Capítulo 3

65 4 1
                                    


Día tres, siento cómo el virus consume mi vida poco a poco. El resfriado, que me he contagiado por culpa de mi papá, me está matando. Eso y la soledad  que siento sin mis amigos.

Estaba desayunando, porque de todas formas debo ir a la escuela. Daniel y yo habíamos pospuesto la tarea para hoy, viernes, con la intención de que mi resfriado pasara. Cosa que no funcionó.

-Alex, te llevaré a la escuela, estás muy enferma -me miró mi mamá.

Acepté sin duda alguna, mis mocos me quitaban todos mis ánimos para hacer algo, luego de terminar de desayunar subí a buscar mis cosas y encontré a mi mamá subiéndose al auto pero antes hizo una pausa y me miró.

-¿Así vas ir a la escuela? -dijo mi mamá.

-Si, ¿Algún problema? - dije.

-No... Y después dice que porque no tienes novio -dijo "para si misma"

-Te escuche -dije subiéndome al auto.

Luego de que mi mamá me dejara en la escuela fui a buscar algunas cosas al casillero.

-Lindos pantalones -me detuve, había reconocido la voz. Era un de los amigos del imbécil de Aaron, el que más me desagradaba, para agregar-. Te vienen.

Miré mis pantalones, y noté la razón por la que estaba molestando. Traía los pantalones de pijama, los de gatitos.

-Hay días tontos -seguí sacando mis libros-, así como tú.

-¿Aún sigues resentida por lo de Aaron? -estaba aguantando mis ganas de golpearlo-. Acepta que el prefería a esa chica.

-Acepta que tú corrompiste al chico -respondí-. El no habría sido capaz de hacer eso.

-Pero sabes que el tomó sus propias decisiones -no iba a negar que él si tenía la razón-. Si no hubiese querido hacerlo, no lo habría hecho.

-Basta -cerré mi casillero con fuerza-. No voy a permitir que sigas recordándome que tan miserable y estúpida pude haber sido hace dos años. Adiós.

Me  di la vuelta, y cuando iba a caminar volvió a hablar.

-Pero ahora puedo admitir que si es feliz y esta con alguien que sí quiere de verdad.

No resistí más, me cansaba el tema. Si, había sufrido por ello, pero no iba a dejar que me recordara mi pasado. Estaba a tan solo un metro de él, y aproveché la oportunidad, me giré lo más rápido que me permitía mi cuerpo y golpeé su nariz. 

-¿Que te pasa?-dijo tocando su nariz que estaba empezando a sangrar.

-Eso te pasa por hablar demás, ese tema ya es pasado -dije elevando un poco la voz.

-Pues, parece que no lo has superado porque estas tan enojada que pareciera que lo que pasó con Aaron hubiese sido ayer -sonrió con ironía.

-¡Lo superé! Tu eres el que no me deja de molestar. Esta bien, jamás tuvimos una buena relación, pero no por ello debes estar recordándome algo que ocurrió hace dos años -retracté-. Al parecer tu eres el que no superó que tu mejor amigo se metiera con la chica que te gustaba.

-¿Te lo contó? -dijo sorprendido.

-Sí, me lo dijo. Y si me permites decirlo, no eres lo suficientemente bueno para ella -respondí enojada.

-¡Mentira! Tú estás inventando eso porque... ¡Estás enojad... -no logró a terminar porque llegó un profesor a llamarnos la atención por el escándalo que teníamos. Así que nos citó a detención el sábado.

Dios mio, es la primera semana de clases y ya me habían castigado. Lo peor es que es sábado y con el estúpido de Andrés.

(...)

Ya me había acostumbrado a que siempre el mismo profesor me pillara con las manos en las masa. Habíamos acordado que nuestro castigo sería trabajar en la biblioteca durante el sábado.

Iba de camino a casa, porque no olvidé que Daniel iba a venir por lo de la tarea y mi mamá me dijo que debía ordenar porque era un desastre, no podía traer gente a la casa luego del desorden que habíamos hecho.

Daniel me contó que había hecho algunos amigos y que lo habían invitado a ver un partido de fútbol para unirse al grupo o algo así. 

Y eso me recuerda que debo inscribirme para entrar en el equipo de natación, ya saben, para estar en forma. Además necesito participar en actividades extracurriculares para poder conseguir una beca en una universidad decente.

El camino se me había hecho corto entre tantos pensamientos y en cuanto llegué fui a parar a la cocina a beber algo. Luego de eso comencé a ordenar un poco por la casa, ni yo ni mi mamá queríamos que Daniel creyera que eramos unos vagabundos.

Estaba tan concentrada en mis asuntos que me demoré en darme cuenta que mi celular sonaba. Contesté.

-¿Qué ocurre? -le pregunté a Daniel.

-¿Sabes...? -titubeó-. Creo que me perdí de camino a tu casa.

-Pero...¿En qué calle estás? Para ir a buscarte.

-No sé nada Alex, sólo llevo una semana aquí -me habló preocupado-. Tengo miedo.

-Bien, quédate donde sea que estés, yo iré.

-Ok.

Corté la llamada y tomé una sudadera cualquiera para salir a buscar a Daniel. Caminé aproximadamente dos cuadras, tal vez ni siquiera una y lo pude ver a lo lejos.

-¡Oye! ¡Daniel!

Se giró rápidamente y empezó a correr hacia mi, mientras lo oía gritar "¡Amiga!"  y yo corri hacia el gritando "¡Amigo!" como completos estúpidos. Y cuando ya estábamos en el piso nos dimos cuenta que estaba mojado.

Luego de reírnos sobre nuestras caras al caernos, llegamos a mi casa y entramos a mi habitación.

-¿Qué tal si comenzamos con la tarea? -dijo Daniel.


***

Is it too late to say I'm sorry now?

Un mes, un maldito mes. Bueno casi, mañana se cumplía el mes hgdvheb ya la wea es mi culpa, estaba "ocupada" sacándome malas notas, tamo' buscando liceo. Y eso, perdón.

Salimos de vacaciones eh eh eh hvcdhcv





















****

¡Holis!


Weird Girl        |Actualizaciones muy lentas|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora