Frustración

2.1K 113 50
                                    

NOTA UN TANTO IMPORTANTE: Esto estaba planeado para ser un Oneshot que escribí mientras evitaba escribir la continuación de "Luces bien en rosa", así que puede no estar muy bien escrito. Also, lo alargué un poco más para poder hacer un "extra" con un verdadero final... O algo así.
Tómenlo como una continuación no-directa de mi primer fanfic "El inicio de una historia", PERO no es necesario que lean ese fanfic para entenderle a este.
Ahora si, lean.


Bills caminaba por el pasillo principal de la mansión, dirigiéndose al comedor. No llevaban mucho tiempo viviendo en ese planeta, pero había algo que le recordaba a su antigua casa... Tal vez era la distribución de habitaciones, o el increíble parecido en la flora del lugar, pero fuese lo que fuese, le hacía sentir cómodo con su decisión de vivir ahí.

Llegó a la sala de estar y encontró a su asistente sentado en una elaborada silla, mirando por la ventana. Su mirada era seria, sin enfocarse en ningún punto real, sumergido en sus pensamientos.

Al siguiente momento, Wiss notó a su señor en el arco de la puerta.

-Señor Bills, bajo antes de lo considerado.- Dijo con un intento de sorpresa.

-Me cansé de esperar. ¿Aun no está el almuerzo?- Cuestionó Bills, acercándose.

-No, lo lamento. Estoy esperando a que concluya el tiempo que debe durar el platillo en el horno. Solo serán unos minutos.- Sonrió, mientras hacía un gesto con su mano para que se sentara a esperar.

Bills se sentó en el sillón que había junto a la silla. Cuando volvió a levantar la mirada, se dio cuenta de que Wiss lo observaba con la misma expresión que dedicaba a la ventana momentos antes.

-¿Sucede algo?- Le cuestionó.

-En lo absoluto, mi señor.- Respondió de inmediato, sin convencer a Bills de ello.

-Si tienes algo que decir, hazlo ya.- Le insistió el dios, empezando a irritarse.

Pasaron unos segundos en los que Wiss pensó detenidamente sus palabras, y al fin contestó.

-Hay algo que quiero hacer...-

Sin esperar a los comentarios de Bills, el asistente se levantó de la silla, se paró frente a su señor y colocó sus rodillas a ambos lados de el sobre el sillón; apoyando sus brazos en el respaldo, acorraló a Bills.

Éste, perplejo por tal acción, abrió los ojos tanto que parecía que se salían de sus cuencas.

-No se preocupe,- Escuchó decir cerca de su larga oreja. -Solo quiero jugar un rato.-

Enseguida sintió como empezaba a respirar sobre su cuello, al momento en que dejaba besos suaves.

-Wiss... ¿Qué estas...?- Trataba de cuestionarle Bills entre estremecimientos.

Al principio reaccionó y trato de quitárselo de encima, pero al ver que no lograba nada, recurrió a esperar una respuesta.

-Ya se lo dije, solo estoy jugando un poco.- Respondió al fin Wiss, que ahora intercalaba mordidas gentiles y besos a todo lo largo del cuello de Bills.

-¡Esto no es jugar!-

-Tal vez no para usted.- Le contestó mientras reía.- Pero si se relaja, puede que se divierta.-

-Tonterías...- Gruñó, tratando de resistirse a las caricias.

Wiss comenzó a pasear sus manos por el pecho de Bills, acariciando suavemente hasta llegar al vientre, donde posó una mano sobre el cinturón del pantalón. Bills se sobresaltó al sentirlo y lo sujeto por la muñeca.

FrustraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora