Una noche que no recordare

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Con un poco de dificultad, Kanda Yuu abrió de a poco sus ojos.
La cabeza le palpitaba y estaba un poco mareado. Después de todo ahora su cuerpo era más frágil que antes o más bien dicho, ahora era el de un humano normal.
Se sentía de tal manera puesto que la noche anterior, había bebido demasiado, tanto que solo recordaba vagamente algunos pasajes de lo que había hecho.

Sentado en la parte izquierda de la cama se encontraba con su cabello completamente suelto y con una cobija cubriendo la parte inferior de su cuerpo, dejando al descubierto un torso bien trabajado. Paso sus manos sobre su cabello, mientras que recobraba por completo la compostura para después percatarse del acompañante a su lado.

Al girarse noto la espalda desnuda de una mujer que yacía dormida a su derecha.
Antes de hacer cualquier otra cosa, elevo las cobijas y cuál fue su sorpresa al verse a sí mismo totalmente desnudo.

"Demonios"

Observo detenidamente la figura de la mujer tratando de recordar los hechos de la pasada noche.

Seguro era que había tenido sexo con la chica, sin embargo, el que siempre fue cauto en cuanto a temas de faldas y diversiones pasajeras, se encontraba muy desconcertado.

Sin meditarlo mucho, inmediatamente comenzó a vestirse, pensaba abandonar el lugar antes de que la mujer se despertara. Sería un suceso en su vida que borraría de su memoria.

La chica hizo algunos ruidos entre sueños a la vez que cambiaba su posición en la cama.
Kanda como un acto involuntario se giró a ver a la chica encontrándose a si con la mirada fija de ella.
Ambos impresionados permanecieron estáticos mirándose fijamente. Antes de que el moreno desviara su mirada y le diera un rápido vistazo al pecho descubierto de la mujer. Ella al percatarse de la acción con un rostro sumamente avergonzado, rápidamente se tapó con la cobija.
En tal acto había perdido el equilibrio, siendo así que cayó con fuerza sobre el piso.

Durante escasos segundos permaneció tendida sobre las cobijas, que había amortiguado su caída.
Quería estar lejos del punto de mira de su acompañante de cama.

Poco después, recobro la compostura y se puso de pie.

-¡¿Que hice?!- pronuncio a la vez que violentamente sacudía sus cabellos-Soy Suzuki Aida...?tu eres?- esta vez parecía más calmada.
-Kanda-

Tal acción extraño al espadachín. Sin embargo después, volvió a retomar su tarea.

La joven al verlo de espaldas y sujetándose el cabello en una coleta, se dispuso a vestirse también.

Cuando Kanda estaba listo se paró y comenzó a caminar rumbo a la puerta, donde antes de salir miro de reojo a la chica que ahora, ya tenía puesto un sujetador y lo último que le faltaba para estar presentable era colocarse su blusa.

Sin lugar a dudas aquella mujer era una completa belleza. Su cuerpo tenía una linda figura: una cintura pequeña, unas anchas caderas, piernas tonificadas, un pecho mediano y su rostro... poseía unos hermosos ojos azul zafiro, unos labios gruesos y una larga y sedosa cabellera rubia ceniza.

-Vayamos a bajo- le dijo ella a la proximidad.

Caminaron a un paso moderado a través de un largo pasillo con constantes puertas y lindos adornos, los cuales Kanda aprecio con especial cuidado, al final de este había unas escaleras de concreto, por las cuales finalmente bajaron.

La chica se detuvo al final del ultimo escalón, observando como el nipones continuaba con su caminata.

-¿Esta es tu casa?- pregunto con indiferencia el exorcista deteniendo su paso, en medio de la sala de estar.
-Si- se limitó a contestar ella.

Contemplo con detenimiento el ordenado y limpio lugar.

"Que extraño" pensó.

La rectitud del lugar, el aire fino de la joven y su comportamiento, eran aspectos que no parecían concordar con alguien que solo había sido un compañero sexual de una noche.

De cualquier manera eso no era algo importante. Debía apresurarse en cumplir su misión y regresar de inmediato a la Orden. Por tal, se encamino hasta la puerta principal y por consiguiente se retiró del lugar.

La chica, que ahora se encontraba a solas lanzo un suspiro al aire.
Su rostro dentaba preocupación y un poco de confusión.

-¡No puede ser!- grito con decepción-Que estupidez hice- Afirmo.

Se dejó caer de sentón sobre el escalón a la vez que miraba fijamente la puerta por donde Kanda había salido.

"Sin embargo, era un hombre muy apuesto" pensó vagamente.

Sacudió se cabeza en ademan de olvido, regresando a sus pensamientos de culpa.

La chica recientemente había rompido su compromiso con su prometido, a causa del engaño de este último, dejándole una terrible decepción y un gran dolor en el pecho.
La noche anterior había decidido salir a beber un poco para olvidar sus penas (a sugerencia de una de sus amigas), más nunca imagino, que después de aquello se encontraría con un hombre desconocido en su cama
Ahora solo le quedaba un sensación de desaprobación para si misma.

"Ese hombre era un exorcista"

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Habían pasado varios meses desde que, Kanda Yuu, había tenido un encuentro trascendental después de una noche de copas.

Se propuso olvidar el asunto, pues según él, no era algo lo suficientemente importante a tener presente. Sin embargo, una que otra vez recordaba el rostro de la chica y su sorpresa al verla desnuda, estando ambos en la misma cama. Después de todo aquel encuentro con la rubia, había sido su primera experiencia con una mujer estando en ese cuerpo que tenía.

En retrospectiva podía asegurar haberse mantenido firme y distante en cuanto a relaciones interpersonales se refería y sobre todo del tipo amoroso. Para el, como exorcista(a pesar de aborrecer la orden) su deber estaba en el campo de batalla en contra de los Noe y akumas.

Ahora, por asares del destino tal vez, estaba nuevamente en esa ciudad por una misión que le había encomendado Komui.

Caminaba tranquilo por la acera en busca del punto de reunión con el grupo de buscadores, cuando en su punto de mira entro aquella bella mujer que lo había cautivado (hasta cierto punto).
Llevaba bolsas de la compra, pero eso no fue lo que capto su atención, sino que su esbelta figura se había perdido.

El hijo de Kanda Yuu "Un pequeño chico bonito" (D.Gray-Man)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora