Habían pasado a bailar las primeras dos minas, ninguna era algo así como espectacular, pero tenían lo suyo. Pasó la tercera y lo mismo. Todas bailaban la misma canción, e Virtual Diva de Don Omar, un reggaetón viejo que nunca pasa de moda. No era fanático del reggaetón, pero esa canción era muy conocida de los tiempos pokemones.
Hasta el momento la que más me había gustado era la dos. Pedí una cerveza y aplaudí por la tres, tenía buena raja la mina, qué les puedo decir.
Ahora venía la Amaral. La presentaron como la "número 4".
Bueno...
Cómo decirlo...
Cuando dije que bailaba bien conmigo y que yo creía que era una visión mía por el ambiente, no estaba equivocado, nada equivocado.
La weona era seca bailando. Es que no puede ser una tipa que baile sólo por diversión, debe ser bailarina profesional o algo así. Ella sabía que si se subía al escenario iba a ganar. Weon, se puede abrir de piernas y hace weas medias raras a lo Tomás Gonzales.
Pero se ve sexy, caliente y hermosa, pero sobre todo caliente.
Los hombres de la disco estaban como locos gritando obscenidades y cosas que yo solo me atrevía a pensar.
Menos de 2 minutos arriba del escenario y ya tenía toda clase de posiciones que tenía pensado hacerle. Sí, estaba caliente, pero es que ¿Quién no con semejante espectáculo?
Terminó de bailar y se fue por donde se había ido antes con una lluvia de aplausos y gritos. Pobre mina que viene después de ella, de verdad, me compadezco de ella.
Cuando terminaron todas a bailar subieron todas al escenario, pero ya había una ganadora indiscutible y era mi pareja de esta noche. Caminó hasta mí con una sonrisa una vez que bajó del escenario y me abrazó.
-¿Y?- preguntó ella tomando de mi vaso de cerveza- ¿Cómo salió?
-Tú sabías que ibas a ganar.
Ella me dio una sonrisa culpable y dejó el vaso en la barra.
-Puede ser, ¿pero salió bien?
Asentí, ella se puso de pie y salimos de la disco. Caminamos la mayoría del camino hacia el auto en silencio. Nos subimos al auto y al encenderlo pude ver que eran las 2:45 de la mañana.
-¿Eres bailarina o algo así?
Ella me miró y sonrió.
-No te diré- dijo poniéndose la chaqueta, no pude evitar echarle un vistazo a sus tetas, tenía lo suyo.
-¿Por qué no me vas a decir?- pregunté confundido.
-Tú no me has dicho a lo que te dedicas.
-Pero si te dije que soy un mantenido.
-¿O sea que un mantenido por su madre se compra un mouse de casi 50 lucas?- me preguntó alzando una ceja.
Me cagó.
-Bueno, quizás me cagaste con eso-reí y la miré poniendo en marcha el auto- intenta adivinar en qué trabajo.
-¿Eres un hacker?
-Casi- reí y la miré, ella estaba mirando atenta el camino- ¿Por qué sería un hacker?
-Por el mouse y lo que estudiaste, supongo, no sé- dijo riendo por lo último- te imagino también como un diseñador, programador o algo así.
Solté una risa estruendosa. Me acordé de la página para los cuadernos.
-¿De qué te ríes?- preguntó ella sonriendo.