Cap. 1: El Accidente

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Me llamo Rin Kagamine, tengo 14 años y me acabo de mudar de Misaki a Tokio, por el trabajo de mi papa, el tiene una empresa que se encarga de repartir pescado a todo Japón, y como el atún de Misaki es muy conocido, le ofrecieron trabajo en una de las pescaderías mas importantes de todo Japón, y por su culpa lo deje todo atrás...

A mis amigos, mi secundaria, mi novio...

Pero no todo esta perdido, mañana inicio mi primer día de escuela, en mi otra escuela era la chica mas inteligente de todo el salón, inclusive de la escuela, todos los chicos estaban enamorados de mi, pero yo no quise a ninguno, solo serian una distracción para mi futuro académico.

Me levanto de la cama, lista para ir a la escuela, me doy una ducha y me visto para bajar a desayunar, preparo mis útiles y me voy a la escuela, nunca me gusto que mis padres me llevaran, siempre me gusto irme sola, ya sea en bicicleta o caminando, hoy decidí irme en mi bici, para llegar temprano y no dar una mala primera impresión a mis maestros y compañeros.

Al salir de mi casa pedalee por la calle unos 15 metros,  fue entonces cuando vi la avenida, mi calle estaba cuesta abajo y no podía frenar, entre en pánico y empece a gritar, fue entonces cuando sentí un fuerte empujón por mi costado derecho, alguien se había aventado para salvarme.

El tenia un hermoso cabello rubio que brillaba con fuerza por la luz del sol, en cuanto caímos en el suelo el se dio la vuelta para que yo no me lastimara sobre la caída usando su cuerpo para amortiguar mi golpe. 

-¿Estas bien?-   

-Este... si, gracias por salvarme-   

-No fue nada, pero, ahora tu bicicleta esta hecha pedazos, ¿a donde te dirigías?-

-A la secundaria Ongaku no Kissu-

-¡Que coincidencia!, yo también me dirigía hacia esa secundaria, ¿eres de nuevo ingreso?-

-Si, me llamo Rin Kagamine, ¿y tu?-

-Yo me llamo Len Kagamine, es un placer-

-Len...-

En ese momento un torbellino de recuerdos vino a mi mente, recordaba haber escuchado ese nombre antes, pero no podía recordar en que lugar, me venían a la mente castillos enormes y plazas publicas,  bosques frondosos y oscuros, ciudades olvidadas por el pasar de los años, inclusive escuelas, pero ningún lugar en especifico...

-¿Pasa algo?- me pregunto el

-Este, no, nada-

-Esta bien, me tengo que ir, fue un gusto conocerte, hasta luego-

-Ha, hasta luego-.

Al ver su rubia cabellera moverse con el viento sentí una presión en mi pecho, algo que no había sentido nunca antes, ni si quiera con el... ni si quiera con... Kaito...

Amor de secundariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora