo esto,
empapado de negro;
baila con a muerte.

Él no deseaba estar allí, quería irse, correr rápidamente fuera de ese infierno; todo esto lo espantaba. No obstante, ¿qué podía hacer?, estaba atado a la condena de vivir trágicamente en esa congregación, y todo gracias a su madre.
Ella era una mujer devota del lado siniestro de la religión, ella simplemente anhelaba que su hijo algún día llegase a librarse de los pecados, de los sucios pecados.

Suspiró, intentando controlar las náuseas que le provocaba aquella situación.

—Debemos de conseguir más ofrendas y más gente que se una a nuestra religión. —comentó una mujer rubia, quitándose los guantes de sus manos.

Toda luz tiene sombras y, en este caso, la "sombra" del catolicismo escondido eran las personas que alababan a otros dioses, proclamando ideas que desviaban las decisiones de los creyentes.
A este conjunto en rebelión se les denominaba "paganos" o "ángeles caídos", para hacer referencia al dios de sus alabanzas; el personaje que mucha gente lo veía como un ser malvado y lleno de crueldad, Satanás.

Para finalizar con todas las clases de fieles, nos encontramos con los "perdidos", gente que, en la mayoría de veces, no eran fanáticos de la religión cristiana católica y que simplemente la seguía sin mucho fervor. En otros casos, eran personas ignorantes que se contagiaban de las ideologías del pueblo.

Rain salt [Mikayuu One-shots] #DesafíoMikaYuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora