CAP 3: Aquí acaba mi trabajo

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Al encenderse la luz, se vislumbró ante Stanley un gran pasillo azul cielo con una puerta a cada lado, el final del pasillo se torcía hacia la derecha, dando lugar a la puerta de los ascensores que llevaban directamente al garaje Stanley hizo este recorrido, pero al girar a la derecha vio que la puerta de los ascensores no estaba, no estaba averiado, ni desmontado dejando a la vista el gran respiradero por el cual circulaba el ascensor, simplemente; no estaba. Nada. Pared. Stanley pensó que se había equivocado de escalera, así que se dio la vuelta, dispuesto a volver a subir para re direccionar su camino, pero a darse la vuelta, el pasillo acababa ahí, había una pared, indicando el final del pasillo, Stanley se frotó los ojos y caminó hacia atrás esperando tocar la pared, dando por entender que se había quedado atrapado en aquel rectángulo de ladrillo, pero no notó pared alguna a sus espaldas, frente a este extraño dilema, Stanley se dio la vuelta y vio un pasillo que acababa con un desvío a la derecha, dio un salto del espanto ante aquella realidad tan ficticia y poco creíble. Stanley echó a correr en aquella dirección esperando encontrar la puerta del ascensor, pero no todo iba a ser tan fácil.

Al acabar el pasillo y girar a la derecha, se encontró con la misma y horrorizante visión; el pasillo que acaba en pared, Stanley se tranquilizó, respiró hondo y se dijo a sí mismo <Todo esto es un sueño, relájate, Stanley estás teniendo un simple sueño, tranquilidad...> Stanley cerró los ojos lentamente...sintió la cálida sabana sobre su cuerpo, y el confortable y tranquilizante peso del colchón a sus espaldas...todo es un sueño, abriré los ojos y llevaré a los niños a la escuela...es...un...simple...sueño...y cuando Stanley abrió los ojos; todo seguía ahí, TODO -¡¡¡Yaaaaaaaaaarrrrrrrrrghhhhhhh!!! ¡¡ahhhhhhhhhhhhhhhh!! ¡AYUDA!- Gritó Stanley mientras se agarraba el pelo y hechaba a correr, viendo como la estancia se repetía un y otra vez –¡¡Por favor, ayuda!! ¡Que alguien me ayude!- Stanley empezó a llorar sin dejar de correr, notaba como la sangre le subía a la cabeza- ¡Me llamo Stanley!, ¡Soy real! ¡Tengo un trabajo! ¡Que alguien me ayude, por favor! ¡Sé que esto no es real, yo soy real! ¡POR FAVOR!, Stanley no dejaba de correr, siguió corriendo y corriendo mientras gritaba ayuda, hasta que de repente, TODO SE DESVANECIÓ...

Esta es la historia de Mariella, Mariella se ha despertado hoy, se ha dado una ducha, ha juntado sus pertenencias y se ha ido hacia su trabajo, pero algo la sorprendió en su camino, vio a un hombre tendido en el suelo, en el borde de la acera, aquel hombre había corrido por todo el pueblo mientras gritaba como un loco. Mariella llamó a la ambulancia e hizo demanda a un transeúnte de que se quedase con él mientras venía la ambulancia, pues era la segunda vez esta semana que Mariella llegaba tarde al trabajo. Antes de irse, se quedo unos breves instantes mirando a aquel misterioso hombre tendido en el borde de la acera. <Que suerte tengo de estar cuerda de mente, mi cabeza funciona perfectamente, sé lo que es real y lo que no, hay cierta gente que no tiene esta capacidad> miró a aquel hombre una vez más, y se marchó.

THE STANLEY PARABLE. THE END.

By: Ptah Kishnet

(DEDICADO A TODOS MIS SÓCIO-PARADOJO-MENTALES AMIGOS... ¡Se os quiere!)

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⏰ Última actualización: May 08, 2016 ⏰

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