Filosofando con Conejos

¿Un conejo que habla?

Estoy aburrida, no tengo nada que hacer, bueno, en realidad tengo un millón de cosas que hacer, pero no quiero hacerlas, creo que mejor empiezo a escribir un capítulo nuevo de mi libro... Nah, mejor para otro día. Tengo hambre, ¿qué habrá en la cocina? Espero que haya caramelos de menta con chocolate. Ehm... que flojera levantarse. Lalalalalala, no sé qué hacer. Tengo sueño. No quiero dormir. Quiero hacer algo pero no sé qué cosa.

-¿Te quedarás todo el día echada en el sillón?- pregunta una voz desconocida- Deja de perder tu tiempo, ven a acicalarme y dame de comer zanahorias.

Ok... creo que estar echada hace que alucine cosas, que yo sepa no hay nadie en casa, además, ¿quién comería zanahorias? Bueno... yo lo haría.

-Apúrate, tengo hambre- volvió a exigir la voz.

-¿Quién eres?- Esto me está dando muuucho miedo- Tengo unos audífonos y no me da miedo usarlos.

- ¿Audífonos? Wow, que "miedo" tengo- dijo la voz sarcásticamente- Además, las dos sabemos que no sabes absolutamente nada de defensa personal

Eso es verdad... Un momento, ¿Cómo sabe eso? ¿Me han estado espiando? ¿Estoy saliendo en televisión? Oh no!! Estoy en pijama y despeinada. No quiero que me vean así!

-No puedo creer que no sepas quien soy, eres una humana incompetente. Soy yo, soy Azuli- dice mi conejo mientras aparecía

¿Azuli? Pero... los conejos no hablan... ¿Cómo es posible esto?

-Ok... demasiada rareza por un día, creo que llamaré a mi psicólogo para que me ayude con este pequeño problema- dije mientras sacaba mi celular.

Por favor, que conteste, esto ya es un problema muy grave, ¿Qué sigue? ¿Ahora empezaré a ver unicornios voladores de color pinky?

-Primero dame de comer!! Hace mucho tiempo que no me das comida- Azuli pone ojos tristes.

-Un momento, te di comida hoy en la mañana- contesté- Y no hablabas cuando te di de comer.

No contesta, tendré que pararme para llamar a mi madre... nah, mejor dejo que el conejo siga hablando.

-Pero estoy en crecimiento, tengo que comer 7 veces al día

-Claro que no, el veterinario dijo que solo te dé de comer 3 veces al día- ¿O eran cuatro?- Y hoy te di ración doble de comida, así que no te quejes.

Los conejos de hoy en día están cada vez más malacostumbrados, que mal ejemplo de sociedad conejil.

-Bueno, pero más tarde me das ración triple y una zanahoria entera

-Nop, solo te daré lo mismo de siempre, tu comida de conejo y agua, no habrá nada en este mundo que me convencerá de darte más comida.

-O si no ensuciaré todo tu cuarto, romperé el papel mural de las paredes y comeré tus zapatos que creo que son excesivamente costosos- Azuli sonrió luego de decir eso.

Acabo de descubrir dos cosas. Primero, los conejos sonríen de una manera extraña. Segundo, mi conejo me está extorsionando. ¿Qué más puede pasar en este extraño día?

-Solo dos raciones de comida y ya- intenté decir de una manera indiferente

-Y una zanahoria

-Sin zanahoria

-Creo que iré a donde están tus zapatos y...- dice Azuli mientras se dirigía a mi cuarto

-Bien, tendrás tu zanahoria- acepté de mala manera.