Barruntor [Lee jonghyun x kang minhyun cnblue]

CAPITULO II: ASECHADO

Llegue a mi casa, percatándome que mi madre no había llegado del trabajo, suspiré tranquilo caminando hacia mi habitación, entre a mi recamara botando mi mochila en una de las esquinas de la alcoba, me tiré en la cama boca abajo, mientras las lagrimas salían de mis parpados,
me dolía absolutamente todo pero no más que las ganas infernarles que sentí de dentro de mi, y si mamá me veía así seguramente la preocuparía, posiblemente esté haciendo una tormenta en un vaso de agua, pero en verdad me sentía muy impotente, entre varios se sienten valientes de hacerme lo que quisieron, soy un estúpido, ¿Cómo permití que llegaran a lastimarme de esa manera?,



—¡Estúpidos hijos de perra!— grite fuertemente mientras seguía llorando a mares, ¿Cómo ocultaría mis heridas?, la pierna me dolía bastante y frente a mamá tenía que actuar lo más normal posible, me levante con pesar de la cama y me fui directo a tomar una ducha, miré mis heridas, pero no eran nada comparadas con las heridas que me habían hecho en mi orgullo, decirme a mi ¿mariquita? Los maldije todo lo que pude, sus risas burlonas aun se escuchaban en mis oídos, aunque cerraba los ojos era capaz de visualizarlos atacándome, salí de la ducha y me cure las heridas desinfectándolas, de nuevo las lagrimas salían de mi interior.


—Hijo, baja a comer— dijo mi madre mientras tocaba la puerta de la habitación,




— enseguida bajo— respondí lo más neutral posible, mi madre no tenía que saber de esto, ya que era mi problema y no la aquejaría con desordenes hormonales de chicos estúpidos que solo quieren joderle la vida a los demás, después de unos minutos de meditación baje al comedor donde mi madre me esperaba, camine lento y muy despacio para que no se diera cuenta que no era capaz de apoyar bien el pie, sentía que parte del muslo de mi pierna se encontraba adolorida y sin fuerza.


— ¿Cómo te fue en la escuela?— interrogo mi madre antes de que me metiera la cuchara de caldo a la boca, casi puedo asegurar que me atragantaba ,


— Bien, todo bien — murmuré prosiguiendo a tomar un gran trago de agua,


— ¿Cómo son tus compañeros?— me dijo nuevamente, sentía que la sangre me hervía, ¿Por qué hacia esa clase de preguntas?, las madres a veces suelen ser imprudentes, ¿sus sexto sentido era demasiado agudo o es que son demasiado perspicaces con los hijos?, ¿acaso tienen un radar detector de "le pasa algo a mi hijo"?, vacile en mirarla, pero si trataba de llevar las cosas serias estoy seguro que se daría cuenta de mi problema, apreté la mano por debajo de la mesa y alce la mirada para toparme con la de ella que me miraba ansiosa esperando le respondiera como esperaba,


—si, lo son, incluso hice un amigo— dije "y más de un enemigo" pensé bajando la mirada y perdiéndola en aquel plato de comida, mi madre ya no dijo más y se limito a contarme como le había ido en el trabajo, cosa que no escuche porque mi mente seguía pensando en esos tipos, en cada uno de ellos.




Habían pasado dos días después de aquella paliza que había recibido por parte de esos sujetos, ¿Qué les había hecho para que me hicieran eso?, realmente la gente es demasiado injusta, yo solo era Minhyuk, un poco tímido, reservado pero jamás le haría daño a alguien, tuve que dejar de asistir por dos días consecutivos por que aun no me sentía con la fuerza suficiente para asistir a clase, entrando a la escuela lo vi, Yonghwa se acercó a mi dándome un golpe ligero en la cabeza,


—pensé que no vendrías tan poco hoy ..mariquita— soltó de pronto, lo miré de reojo conteniéndome las ganas para golpearlo,


—¿Por qué me miras así¿¿te gusto puto mariquita?— me dijo nuevamente riendo como el idiota que era, yo negué, "ya quisieras..imbécil " pensé cerrando los puños hasta dejar mis nudillos totalmente blancos, el se dio cuenta y me miró retadoramente,


— ¿piensas golpearme?, ¿a poco sabes para qué sirven los puños..nerd?— preguntó dándome un empujón con el hombre mientras caminaba en sentido contrario a mi, dejándome parado y un tanto en shock, ni siquiera fui capaz de responder a ninguna de sus ofensas, ¿Qué rayos me estaba sucediendo?, ¿Por qué le tenía tanto miedo a ese tonto?, ¿Por qué?.


Camine hacia mi salón, Jung Shi llegó hasta mi banca y me miró sorprendido,


— ¿Por qué no habías venido?— indago, lo ignore poniendo mi mochila abajo de mi pupitre,


— estaba enfermo, traigo ya tus apuntes, gracias por prestármelos — dije finalmente extendiéndole las libretas que el primer día de clases me prestó, él las tomo entre sus manos sin quitarme la mirada de encima,


— ¿tienes problemas en tu casa?— me dice preocupado, le echo una mirada topándome con la suya, yo niego,


—¿Qué tienes?, si puedo ayudarte..— le interrumpo antes de que termine su ofrecimiento,


—No necesito tu ayuda, gracias— respondo sutil, el profesor de la primera hora ingresa al aula, en buena hora, ya que Jung shi termina retirándose a su sitio.




Durante la hora de receso que andaba con Jung Shi de un lado a otro, me tope a la pandilla de Yonghwa, lo miré y Jung shi se dio cuenta de eso,


—No lo veas así, es el chico más popular de la escuela, pero se cree mucho porque las chicas lo tratan monamente, se cree la última coca del desierto— dice sonriendo mientras bebe de su jugo de guayaba, bajo la mirada para no prestarle atención al sujeto,


—iré por unos dulces a la cafetería, ¿quieres algo?— me dice, yo solo niego, pero una fuerte incertidumbre me entra, sabiendo que la pandilla de Yonghwa estaba cerca asechándome eso me asustaba aun más, no quería quedarme solo,


—No vayas— suelto de repente, Jung me mira sonriendo


—No te pasará nada, ya vuelvo — responde mientras me ignora caminando hacia la cafetería, ni bien se desaparece por el pasillo cuando ya siento un golpe seco en la cabeza, volteo a ver y era otra vez esa bola de malditos, Yonghwa me mira desde una esquina, mientras autoriza,


—diviértanse pero no dejen huellas visibles — musita antes de dar la espalda y esos absurdos gorilas comienzan a darme de patadas nuevamente esta vez en mis costillas.