Damon Albarn: Mi corazón y el tuyo (One Shot)

Mi corazón y el tuyo

Damon estaba sentado al lado de la ventana y yo estaba en la cama escuchándolo cantar y tocar la guitarra.

—Podría escucharte siempre.

Después de recogerlo del aeropuerto e ir a comer, estábamos en su casa pasando el tiempo.

Había estado de gira por meses y Damon me dijo que la banda planeaba componer canciones para un nuevo disco.

Se levantó y dejó su guitarra en la silla, fue a la maleta que estaba tirada en el piso y la abrió.

—Cierra los ojos.

Los cerré y escuche como sacaba cosas y luego sentí que un lado de la cama se hundía.

Sentí que algo me hacía cosquillas en los pies.

—Damon, ¿qué estás haciendo?

—Shhh, todavía no los abras.

Ahora sentía que recorría mis piernas y me ponía ansiosa.

Era algo suave, también sentía los dedos de Damon subir por mi cadera y de ahí a mi vientre.

Se detuvo ahí y sentí como dejada algo.

—Ahora ábrelos.

Era un osito que sostenía una cajita azul.

—¿Qué es esto?

Agarre el oso que tenía una playera puesta que decía "I love you" y miré a Damon.

—Pues ya sabes, no quería llegar con las manos vacías. Abre la caja.

—Gracias Damon pero sabes que no tenias que hacerlo, lo que me pone feliz es cuando llegas a casa y estamos juntos.

Damon se había acostado y puse al oso entre nosotros.

Agarre la caja y la abrí, el interior era blanco y tenía un collar con un corazón.

Sentía un montón de cosas, miles de mariposas en el estómago y una alegría que tal vez se podía ver en mis ojos porque Damon me sonreía.

Me senté y él también, entonces Damon agarró el collar y me lo puso.

Era hermoso, tome el corazón para verlo mejor y noté que tenía nuestras iniciales.

—Para cada vez que no este contigo al menos tendrás mi corazón cerca.

Lo tome de la cara y lo bese, él me devolvió el beso y me dio un abrazo.

—Damon, te amo demasiado.

—Y yo a ti.

Nos quedamos acostados y platicamos de cómo le había ido en la gira, se la había pasado bien pero dijo que no era lo mismo sin mi.

Platicamos hasta que los dos nos quedamos callados y solamente se escuchaban nuestras respiraciones.

Pude notar como nuestros latidos iban al mismo ritmo, estaban sincronizados.

Y por un momento pensé que realmente compartíamos el mismo corazón.