La llave

Capítulo 3: Preguntas

Entré en casa preocupado y subí corriendo a mi habitación. Dejé la mochila y entonces mi madre muy oportuna llamó a la puerta.

-¿Marcos te pasa algo?

-No mamá tranquila ahora bajo.

No estaba muy tranquilo que digamos hoy ha sido un día movidito se han metido con nosotros y encima para colmar la gota del vaso íbamos Lucas y yo tan tranquilos caminando y un hombre vestido de negro casi nos mata. Lucas. Tenía que llamarle para preguntarle quien era ese hombre porque nos quería matar y que tenían que ver nuestros abuelos y nosotros en todo esto. Pero justo antes de coger el teléfono llamaron. Lucas pensé.

-¿Diga?

-Soy yo Marcos

-¿Paula?

-¿Oye que os ha pasado hoy?- Os he visto muy preocupados

-Pues veras Paula si te lo cuento no te lo vas a creer pero no se lo puedes contar a nadie.

-Pero Marcos, ¿qué os ha pasado? Me estás preocupando.

-Pues que Lucas y yo estábamos hablando y de repente estábamos corriendo porque un hombre nos seguía con una pistola para matarnos.

-¿Qué? Pero estáis bien los dos no ¿porque no habéis llamado a la policía?

-Pues porque no iban a creer que un hombre nos quería matar porque nuestros abuelos hicieron algo malo que no sabemos.

Bueno Paula te tengo que dejar que tengo que llamar a Lucas adiós.

-Adiós Marcos mañana me lo contáis todo con pelos y señales.

En vez de llamarlo por teléfono decidí ir a su casa para hablarlo personalmente.

Pero esto no se lo podía contar a nadie era un secreto nuestro solo para Paula, Lucas y yo. Pero había algo que yo no sabía mi madre estaba en el pasillo y había oído la conversación entera con pelos y señales.

Fui corriendo a casa de Lucas y de momento no había nada sospechoso.

Llamé a la puerta de su casa y me recibió su madre.

-Hola señora López ¿Está Lucas en casa?

-Si está en su habitación adelante pasa si necesitáis algo estaré en la cocina.

-Gracias

Subí por las escaleras de caracol para ir a la habitación de Lucas que se encontraba al final del pasillo.

-Toc, toc

-¿Quién es?

-Soy yo Lucas, Marcos

-Pasa tengo que contarte una cosa terrible.

-¿Qué pasa?

-He recibido otro correo amenazante mira lo que pone.

Lo leí con detenimiento era aterrador lo que estaba leyendo en el e-mail decía que lo del hombre de negro era solo una advertencia que la próxima vez no fallarían.

-Lucas ¿Sigues sin saber quién escribe estos correos?

- No pero lo peor es que no sé cómo descifrar de quien es porqué me lo escribe y que tenemos que ver nosotros con todo esto.

-Escucha yo tengo un tío que es informático si quieres le puedo pedir que lo descifre

-Qué buena idea Marcos muchas gracias

-De nada aaah se me olvida una cosa Paula me ha llamado

-¿No se lo habrás contado?

-Pues sí pero me ha prometido que no se lo va a contar a nadie.

-Pero es que no te das cuenta de que ella también está en peligro

-No y… ¿Por qué iba ha estarlo?

-Marcos si se enteran de que ella sabe algo podrían matarla.Era un día nuboso y húmedo para mí un día tétrico esos días en los que te dan malas noticias.

-¿Hola?

-¿Si dígame?

-Lo sabe

-¿El que sabe?

-Que mi hijo sabe que su abuelo era nazi

-Sí lo sabemos le mandamos a un hombre esta mañana para matarlo

-¿Qué habéis hecho que?

Ese no era parte del trato quedamos en que si yo apartaba a mi hijo de ese mundo vosotros no lo mataríais.

-Ya pero es que tu hijo es algo más especial que el descendiente de tu padre en el oficio según su testamento.

-¿Qué es mi hijo?

-Tu hijo es la llave

-¿Cómo la llave?

-Por ahora no te puedo contar más…

-Pero espera

-Pi__________

-Había colgado ¿Qué significaba que mi hijo era la llave tenía que ir a comprobarlo.

Subí a la habitación de Lucas y le dije que me iba a pasar un fin de semana con mis amigas por el trabajo le dejé toda la comida hecha así que no tenía por qué preocuparme Lucas sabe cuidar de sí mismo.

Cogí el coche con provisiones. Comida, ropa, agua…

 Fui al bosque vivíamos en Canadá así que además de frío había mucha humedad. Caminé con el coche un gran trecho pero al ver que con la humedad no veía nada tuve que seguir el resto de camino a pie.

Me adentré en el bosque ondeaba los árboles grandes, altos, con sus troncos y sus ramas desnudos puesto que era otoño.

Sabía perfectamente adonde tenía que ir así que seguí el camino que había creado yo misma para no perderme la próxima vez que fuera allí. Espero que sea la primera y la última vez que vaya aunque  no puedo asegurarlo. Al fondo se distinguía una casita vieja pero acogedora era la que yo buscaba: La cabaña.

La cabaña es un lugar donde tengo guardados todos los secretos del abuelo de mi hijo entre ellos su testamento donde claramente decía que su nieto varón sería el descendiente de la estirpe de los nazis según mi padre.

Yo no sabía que mi padre era nazi vivíamos en Francia por aquel entonces aunque si era verdad que mi padre siempre viajaba mucho pero un día sí que lo descubrí.

Mi madre estaba viendo un película y yo estaba en frente de la chimenea jugando con una muñeca que me había encontrado en el patio de casa; de repente mi padre entró por la puerta y lo primero que hizo fue sentarse en el sofá y darle un beso a mi madre. Dejé la muñeca en el suelo y fui a saludarlo.

-Hola papá has llegado que bien podremos pasar las navidades juntos.

-Si mi vida la pasaremos todos juntos ¿a que estabas jugando?

-Estaba jugando con una muñeca que me he encontrado en el patio ¿quieres verla?

Se la enseñé pero cuando mi padre la vio me pegó en la cara y en la espalda dejándome moratones.

-Sube a tu cuarto inmediatamente

Mi madre salió en mi defensa

-¿Pero qué haces Josh? Estás loco

-¿Es que no te das cuenta que significa esta muñeca?

-No la veo normal como todas las muñecas solo que tiene dos triángulos que forma una estrella de seis puntas.

-Cariño ese símbolo es el de una raza que debemos aniquilar los judíos y si nuestra hija tiene esa muñeca significa que es escoria.

Ese día supe que mi padre era un nazi.

Aún conservo los moratones que me dejó cuando me pegó una marca que significaba que para él su hija era escoria.