Barruntor [Lee jonghyun x kang minhyun cnblue]

CAPITULO V: Yo si quiero ser tu amigo

Era muy temprano ese día, caminó por el pasillo y rezaba para mis adentros no encontrarme a los secuaces de Yonghwa, pero creo que lo invoqué en el preciso momento en que pensaba en ello, sentí un gran golpe en el hombro que hizo que el cuerpo se me fuera hacia atrás, si no hubiese sido por la puerta de un salón hubiera caído al suelo,
abrí los ojos de par en par al percatarme que se trataba de él, estaba enfurecido, como si sus ojos salieran llamas que me perseguirían hasta quedar chamuscado, ese tipo en verdad que daba miedo, parpadee varias veces regresando la vista hacia atrás como buscando ayuda, vi que se acercó a mi tomándome por la camisa del uniforme, pensé que iba a golpearme cuando escuche en un murmullo
— Ni sé te ocurra buscar protección porque yo mismo acabaré con él— dijo mientras yo entre cerraba los ojos, pero aquel golpe no llegó nunca, al contrario la voz de Jonghyun se escucho en ese preciso momento,
—¿ah si?, entonces tengo que esperar ansioso para que acabes conmigo—, el amarre de Yonghwa fue bajando de intensidad, abrí los ojos fijando mi mirada en Jonghyun, que ese día me parecía más alto, más guapo y más apuesto que nada, sobre todo porque su cabello estaba mojado, algunas gotas de agua aun escurrían por los cabellos de enfrente, Yonghwa lo miró encolerizado, soltó por completo el amarre y camino hacia enfrente ignorando por completo a Jonghyun y a mi, parpadee varias veces mirando al apuesto chico, sonreí un tanto apenado y tímido a la vez
—G-gracias— suelto en susurro,
—Ese bastardo se mete con los menos indicados. ¿estas bien?— interroga mientras me mira, ¿porqué otra vez ignoraba mis gracias?, asentí un tanto triste, pero creo que sin él otra vez hubiera recibido una tanda de golpes.
Caminamos hacia mi salón, tenía nervios mientras andábamos para ese sitio, a pesar de que aun no salía el sol, para mi verlo caminando a mi lado me hacia sentir calor, mi corazón palpitaba muy fuerte, y en cualquier minuto eso me delataría, Kang Minhyuk ¿Qué estaba ocurriéndote?, me repetía una tras otra, traté de inhalar aire para controlar mis ansias, pero definitivamente esto no estaba sirviendo, llegamos al salón y él se quedo parado esperando a que entrará, pero no había nadie en el salón, aun no prendían las luces siquiera,
—¿quieres que te acompañe mientras llegan tus compañeros de clase?— interroga, me quede en shock por aquella pregunta, aunque solo fuera un minuto más deseaba conocerle y saber más acerca de lo que pensaba, esta era mi oportunidad de hacerlo mi amigo,
—Si, por favor— respondí tímido, los dos entramos al salón, Jonghyun prendió la luz y miró alrededor de este, me observo hasta que llegué a mi banca y camino hacia mi sentándose en la banca de enfrente,
—¿Puedo preguntarte algo?—le digo tomando todo el valor que me era posible, el asiente mientras mira sus zapatos,
—¿porqué no tienes amigos?—, observo que saca un trapito para darle brillo a sus zapatos, después de unos segundos regresa a verme,
—Nadie quiere ser amigo del chico frio, golpeador e intolerante de la preparatoria— dice secamente,
—Si te refieres a ti, yo si quiero ser tu amigo— , parpadea varias veces fijando su mirada en mi, estira su brazo para quitarme los lentes, abre el estuche de estos que había dejado en el pupitre y saca la tela para limpiarlos,
—¿qué significa que seamos amigos?— interroga Jong, trago saliva antes de soltar alguna palabra,
—bueno..los a-amigos son aquellos q-que se cuidan unos a otros, q-que se aconsejan, que pasan tiempo juntos, estudian juntos, se divierten juntos, pero sobre todo secan sus lagrimas unos a los otros—, respondo entre cortadamente, vuelve acercar mis lentes, colocándomelos,
—Aunque no me lo pidieras de todas formas iba a protegerte— me dice desviando su mirada,
—Entonces...¿amigos?— le pregunto con una sonrisa dándole la mano, Jong mira por unos segundos mi mano y después acerca la suya con precaución, aprieto el amarre mientras continuo sonriéndole, el parece estar perdido en la profundidad de sus pensamientos, pero su mirada sigue fija en mi rostro.
Después de unos segundos más así, escucho que empiezan a llegar los compañeros de la clase, Jonghyun carraspea su garganta alejando con posterioridad su mano, me mira de nuevo y siento que me hundo en aquella sensacional mirada,
—Me voy ya...te veré luego— solo suelta dando la vuelta rápido para salir del salón a paso apresurado, lo veo alejarse a través de la ventana, va mirando su mano y eso me parece muy dulce, al final de todo Jonghyun no es frío, golpeador tan poco, e intolerante menos, el solo es reservado, y hace bien, uno nunca sabe en qué momento de la vida podemos toparnos a un demente como Yonghwa, creo que ambos hemos pasado por algo similar, los dos sufrimos de Bullyng por parte de la misma persona, de forma distinta, y ambos hemos terminando rindiéndonos ante sus ataques, al parecer Yonghwa es más inteligente de lo que parece, sabe que Jonghyun es un rival difícil de vencer, si el se lo propusiera podría poner orden en esta escuela, y ni Yonghwa ni sus secuaces iban hacer capaces de detenerle, pero creo que Yonghwa encontró la manera de debilitarlo, y eso fue aislándole, solo no es una amenaza constante, aunque si latente y lo único que debe procurar es que nadie se le acerque para que no le tomen cariño, ese maldito en verdad era muy astuto, Jonghyun tuvo que aguantar esa presión por ya un año, yo solo llevó algunas semanas pero ya lo detesto, y si Jonghyun esta siendo capaz de ayudarme yo sé ahora que puedo hacer para ayudarlo también, ambos debemos unir fuerzas, el para protegerme y yo para hacer lo mismo.
—¿hey! Que estas pensando?— dice Jung Shi interrumpiendo mis pensamientos de liberación, desvió la mirada hacia donde proviene su voz,
—Pareces enamorado, si te hubieras visto tenias una gran sonrisa y los ojos se te hicieron pequeñitos y brillosos, de verdad que tengo curiosidad en lo que estabas pensando— me dice, pero aquellas palabras no eran tan macabras, ¿enamorado?, eso podría ser cierto, de ¿jonghyun?, eso no lo sé, pero tendría que analizarlo con más cautela, estando de esa manera me parecía satisfecho, de un momento a otro mis malas ideas de dejarme vencer estaban desapareciendo, porque ahora ya tenía un aliado.