Maca y Rizos Vis A Vis Fanfic

Capítulo 1 Maca entra en la cárcel y conoce a Rizos

Macarena POV

Voy a entrar en la cárcel, no entiendo como he podido ser tan tonta de robar por el amor de un hombre que me ha traicionado y ha huido. Hoy, es el día en el que entro en ese lugar, no sé lo que me espera, es un lugar peligroso. Entro voluntariamente, por lo que llego a la entrada de la cárcel, donde una mujer me dice que deje mis objetos personales en una bandeja, después una chica de piel oscura y unos rizos muy llamativos, me sonríe y me da el uniforme que tengo que ponerme. Paso a una sala, donde me pongo el uniforme, salgo y la mujer que he visto al principio me lleva hasta mi celda, la número 225. Donde veo a dos mujeres, sentadas en sus camas y me siento en otra cama que hay libre.

Maca: Hola, yo soy Maca. Soy nueva en la cárcel.

Sole: Yo soy Soledad, me llaman Sole, la mami de la cárcel.

Anabel: Así que tú eres la nueva. Eres guapa y tienes buen cuerpo, me podrás servir.

Maca: Perdone, no la entiendo.

Sole: Ella no va a ser otra más de tus chicas.

Anabel: (gritando) ¡Tú, te callas asadora!

Sole: (enfadada) A mí, no me vuelvas a llamar así.

Anabel: Entonces, no te metas en lo que no te importa.

Maca: No quiero que se peleen por mi culpa.

Anabel: Tú, no te preocupes cariño. ¿Por qué te han metido en la cárcel?

Maca: Robé por amor.

Anabel: Yo te puedo ayudar a demostrar tu inocencia.

Sole: No aceptes su ayuda.

Anabel: (gritando) Ya te he dicho que te calles.

Maca: Gracias, pero ya tengo un abogado.

Anabel: Pero, yo te puedo prestar a mi abogado, es uno de los mejores abogados del país.

Maca: No tengo dinero para pagarle.

Anabel: Me caes bien, yo te lo pago.

Maca: Se lo agradezco mucho.

Anabel: No me tienes que tratar de usted, vamos a hacer muy buenos negocios tú y yo.

No entiendo la actitud de esta señora, parece que le caigo bien, pero no sé por qué me quiere ayudar de forma desinteresada, no me termino de fiar de ella, pero lo único que quiero es salir de la cárcel, tengo que aceptar su ayuda, no tengo más opciones.

Pasan las horas, Sole ha salido al patio, Anabel también se ha ido, yo sigo en la habitación pensando en lo que me espera en esta cárcel, espero poder salir pronto de aquí. De pronto, entra Anabel acompañada de otras presas.

Anabel: ¿Cuánto me dais por ella?

Presa 1: Yo más de 300 euros, no te doy.

Maca: (desconcertada) ¿Qué está pasando?

Anabel: Que me lo he pensado mejor y no te voy a ayudar, te voy a vender.

Maca: (gritando) Yo no soy de tu propiedad, no me puedes vender.

Presa 2: Yo te doy 500 euros, pero me tienes que dejar probarla primero.

Maca: Voy a hablar con la directora.

Anabel: (cogiendo a Maca) Tú, de aquí no sales hasta que no te venda.

Presa 3: Yo te doy 600 euros y es mi última oferta.

No puedo creer que esta señora que parecía tan amable, me vaya a vender y menos a una mujer. Tengo que gritar y conseguir que alguien me ayude. Cuando la presa, le va a pagar el dinero a Anabel, entra la chica que me dio el uniforma cuando entré en la cárcel, quizás ella me ayude.