Parte 1

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                                              Genos, un joven rubio de quince años, ya cursaba el primer año de preparatoria y sentía los nervios hasta los cielos. Por suerte se encontraba en el baño, nadie notaría su estado por el momento, pues con el corazón en la mano y las piernas temblorosas no daría una imagen confiable.
— ¿Por qué...? ¿Por qué...? Carajo... —trataba de no soltar innecesarias lágrimas.
Tuvo suerte en serio de no colapsar en medio de los pasillos dentro del receso, escuchó un susurro bastante desagradable hacia él y su familia, mencionado por un compañero de su clase el cual le reconoció la voz y disparado se dirigió al baño sin hacerlo parecer una urgencia interna o algo así. Una vez pensadas las cosas, salió del cubículo donde estaba, lavándose las manos, yendo a su aula como si nada hubiese ocurrido, con su típica cara de póquer.
Otro golpe de suerte obtuvo al ver que el profesor de ese horario no llegó todavía, así que sin problemas se sentó en su pupitre luciendo cansado, en un disimulado bostezo sacó un cuaderno con una imagen en la portada poniéndose a garabatear, dibujar, escribir, de todo. No tenía problemas en sus notas o en su comportamiento, quería a toda costa pasar desapercibido, aunque por comentarios de sus compañeros y conocidos de estos se burlasen de él y le imposibilitaran la vida tranquila.
Paró en seco con el lápiz a punto de terminar la línea perteneciente a un brazo, la soledad y la compañía no le interesaban, si recibía una u otra las aceptaba. Me importa un pomo, pensó. Supo que la soledad subía el porcentaje, mas se dijo a sí mismo que si recibía la soledad a consecuencia de sus acciones, la aceptaría, ya que sería lo que le tocase. Volvió al trazo del lápiz, quiso dejar los asuntos emocionales de lado, meh, será después.
Tocó la campana de salida, pasaron horas de aquel momento del baño y la chispa en clase. Organizó sus cosas con calma, tomó su maletín y salió de su asiento despacio y sin apuro, su salida se vio frustrada gracias al brabucón de su clase, qué manera de terminar el día.
—Oye marica, ¿te vas tan pronto?
— ¿Te importa? Me voy —avanzó unos pasos pero el contrario parecía insistente en molestarlo bloqueando la puerta.
—Momento imbécil, tú no te vas de aquí sin recibir una paliza de la buena.
—Tú la necesitas, a mí no me metas.
—Eres valiente, pero no lo suficiente como para golpear... —antes de terminar su frase, el blondo le esquivó muy hábilmente sin mirar hacia atrás.
—Dices ser el más rudo, sinceramente no me importa cómo te proclames.
— ¡Serás...!
—Hasta luego, idiota.
Siguió con su caminar sin aún mirar a sus espaldas, le hacía caso y empeoraría su estado de ánimo ganándose puros moretones o un ojo morado inútilmente. Camino a casa, a apenas unas cuadras, pasando desapercibido por un callejón, vio a un chico de cabello negro despuntado para todos lados, camisa blanca y pantalones deportivos cortos siendo acorralado por un hombre de apariencia yankee (americano postizo), no pudo ver sus ojos sin embargo juró que no sintió nada; ¿cómo mierda hizo para suponerlo? Estaba a punto de ser violado y no sentía nada, quizás aquel acto formaba parte de un trato, o lo hizo por cumplir su trabajo o de verdad se convertiría en víctima de acoso sexual.
Decidió ignorar el asunto continuando con su camino, sabría por casualidad más tarde del cómo terminó el sujeto. Al abrir la puerta de su hogar, encontró una nota en la mesita de la sala de estar, la que decía lo siguiente: "Hijo, tuvimos que irnos por una urgencia que se nos presentó. Te dejamos la cena lista, ojalá y regresemos pronto. Te queremos". El afecto de sus padres hacia él apenas y lo mantenía en pie, siempre estaban ahí para Genos, no le interesaba si no los encontraba materialmente, en su corazón ya permanecían.
Primero subió las escaleras y se instaló a su dormitorio para dejar sus cosas y cambiarse, luego fue a la cocina a verificar su cena, la prepararía cuando llegase la hora de comer, guardándola por el momento en el refrigerador. Volvió a su habitación para terminar los deberes escolares y estudio, cuando terminó con todo enfocó su atención dando casi la hora de cenar, bajando nuevamente a preparar la comida. ¿Qué habrá pasado con ese hombre?, se preguntaba en sus adentros el adolescente, su curiosidad cruzaba de vez en vez ciertos límites y este y captó su atención.
La imagen de aquella tarde lo mantenía medio distraído, trataba de concentrarse en ambas, qué difícil. Genos finalizó los preparativos de la cena, probó bocado, no tenía mucha gracia preparársela solo si no le dedicabas el entusiasmo y justamente ésa fue su situación, de todas formas siguió comiendo.
—En serio, ¿qué será de él? —preguntó a la nada, algo le llamó la atención. No obstante, no era capaz de jactarse de ello.



:ub

Hola a todos, espero que estén bien porque les traigo una sorpresita (sé que no lo leerán, pero preservo las esperanzas). Estuve viendo muchísimo del famosísimo Saigenos/Genosai, amo a ese par de héroes (par de bobos adorables, ok no :v) y sinceramente me dio curiosidad hacer uno aunque de principio me salga demasiado simple, ustedes lo dirán.

Me entusiasma la idea del AU, es la primera parte apenas, tengo mucho para agregarle todavía (obvio m'jitos). Gustaría de saber sus opiniones, qué piensan que estaría bueno poner a la trama; ya tengo planeado algo, pero también les permito abrirse con sus ideas ante mí. Que lo disfruten.

Esoes todo por ahora, me despido de ustedes y hasta luego en futuros proyectos oen actualizaciones de los existentes.    

El que cuida de mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora