Dentro de un largo camino se encontraba un hombre, un hombre perdido, sin rumbo ni dirección, un hombre que solo se dejaba guiar por el sonido del viento; aquel hombre cada día de su vida preguntaba al viento ¿A dónde me llevas?, ella responde - Te llevare a un lugar donde no puedas ser tú mismo, un lugar donde no podrás escapar del desespero, un lugar donde solo reina la soledad, un lugar del cual no puedas escapar, un lugar donde nadie te pueda encontrar.
Al escucharla sentía como perdía mis fuerzas, sentí como se iba poco a poco mis ilusiones, mis sueños y mis deseos; sin más remedio deje que ella fuera quien me guiara a aquel mundo que con el tiempo deseaba conocer.
Un día, no muy normal, al mirar el cielo note un pequeño lucero, al admirarla pregunte de nuevo ¿Qué es eso?, ella de nuevo respondió - No es nada, no tienes porqué preocuparte, tan solo sigue tu camino. Sin entender porque me lo decía agache mi mirada y continúe, al siguiente día lleno de curiosidad opte por alzar mi vista pero aún seguía allí ; una vez más lleno de curiosidad pregunté ¿Qué es eso? de nuevo era la misma respuesta vacía. No puedo definir bien cuánto tiempo ha pasado desde que he visto aquel lucero solo se que no dejo de contemplarla. Un día totalmente decidido y conociendo la respuesta que me daría decidí por preguntar una vez más, ¿Qué es eso? si me vas a responder con tu respuesta tan vacía es mejor que no lo hagas pero si te pido que por favor aunque sea déjame conocer qué es lo que siempre veo al caer la noche, sé que en tu mundo jamás volveré a ver una luz igual como la que siempre veo y ha logrado despertar un interés en mí solo te pido ¿Qué es lo que veo en cada anochecer?; sin más remedio y después de tanto insistir al fin conocí tan anhelada respuesta...
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Una hoja en blanco
Fantasia"Quizás lo más difícil al escribir sea el inicio, pero, ¿Por dónde empezar"
