Peleas de bar -capitulo único-

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Llevaban cerca de un mes sin verse, Illumi se había marchado a una misión para la que habían contratado a, más o menos, la mitad de los Zoldyck, razón por la cual Illumi se había negado a llevar a Hisoka con él, no porque su familia desconociera el tipo de relación que estos mantenían, sino porque las continuas peleas de algunos de los miembros de su familia con el pelirrojo le resultaban, como poco, irritantes. Hisoka por su parte había aprovechando aquel tiempo para preparar el enfrentamiento con una de sus presas, otro cazador al que había conocido tiempo atrás y cuyo enfrentamiento había ido retrasando en un afán de conseguir que esté fuera más emocionante.

Después de tanto tiempo ambos habían quedado en un bar de una de las calles más recónditas de la ciudad más cercana a la mansión Zoldyck, un lugar donde, por muy conocidos que fueran sus nombres, era difícil encontrarse a alguien con las ganas suficientes para plantarles cara. Hisoka había llegado pronto y estaba ya sentado en la barra, jugando con el hielo de su vaso mientras escudriñaba el lugar con la mirada. No necesitó girarse para saber que era el moreno quien acaba de entrar por la puerta, porque el resto del bar parecía incapaz de separar la mirada de ahí, incluso el barman parecía embobado con la imagen que se presentaba ante él. Y es que esa era justamente la impresión que solía causar el joven asesino, aquella mirada inexpresiva y ese aspecto afeminado hacían que todos le rondarán y intentarán atraer su atención, sin embargo Hisoka sabía que algo así no sucedería. Tan y como el pelirrojo pensaba Illumi fue directo a donde él estaba, sin mediar palabra o miradas con ninguno de los que trataban de comérselo con la mirada.

—Quedamos a y media, son y cuarto, has llegado pronto, como siempre.— Esas fueron las primeras palabras de Illumi, sin saludo previo ni nada que se le asemejara, tan frío y serio como siempre. Hisoka se giró hacia el taburete en el que el menor se había acomodado, esbozando una de sus amplias y lascivas sonrisas.

— Y tú sabes exactamente porque.—Contestó el pelirrojo al mismo tiempo que colaba una pierna entre las del menor, para tirar del reposapiés de el taburete ajeno y pegarle a él. Illumi bufo, sabiendo perfectamente a que se refería y es que, por mucho que Hisoka disfrutará de ver cómo todos envidiaban aquello que él solo podía tener, no toleraba que nadie le pusiera la mano encima al menor. Una de las manos de Hisoka empezó a acariciar el muslo del moreno, más en advertencia a los demás que como un gesto realmente cariñoso, mientras ambos mantenían una exhaustiva conversación sobre sus respectivas peleas, que más parecía un interrogatorio para cerciorarse de que nadie hubiera herido al otro y de que, en caso afirmativo, el culpable ya no respirara. Todo marchaba bien, normal entre ellos, hasta que uno de los hombres a los que Hisoka llevaba un tiempo presentando atención -no por gusto, sino porque este  no le quitaba la vista de encima al moreno- paso por su lado, después de pedir una bebida, y le tocó el culo a Illumi, haciendo que los ojos del pelirrojo ardieran en ira. Antes de que al moreno le diera tiempo a decirle que simplemente lo ignorara Hisoka ya había hecho volar una de sus cartas reforzadas con nen, hasta hacerla chocar contra la pared que había detrás de aquel hombre, a escasos centímetros de su cabeza. En la carta se podía leer con letras claras y oscuras: "Vuelve a tocarle y te quedas sin mano." El receptor de aquel mensaje, en vez de dejarse amedrentar por aquel comentario, le dedico al pelirrojo una ronrisa retadora, al parecer no iban a salir en buenas condiciones de aquel bar. La mano retentiva de Illumi, junto con el uso de todo su autocontrol, logró que Hisoka volviera a centrar su atención en él y continuaron con su conversación. Sin embargo esto no duró mucho, porque la continua Mirada penetrante de aquel hombre sobre Illumi le estaba haciendo perder la paciencia e, inevitablemente, terminó por girarse para encarar a su acosador. Apenas tuvo tiempo de hacer nada, pues el hombre, en cuanto tuvo su atención, le guiñó un ojo con descaro. Esto bastó para hacer que Hisoka perdiera la escasa paciencia que le quedaba.

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⏰ Última actualización: May 04, 2016 ⏰

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Peleas de bar. -Hisoillu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora