Querida mamá [TERMINADA]

Prólogo

El rubio despertó por el sonido de su despertador y las quejas de su kwami de que despertara. Con algo de pesar se levantó y se dirigió a su baño para darse una ducha y alistarse para su sección de fotos. Cuando salió se peinó y se vistió. Tomo su teléfono y revisó la fecha, sintió que la tristeza lo invadía y un gran apretón en el pecho. Era el día de las madres.

Suspiró con tristeza y decidió salir a desayunar, como siempre, su padre no estaba, se sentó y una de las sirvientas le sirvió su desayuno, él le agradeció y comenzó a comer, un rato después la secretaria de su padre, Nathalie, llegó y le trajo su agenda. Para su suerte, no tenia compromisos ese día y como era domingo no tenía que ir a la escuela, por lo que decidió que todo el día haría su patrullaje como Chat Noir, con la excusa de que se quedaría en su habitación.

Cuando terminó su desayuno, decidió ir a comprar unas flores, fue a la mejor florería de París y compró las flores favoritas de su madre. Volvió a su casa y fue hacia la sala en la que se encontraba el retrato de su madre, con algo de tristeza caminó hacia éste y lo vio.

–Hola mamá, ya paso un año desde que... Desapareciste-su voz empezó a hacerse ente-cortada.-es nuestro primer día de las madres sin ti, te extraño. Feliz día de las madres.-dejó el ramo de flores en la estantería que se encontraba debajo de su cuadro junto a una pequeña carta que decía «Feliz día de las madres», y sintió como sus ojos empezaban a humedecerse, sin poder evitarlo lloro, empezó a llorar. Cuando pudo calmar sus sollozos se dirigió a su habitación y se encontró a Plagg, su kwami, comiendo queso como siempre. Éste solo lo ignoro y se sentó en el sofá de su cama, sacó su teléfono y empezó a ver las viejas fotos que tenía sobre él y su madre.

–Hey-la voz de plagg lo sacó de sus pensamientos.-¿por qué esa cara?

–Plagg...-suspiró con pesadez.-hoy es el día de las madres, y... Ya paso un año desde que mi madre desapareció.

–Oh... ¿Y por qué no le escribes una carta?

Adrien miró confundido al pequeño felino.

–¿Cómo que una carta?

–Una carta-siguió el Kwami. Flotó hacia uno de los cajones de Adrien y de éste sacó una libreta que él tenía y un lápiz, claro, con algo de dificultad ya que con su pequeño tamaño le era difícil.-no pierdes nada intentándolo.

Adrien lo pensó por un momento, ¿escribirle cartas a su madre desaparecida que ni siquiera le podrían llegar? Sin duda, era una idea descabellada. Pero como plagg dijo, no perdía nada intentándolo. Además de que sería una buena forma de desahogarse.

Con algo de duda tomo el lápiz y la libreta y empezó a escribir lo que sería la primera carta.