__Tyler esperame aquí sentado__ Asentí y le obedecí a mi madre. Me senté y esperé a mi madre. __Vengo a sacar una cita con la psicóloga__ Escuché que mi madre le hablaba a una señora bastante mayor. Pero.. ¿por qué mi madre estaba sacando una cita con la psicóloga?
__Muy bien Srta....
Mi madre se aclaró la garganta.__Sra. Wave__ Contestó mi madre.
__Ok Sra. la llamamos dentro de un momento__ Mi madre asintió y se dirigió hacia mi dirección y se sentó a mi lado.
La curiosidad me mató, así como el dicho de la curiosidad mató al gato. Tuve que preguntarle la razón de nuestra visita a la psicóloga. __Mama...__ bajé la cabeza mirando hacia mis manos. No quería hacerla enojar, sin duda alguna ya lo estaba.__¿Por qué estamos aquí?__
Un largo suspiro escuché de su parte. __Ya mismo lo sabrás__ Entonces llamaron a mi madre, ella entró en el despacho de la psicóloga. Cerró la puerta detrás de ella. No sé que sucedió allá dentro.
Pasaron los minutos, tal vez las horas. No sé cuanto tiempo. Sólo sé que estaba aburridísimo. Entonces se abrió la puerta, mi madre salió del despacho. Se acercó a mí y se sentó. Le pregunté si ya era hora de irnos. Ella solo negó con la cabeza.
Pasaron un par de minutos cuando noté que la psicóloga salió y llamó a mi nombre. Me paré de la silla y me dirigí hacia donde ella se encontraba. Ella solo me invitó a pasar a su despacho. Entre en su despacho, el cual era algo grande. Tenía diseños y decoraciones infantiles. Todo en la habitación era infantil.
Ella entró en el despacho y cerró la puerta detrás de ella. Ella era una mujer lo bastante joven. Tenía un cabello rubio que caía por su espalda en un moño. No llevaba maquillaje por lo que se veía hermosamente natural.
Se sentó en su silla. Me indicó que me sentara en una en frente su escritorio, yo asentí y procedí a sentarme. Una vez allí sentado sentí un escalosfrío pasear por todo mi cuerpo. Entonces sentí la respiración pesada de alguien a mi lado. Pero en realidad allí no había nadie. Pensé que a mi lado estaba mi padre. Pero aqullas uñas rozando mi piel me hicieron pensar lo contrario.
Entonces la psicóloga procedió a hacerme unas cuantas preguntas básicas. Como cuál es mi nombre y cosas así. Y luego procedió a preguntar la razón por la que mi madre me había traido. Yo solo me encogí de hombros ante su pregunta.
__No quieres contestar, está bien. Te entiendo, eso es un proceso normal.__ Dijo ella con amabilidad en su voz. Yo le respondí con el silencio. __¿Qué pasó anoche? Por qué esa es la razón por la que tu madre te trajo, ¿cierto?__ Me encogí de hombros nuevamente.
Aquellas uñas que rozaban mi piel dejaron de hacerlo. Aunque seguía teniendo escalosfríos. La psicóloga seguía esperando mi respuesta, pero había algo que me lo impedía. Me impedía abrir la boca para dar una respuesta a su prugunta. Esas grandes y frías manos que había sentido anteriormente me estaba cubriendo la boca.
__De acuerdo, ya puedes salir__ Me dijo levantandose de su silla. Abrió la puerta para que yo saliera. __Sra. Wave, venga un momento.__
Me tocó esperar en la sala de espera mientras mi madre hablaba con psicóloga. En cuanto ella salió nos dirigimos al auto. En cuanto nos subimos al auto mi madre lo puso en marcha. Estuvimos en silencio de camino a casa.
Cuando llegamos a casa me dirigí directamente hacia mi cuarto. Cuando entré cerré la puerta detrás mio. Me acosté en li cama y enterré la cara en mi almohada. Dí un grito, que fué silenciado por la almohada. Me empezé a aruñar los brazos. Dolía mucho, pero me encantaba sentir el dolor en mi piel.
Empezé a llorar y a morder mi almohada. Empezé a patalear, tenía una furia interna y no sé porque razón. Apreté mis manos en un puño. Me sentía tan vulnerable.
Entonces me levanté de la cama y me dirigí hacia la cesta de juguetes. La cual derribé y empezé a jugar con algunos de los juguetes dentro de ella. Empezé a tirar algunos juguetes contra el piso. Justo allí quedé dormido.
