Y ahí estas tú, con las maletas en la puerta que sigue entre abierta
y mas allá estoy yo, suplicándote una vez mas no te vayas, no todavía...
Aún me queda amor para darte.
Caricias que quiero regalarte
y una vida llena de planes donde tu y yo somos los intérpretes de esta historia que hasta ayer no tenia fin.