Destinos Enlazados

13 de mala suerte

¡Feliz cumpleaños a mí! Feliz día al amuleto lindo de la mala suerte. Sí señores, la chica que desde los 9 años sufre desgracias cada vez peores el día de su cumpleaños. Desde que me mudé a Los Ángeles con Caroline, no he hecho sino sufrir humillaciones y tristezas en la escuela el día de mi cumpleaños, dígase usted 13 de enero. Para resumir las desgracias de mis cumpleaños, incluimos muchos vestidos arruinados, accidentes con comida y con el clima, un par de amigas desaparecidas por esa fecha y el diagnostico de la enfermedad terminal de mi mejor amiga. Eso es, un poquito de alegría en mi vida. Lucy, la única amiga que tenía y con la cual planeaba salir hoy.

Después de haber hecho pereza un rato en mi cuarto, dando vueltas en la cama y eligiendo y reeligiendo lo que me iba a poner decido arreglarme de una vez. Me enfundé en mis jeans favoritos y me puse una blusa que Caroline me había dado como regalo esta mañana. Salgo del cuarto atándome el pelo con una cinta púrpura, el color favorito de mi madre. Al pie de las escaleras están tres de las cuatro personas que viven permanentemente en esta casa, mi familia. Veamos, como familia tengo a la bella mujer que estuvo ahí el día que mi padre murió y no se fue desde entonces; la que legalmente es mi tutora, pero realmente parece mi hermana mayor, Caroline. Su hermano, Charles, es también como mi hermano y es un poco más flexible (tal vez porque es el menor). Y por último, pero siempre más importante, Allison. Allison es la madre de Care y Charles, es la reina de la casa y quien manda por encima de cualquier cosa. Lo que dice Allison se hace, sin rechistar. Pero son mi familia y los amo más que a nadie.

-Hola cariño – pregunta Allison viéndome con una sonrisa -, ¿vas a salir?

-Sí, va a pasar el día fuera con su amiga – responde rápidamente Caroline dándome un empujón en dirección a la puerta -. Creo que te lo había mencionado antes, mamá.

-Hablaremos con ella cuando vuelva – interrumpe Charles al ver que su madre abre la boca para hablar y pone su posición de "voy a ordenarte algo y tienes que cumplir". Voltea a verme con una sonrisa cómplice al tiempo que me lanza unas llaves, las cojo al vuelo y las miro extrañada -. Feliz cumpleaños Mary, es tuyo.

Abro la puerta para ver a que se refiere y...

-¡OHPORDIOSOHPORDIOSOHPORDIOS! – grito entusiasmada devolviéndome a abrazarlo -. ¡Eres el mejor! Lo amo. Los amo, adiós -. Salgo corriendo en dirección al Maserati nuevo que está aparcado orgullosamente en frente de nuestra casa. Me monto y suelto un gritito de emoción al escuchar el motor ronronear al encenderlo.

Conduzco rumbo a la casa de Lucy y parqueo en frente del jardín marchito que la madre de mi amiga seguramente ha olvidado regar los últimos no-se-cuantos días. Estando frente a la puerta, alzo la mano para tocar pero noto que está entreabierta así que paso. Al entrar a la sala veo a la hermana pequeña de Lucy, sentada en el sofá hecha un pequeño ovillo de brazos y lágrimas.

-¿Qué sucede? – le pregunto sentándome a su lado y abrazándola -. ¿Dónde están Lucy y tu madre?

-Ho-hospital – consigue decir entre sollozos. Suelto un suspiro abatido y la acerco más a mí, acariciándole la cabeza para intentar calmarla un poco -. Salieron hace más o menos una hora, parecía un fantasma – vuelve a estallar un llanto incontrolable y tengo el terrible presentimiento de que mi amiga no va a sobrevivir está. Y por alguna razón me siento terriblemente culpable.

-Todo va a estar bien pequeña, todo va a estar bien – le repito, intentando convencerla tanto a ella como a mí misma.

Un rato después llega la madre de Lucy con los ojos hinchados de llorar y la cabeza gacha, le dice a su hija que suba un momento a su cuarto y el momento en el que se va alza la mirada para verme. No hay necesidad de que diga nada. La abrazo y trato de controlar las lágrimas que se comienzan a derramar. Después de un rato decido irme para dejarla estar con la pequeña y que tengan privacidad para hablar lo sucedido.