***
__¿Ves ese cuchillo?__ Asentí. __¿Y ves a ese hombre?__ Volví a asentir. __¡Apuñalalo!__
No me gustaba a donde se dirigía esto. No me gustaba lo que aquella mujer me mandaba a hacer. Ni siquiera sabía quién era esa mujer. Ella no mostraba su cara. Tenía una capucha que le tapaba la cara. Su cabello le llegaba por los tobillos (raro ¿no?). Sus uñas eran largas, parecían cuchillas. Esas uñas no eran para nada delicadas. Eran gruesas y duras como rocas. Tenía sangre seca en sus uñas, era como un color bordó. Sus pies estaban desnudos. Su cuerpo pálido estaba cubierto de sangre algo seca. Estaba abrigada por una túnica color negro.
__¡Pero... yo no quiero!__ Protesté haciendo un puchero. __¡Yo no lo quiero hacer daño a nadie! ¡Y nunca le he hecho daño a nadie!
__¿Encerio?... Tú, tú si le hiciste daño a alguien.__ Fruncí el ceño ante su respuesta. No tenía ni idea de que hablaba. __¿Me vas a negar que no le hiciste daño a tu padre? O... a ese pobre gato. E incluso a tu propia madre. ¿Me lo vas a negar?
Lágrimas salieron de mis ojos y rodaron por mis mejillas. Me sentí dolido ante su respuesta. Y lo peor de todo es que tenía toda la razón. __¡No es mi culpa que ellos me molesten! ¡Tampoco es mi culpa que ellos se apoderen de mí! ¡Soy un niño pero sé que son ellos los que me hacen actuar así!
__Si es verdad que son ellos los que te hacen actuar pues dile que te ayuden a matar a aquel hombre.__ Dijo ella y luego se empezó a reir de mí.
Entonces decidí hacerlo. Me dirigí hacia aquel pobre hombre. Me detuve unos tres metros antes de llegar a él. Me dí la vuelta y me dirigí corriendo hacia aquella mujer. Estaba dispuesto a apuñalarla. Estaba dispuesto a desangrarla. Estaba dispuesto a darle el mismo final que le dí a aquel gato.
En cuanto me acerqué corriendo hacia ella levanté el cuchillo. Señalando su estomago con la punta filosa del cuchillo seguí corriendo. Ella logró esquivar el ataque. Me cogió por el cuello y me levantó en el aire. Dolía mucho, aquella mujer tenía mucha fuerza para ser cierto. Me tiró al suelo, caí sobre mi espalda ocacionando un moretón en mi hombro derecho. Y un gran inchazón en la cabeza. Me volví a levantar para defenderme. Pero detrás de ella aparecieron aquellas horribles... "cosas" que me hacían daño.
Uno de ellos me levantó del suelo y me cogió en sus brazos. Sus cuerpos eran totalmente deforme. No tenían piel se le veía la piel deforme. Especialmente en el area de la cara. Ya que no tenían ojos. Me acorruqué en el hombro de la "cosa". Pero la "cosa" me tiró al suelo. Empezó a hablar una especie de lenguaje raro. Nunca lo había escuchado, no tenía sentido. Pero para ellos sí. Me dirigí hacia una de esas "cosas" para golpearla. Pero antes de impactarlo con un golpe me dió un puño y caí en el suelo. Tenía moretones en toda la piel.
Justo en ese momento desaparecieron quedando allí la mujer y yo. Pero también estaba el hombre, todavía seguía de espalda. Sin reccionar ni ejecutar un solo movimiento en todo ese tiempo. Aproveché la distracción de la mujer y logré mi propósito principal. Impactarle el estómago.
Tenía tanta curiosidad de averiguar quien era. Levanté la capucha y era imposible lo que veía. __¡NO! ¡¿QUÉ HACES TU AQUÍ?! ¡¿POR QUÉ RAZÓN HACERLE DAÑO A ESE HOMBRE?! ¡TÚ ERES MI... NO PUEDE SER POSIBLE! ¡TÚ SÍ ERES MI...
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Come Home, Daddy
KorkuTyler era un niño como cualquier otro, hasta que se vió afectado por una serie de eventos en su vida. Por esa causa Tyler no podía interactuar con otros niños. Se la pasaba sólo hablando con nadie en específico. Este niño de 9 años presentaba trauma...