A veces no sabemos diferenciar entre estar vivo y vivir, hay personas que tras mil batallas están exhaustas y siguen respirando, y su corazón latiendo al ritmo que bombea su sangre, pero siguen atravesando cada uno de los obstáculos hasta la hora de su caída. Otras en cambio viven viviendo, ven la vida como un obsequio e intentan aprovecharlo, exprimir su tiempo lo mejor posible dentro de lo que cabe. Pero yo no soy ninguna de esos dos tipos.
Miro por la ventana, veo autos en plenas y candentes llamas, veo gente en pánico corriendo por sus patéticas vidas, como si fueran a escapar, nadie podrá escapar, yo lo sé.
Yo veo la belleza en la muerte.(1875, Atlanta/USA)
-Despierta, escucha, no puedes escapar, lo siento, llegó tu final.- Abro mis ojos, lágrimas caen por todo mi rostro finalizando su recorrido sobre mi almohada ¿porque siempre tengo la misma pesadilla? No importa.