Un día diferente.

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Como solía hacer cada mañana me levante temprano, creo que a pesar de aún no salir el sol ya me había acostumbrado a levantarme a la misma hora, ese día era tan gris, de hecho todos los días pasados eran de igual manera, probablemente seguiría así por unos días más según el pronóstico, recuerdo claramente que desayuné rápido, a pesar que mi madre me rengañaba por ser apurada al comer, es que mi anciedad por salir de la casa era muy fuerte...no es que mi família me sofocara, para nada mis padres eran muy dulces, nací en una familia muy amorosa, ja! Siempre terminaba suspirando cada vez que veía amis padres besarse con tanto cariño, sí creo que herede eso de ellos, lo admito soy muy romántica, a tal punto de soñar cada noche con el famoso príncipe azul...como decía,mi família es muy bien constituida casi como esas películas de romance que todo es color de rosas, mi madre Aurora y mi padre Edgardo son lo que suele llamarse "la pareja perfecta" ambos bellos en exceso o por lo menos yo los veo así, yo por mi parte nací bajo la luna 25 del mes de diciembre, sí lo sé es Navidad, otro motivo para que mi família fuera envuelta en amor, en fin! Creo que me salí del tema principal, en donde estaba... ah sí! Esa mañana salí rápido bese a mi madre en la mejilla y a mi padre en la frente, era un día sabado, con mi canasta y una caperusa camine por las calles de mi pueblo, creyendome Caperucita roja iba cantando jaja, solo me faltaban los pajarillos acompañandome, estaba apurada por llegar al centro...bueno el centro no tan centro, en el pueblo donde yo vivía creo yo que no había más de 500 personas, sí es pequeño, en el centro, no muy lejos de mi casa sabía haber un zona donde todos los comerciantes del pueblo ponen sus puestos de venta, allí me dirigí sin prisa pero sin pausa, llegue en poco tiempo, observaba muchas cosas, tanto antiguas como novedosas, iba a ese lugar con un propósito, al día siguiente en mi escuela harían un baile...de solo pensarlo me sonrojo de nuevo, estaba en el último año del secundario o como en otros países dicen en la preparatoria,caminaba por las calles buscando tela, una tela que fuese bella y delicada, quería hacerme un vestido bonito para el baile, creo que me sentía como cenicienta en esos días, pensaba encontrar a mi príncipe en aquel baile, pues encontré unas telas bellísimas, oh sí! Era de un rosado muy bonito, el rosa no era mi color favorito pero digamos que era delicado para un vestido, compre esa tela y busque unos zapatos, no muy altos ya que pensaba bailar toda la noche con el que sería mi futuro esposo, o bueno hasta que me tocara volver a casa jeje mi padre seguramente me pondría horario, recuerdo que encontre unos zapatitos, me los probé y me quedaron! Estaba emocionada, salí rápidamente del puesto con mis zapatos nuevos y las telas... pero estaba tan apurada que sin mirar choque con un apuesto joven, jeje seguramente pensarán que él sería mi príncipe, hmm los dejaré con la duda por ahora y les narraré ese momento.
Disculpeme señor, no fue mi intención golpearle, estoy apurada y no le vi...
Dije luego de apartarme del hombre ya que había quedado pegada a el sin querer, era un joven tan apuesto, su cabello era castaño oscuro, no precisamente negro pero casi, sus ojos eran marrones me recordaban al dulce de leche, era alto o yo muy bajita jajaja,él se sonrió acomodando su gorro, su sonrisa valla que era bonita, de seguro se cepillaba los dientes a diario porqué estos brillaban como perlas.
Disculpadme usted joven damita, también venía distraído y no la ví, ¿se encuentra bien?
Yo suspire y le dije que estaba bien, este me hizo una reverencia, se nota que es muy educado, sonreí nuevamente y me aleje de él, volví a mi casa y sin contarle nada de esto a mi madre me sente en la silla junto a la maquina de coser para crear mi vestido...

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