Capitulo 1 ¿Coincidencias?

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Ya me había acostumbrado a la misma rutina todos los días, levantarme tarde, hacer todo a las carreras y correr al trabajo; Todos las mañanas era lo mismo, me consideraba alguien "normal" no tan del común, no era muy sociable que digamos y no era algo que me causara problemas, tenía 24 años y ya vivía solo en un pequeño apartamento, tenía una vida sencilla, poco complicada, dormía hasta tarde viendo alguna película o serie, probablemente leyendo o viendo estupideces en facebook y así, no era demasiado ordenado, aunque había una sencilla explicación para ello, nunca recibía visita, se podría decir que no tenía amigos, mi único amigo era Frank, mi mejor amigo de infancia, la única persona con la que tenía alguna especie de vinculo; Pero Frank vivía en Londres, estudia Arquitectura, solíamos hablar algunas veces; Lo cual no estaba mal porque no era muy expresivo o comunicativo, era una especie de zombie.

En fin, aquí me encontraba yo, en medio de las calles, corriendo un poco mal vestido y desarreglado como todas las mañanas, la corbata mal ajustada y la camisa a medio encajar; Era un caos andante, pero en medio de todo este caos había algo de esperanza, siempre me detenía en el mismo semáforo, a la misma hora, todos los días; Para verla, ya hace varias semanas que la veo y se podría pensar que soy un especie de acosador en potencia, pero es que era hermosa y no sé cómo pero verla me hace sentir vivo, su largo cabello castaño, su enorme sonrisa, sus hermosos ojos cafés. No sabía cómo explicar lo que me causaba verla porque en esos breves segundos donde podía verla me desconectaba de todo, éramos ella y yo, solo nosotros en medio de nada, yo la miraba y ella sonreía; así era mi vida, todas las mañanas la única razón por la que siempre corro, para no perderme la oportunidad de verla sonreír.

Sé que puede sonar demasiado ridículo y hasta puede que no tenga sentido, pero ¿Quién dice que el amor lo tiene? Nunca en mi vida me he enamorado y no digo que lo este, pero nunca me había sentido así y sabia que probablemente nunca entablemos una conversación o un simple "hola" ¿Cómo podía pensar tantas cosas en breves segundo? En fin, ahí estaba con su enorme sonrisa cruzando la calle y yo como un tonto aun del otro lado de la calle inmóvil; Viéndola como un tonto hasta que alguien la tropieza y todos sus papeles caen al suelo, por un momento solo la veía; cambiaba su expresión y se arrodillaba a recoger sus papeles, solo la observaba como un idiota hasta que una voz en mi mente me impulso a reaccionar e ir a ayudarla.

- Chris: ¿te puedo ayudar?

- Sara: Sí gracias, un idiota me tropezó y ni siquiera se disculpo.

- Chris: Vivimos en un constante afán.

- Sara: Lo sé, pero eso no quiere decir que debamos comportarnos como animales.

- Chris: Es cierto, toma.

- Sara: Muchas gracias, voy tarde.

- Chris: Yo igual.

- Sara: Muchas gracias.

- Chris: De nada, ten buen día.

- Sara: Tu igual.

La vi alejarse de mí, ¿ten buen día? Ni siquiera un ¿oye, te gustaría tomar un café? No puedo creer lo idiota que soy, llevaba días, semanas viendo a la misma mujer que me tiene la cabeza hecha un desastre y cuando por fin cruzo palabras con ella, me comporto como un X, alguien más del montón, solo un tipo que la ayudo a recoger sus papeles.

- Chris: ¡Mierda!

Se me hacía demasiado tarde, perdí demasiado tiempo pensando en idioteces, seguro Mike me va a echar.

De amor y otras inseguridadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora