En un mundo donde no hay mujeres y los hombres se dividen en: Semes y Ukes, encontramos mucho machismo, tal y como en algún tiempo se le trato a la mujer ahora se le trataba al hombre, aquellos que tenían la tarea de tener hijos.
Solo un uke especia...
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El castaño se encontraba en el antiguo auto de su padre, solamente que esta vez seguía con sus ropas de uke. Llego rápidamente al límite donde ya no dejaban que las personas pasaran debido al ataque la zona estaba asegurada, Kouki rápidamente pensó en un plan para traspasar ese límite aunque lo que quedaba de distancia la tendría que recorrer a pie. Dejo el vehículo a un lado para después dirigirse a uno de los guardias.
— Hola – sonrió dulcemente
— Precioso es mejor que te vayas de aquí, solo los semes calificados pueden pasar
— Mmm... bueno es que mi familia está en la siguiente ciudad ¿podría pasar? Solo deseo saber si están bien – sonrió mientras se movía provocativamente, los pantalones blancos pegados no dejaban nada a la imaginación y el jersey negro que llevaba definía su hermosa figura
— No creo que eso sea prudente
— ¿Deseas algo a cambio? Puedo hacer lo que sea – se acercó lo más que pudo hasta estar a unos centímetros de su cara
— Vamos a mi habitación – le susurro roncamente asqueando a Kouki
En cuanto ingresaron a la habitación del guardia Kouki lo inmovilizo con una llave mientras con su mano derecha golpeaba un punto para noquearlo por completo. El castaño se levantó arreglando sus ropas para después tomar las llaves de una motocicleta y su pequeña maleta. Continuo su viaje sin percances, cuando llego a la ciudad donde había sido el atentado se dio cuenta que había llegado antes que el príncipe eso le alegraba porque así podía estudiar el panorama, cambio sus ropas por unas de colores más oscuros y así comenzó a recorrer la ciudad.
Edificios abandonados y escombros era lo que encontraba pero, su intuición le decía que ahí había algo más. En uno de los edificios aparentemente abandonados encontró una señal, se dirigió al sótano de ese edificio notando que más personas iban hacia allí, lo que más le sorprendió fue que entre todas las personas también hubiera ukes algunos incluso embarazados. Para no llamar la atención decidió seguirlos hasta un gran salón donde todos los semes y ukes se sentaron.
— Queridos compañeros debo agradecerles a todos ya que sin su ayuda este golpe a Japón jamás se hubiera logrado, ahora estamos a unas horas de conocer al príncipe heredero del imperio japonés, tomemos en cuenta que si lo tomamos como rehén podremos negociar con el actual emperador para que nos regrese nuestras tierras, no debemos dejar que nos marginen vamos a demostrarles que nosotros también somos poderosos...
"No lo puedo creer esto es como una secta" pensaba Kouki horrorizado al escuchar todos los murmullos en contra del actual emperador, querían secuestrar al príncipe pero Kouki no lo permitiría, impediría eso aunque arriesgara su vida. Cuando la sesión término todos se esparcieron para no generar sospechas de los militares que ya estaban ahí, cuando el príncipe llego todos se asomaron al centro de la ciudad.
