Frustración

Extra: Y después

Sobre la cama, Bills trataba de arrancar desesperadamente los ropajes de Wiss, pero este se lo impedía, tomándolo por las muñecas y manténiendolo contra las sabanas.

-Por favor, déjeme disfrutarlo un poco más.- Decía Wiss, besando el pecho de Bills y dejando pequeñas marcas en el.

Daba ligeras mordidas alrededor de los pezones, y luego pasaba su lengua por la marca resultante. Bills se estremecía cada vez más cuando sentía que su pareja se acercaba a su cadera.

-Apresurate...- Dijo con voz apenas audible.

Wiss levantó la mirada y pasó su lengua a lo largo del abdomen de Bills, causando un ligero arqueo en la espalda de este.

-¿Qué quiere que haga a continuación, señor? ¿Puede decirme?- Cuestionó el asistente cuando se enderezó, portando una sonrisa particular.

"Ahí esta." pensó Bills al verlo "Ahí esta ese sentimiento de sadismo que aveces se apodera de el..."

Suspiró un momento, excitado por la situación.

-Termina de desvestirme.- Dijo al fin, levantando un poco sus piernas, indicando el pantalón holgado que traía puesto.

-Entendido.- Contestó el asistente.

Con cierta agilidad, empezó a retirar la prenda, paseando intencionalmente sus manos por los muslos. Cuando terminó, lanzó el pantalón al suelo y se dispuso a continuar las caricias en las piernas de su señor, pero este lo detuvo.

-Desvístete también.- Ordenó Bills, dando un pequeño jalón a la sobrerropa.

Sonriendo amablemente, Wiss empezó a retirarse las prendas una por una, dejando al descubierto su azulada piel. Bills se enderezó un poco y empezó a acariciar el pecho y vientre de Wiss, contemplando cada detalle.

-¿Le gusta?- Preguntó divertido el asistente.

-Calla y acercate.-

Wiss se inclinó y dejo que su señor colocara sus brazos alrededor de su cuello e iniciaron un cálido beso. Tomando el control del beso, Wiss recurrió a movimientos agresivos y profundos, consiente de que eso excitaría a Bills.

Como señal de victoria ante su técnica, Bills comenzó a mover su cadera, buscando el roce con las piernas de Wiss.

-Wiss... Rápido...- Rogó entre besos.

Divertido, el otro bajó su mano hasta dar con el miembro erecto en la entrepierna de Bills.

-¿Quiere que lo ayude?- Susurró, acariciando ligeramente.

-Maldito... Solo mueve tu mano...- Contestó entre gemidos.

Obedeciendo, Wiss empezó con un suave masaje, causando estremecimientos en el otro. Gradualmente fue aumentando el ritmo y la fuerza, aumentando también los gemidos de parte de Bills.

-Eso, justo ahí...- Dijo a lo bajo Bills, tratando de contener su voz entre sus manos.

Wiss volvió a sentir algo parecido a los escalofríos al escucharlo. Su señor de verdad podía ser el más adorable, según su criterio.

Su mano empezó a explorar el trasero de Bills, buscando su entrada con los largos dedos; cuando al fin la encontraron, Bills solo alcanzó a dar un respingo antes de que unos de los dedo comenzara a moverse dentro.

-¡Idiota! No te dije que pudieras hacer eso.- Gritó una vez recuperó el aliento.

-Pero tengo que prepararlo, mi señor. O será, ¿no quiere tener sexo?- Tomó una pausa para reconsiderar y después continuó. -¿Tal vez prefiere hacerlo así, sin preparación?-