Fuiste fuerte, Judith.
Estuviste dos años peleando contra ese maldito.
Al final ganó él.
Pero tu batalla fue gloriosa.
Jamás olvidada, siempre recordada.
Esa eres tú.
Saludos desde la tierra Judith.
Protegela desde el cielo,
nosotros lo haremos desde aquí.
Dedicado a una de tantas luchadoras contra esa enfermedad que algunos llaman cáncer, descansa en paz Judith.