Desperté en el asiento trasero del coche de mis padres.
- ¡Buenos días bella durmiente! - habló mi padre.
- Si que has dormido, casi todo el trayecto, acabamos de llegar a Londres. le siguió mi madre.
- Falta poco para llegar a nuestra nueva casa - continuó mi padre.
Sonrio perezosamente y me puse a mirar por la ventanilla el paisaje. Como era de esperar, estaba lloviendo, me gustaba la lluvia... siempre y cuando me mantuviera resguardada y seca. Las calles del centro eran preciosas, deseaba salir disparada del coche y hacer cuantas más fotos mejor. Paramos en un semáforo, y mi instinto de "influencer" hizo que rápidamente sacara el móvil y hacerle una foto al Big eye, unos filtros por aquí, una frase cursi por allá y subido a las historias de instagram. Pocos minutos después escuche el característico sonido de una notificación. Era Ámber, mi mejor amiga.
- ¡DIOS MIO, QUE BONITO!, Ojala estar ahí contigo 😭.
- Ya sabes que nada me haría más feliz que estar contigo ahora mismo😔.
- Tranquila, con lo guapa y maja que eres seguro haces amigos enseguida.
- Gracias por tus ánimos.
- Además haremos Skype todos los días así que será como seguir estando juntas en la misma habitación. Espero que cuando te vuelva a ver vengas de la mano con tu novio.
- No empecemos Ámber.
- Ya lo se, tus gustos son muy exquisitos para encontrar un hombre a tu altura, pero quien sabe, los ingleses tienen fama de estar buenos y ser muy educados.
- Bueno lo que tu digas.
- Ya me contaras la experiencia, chao.
Guardo el móvil y sigo mirando por la ventana. Llegamos a un barrio residencial donde las casas son preciosas, grandes, con jardín, algunas con cristaleras... simplemente preciosas.
Por fin mi madre para el coche en frente de una gran casa blanca con jardín, y grandes ventanales.
- Ya hemos llegado a nuestro nuevo hogar. habló mi madre.
Salí disparada del coche, y fui corriendo por las escaleras hacia la casa, pasé por el jardín y vi que había parte de atrás, al llegar casi me da un infarto, una piscina en el medio del jardín, un porche con una mesa blanca, seguidos por unos pequeños sofás aterciopelados.
¿Estaba dormida, estaba soñando?.
- ¿Te gusta cariño? - dijo mi mi padre.
- ¿Gustarme, esa palabra se queda corta?.
Mi padre rompió a carcajadas.
- Pues espera a ver tu cuarto.
Iba a salir corriendo otra vez, pero una mano me agarro del brazo.
- Ya que vas con tanta prisa a tu cuarto, llévate tus maletas- sonrío mi madre.
volví al coche y fui sacando una a una mis maletas, de pronto, como si fuera una ráfaga de viento, mire rápidamente hacia la izquierda y me encontré con un señor vestido con una gabardina negra y un sombrero del mismo color, no se le veía la cara, por la calle apareció un autobús que al pasar el hombre había desaparecido, me frote los ojos para ver mejor, quede atónita, ¿había visto un hombre justo en frente de mi? ¿de verdad estaba ahí? ¿ Lo habría imaginado? ¿habría visto mal?. No podía ser, si había sido mi imaginación cómo es que ese hombre se veía tan lúcido.
- Mi imaginación cada vez me da mas miedo - dije para mi misma.
Cogí unas pocas maletas, las que podía sostener y entre a la casa por la puerta principal, el recibidor era muy espacioso y luminoso gracias a esas ventanas tan grandes y altas.
Subí por las escaleras hasta el segundo piso, donde la última habitación a la derecha, entre y casi me vuelvo a desmayar. Una gran habitación blanca con decoraciones pastel, una cama de matrimonio, un gran armario, un espejo, un escritorio blanco, una estantería alargada y una mini terraza con un pequeño sofá y una mesilla de noche negra.
Pase un gran tiempo limpiando y decorando la habitación que quedó preciosa a mi parecer. baje las escaleras y me fui al comedor donde estaban mis padres limpiando.
Un típico comedor americano con una isla de mármol y abierto al salón.
- ¿Cariño, podrías venir conmigo a comprar comida al supermercado?.
- Claro, ya había terminado con mi habitación.
Cogí mi bolso y salí con mi madre de casa, la calle era muy bonita y alargada.
Pero por mas que quisiera enfocarme en el paseo hacia el mercado, no podía dejar de pensar en ese extraño hombre que imagine, la visión era demasiado lucida como para que lo hubiera imaginado. Mientras seguía en mis pensamientos, llegamos al mercado, uno bastante normal, nada que destacar. Lo que si me llamo la atención, fueron unos gritos y risas a lo lejos, tres chicas y tres chicos, iban juntos comprando lo que me pareció wisky y unas patatas, les oía hablar de una fiesta que tendrían esa noche y las ganas que tenían de pillarse una borrachera, también me fije en que eran demasiado guapos, para ser simplemente estudiantes, mas de uno seguro era modelo en sus ratos libres, al final Ámber iba a tener razón y todo. A la que iba con mi madre, pasamos por su lado y uno de los chicos logro llamar mi atención, un chico alto, de 1,80 cm mas o menos, atlético, rubio ceniza y con unos ojos azules que se podrían semejar al mar, mandíbula marcada al igual que unos pómulos bien definidos, una camisa blanca con la que se ajustaba en brazos y pecho, era como ver a un dios griego con mis propios ojos.
- ¿Cariño? ¿ Que haces?.
Gracias a mi madre volví a la realidad y darme cuenta de que ese chico también me miraba. ¿He sido demasiado obvia mirándole? ¿ No me digas que se me esta cayendo la baba?, pase los dedos por la comisura de mis labios y di gracias por no ser así, le volví a mirar y ahí seguía, mirándome, con esos ojos azules que cada vez se hacían mas intensos, sentía que me faltaba el aliento, cada vez que respiraba, mas aire faltaba en mis pulmones, era como si con su mirada me engullera en un profundo abismo marino.
Paso por mi lado junto a sus amigos y no dejamos de mirarnos en ningún momento, hasta que se alejo lo suficiente como para perderle de vista.
Eso había sido raro, ¿ que acababa de pasar?, nunca había experimentado nada igual, me enamore y me encariñe con mas de una persona en el pasado, pero nunca había sentido...¿conexión?, ¿interés?, ¿amor? no sabia explicar este sentimiento, era como si una fuerza magnética me empujara y me atrajera hacia el por alguna extraña razón.
¿Qué estaba pasando? desde que llegue aquí, imagino a un hombre vestido de negro en frente de mi casa que desaparece tras un autobús y un chico que no conozco de nada hace que me asfixie de esta manera con solo mirarlo.
Pero lo mas extraño estaba por pasar, llegar a Londres era el primer paso hacia mi nueva vida, una vida llena de misterios, desapariciones, muertes, criaturas espeluznantes, magia, nuevas amistades, enemigos y sobre todo la entrada en escena de este chico a mi vida.
ESTÁS LEYENDO
𝑪𝒓𝒆𝒂𝒕𝒖𝒓𝒆𝒔
Teen FictionElena acaba de mudarse a Londres junto a sus padres y empezara su primer año en la universidad, aun habiendo dejado a su mejor amiga en España, pensaba que su vida iba a ser tranquila y llena de diversiones dignas de universitarios, pero nada mas le...