Capítulo 3

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Este capítulo va a TakitoWang porque se me antojó dedicárselo, y porque la quiero.
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Cuando Santana regresó a su habitación estaba un poco aturdida por el encuentro que había tenido que acababa de tener en la biblioteca. Se quedó un buen rato de pie, con la espalda y la cabeza apoyadas en la puerta. Sam estaba todavía en la ducha. Cantando.

Había estado merodeando por la casa sin rumbo fijo, escuchando atentamente los sonidos, dispuesta a no encontrarse con nadie. Lo último que deseaba era toparse de nuevo con la tía Holly. Aunque parecía relajada, poco impresionable, seguramente no le hubiera dado gracia saber que una desconocida se perdiera por su casa, abriendo puertas y husmeando donde no debía. Así que sólo se dejó llevar y siguió sus instintos, hasta que se topó con aquella puerta abierta que no sabía a dónde conducía. Si lo hubiese sabido a lo mejor se lo hubiese pensado dos veces antes de entrar.

Cerró los ojos con fuerza recordando su encuentro con Brittany. A decir verdad, las fotos no le hacían demasiada justicia a la prima de Sam. Sus definidos y femeninos pómulos enmarcaban una cara angelical, salvo por la sexy sonrisa que se curva ligeramente en uno de los lados. Su larga melena dorada descendía en cascada por sus hombros y terminaba a la altura de los pechos, caracoleando en las puntas. Y las pecas. Eso no se veía en las revistas, con tanta foto tratada y tanta modelo operada, pero en la vida real salpicaban su nariz y mejilla de manera juguetona, dándole un aire más infantil e inocente.

¿Cómo demonios había acabado en su casa? ¿Y por qué Sam no le había advertido?

-Soy Brittany, por cierto.

-Lo sé. Yo soy Santana, le dije casi por decir algo.

¡Claro que era Santana! Ella ya lo sabía. Que ridículo.

Y sin embargo, a Brittany no pareció no molestarle su estúpida reacción. Sólo sonrió de la manera en que lo hacía en alguna de sus películas. Incluso le pareció a ver visto esa sonrisa en la última que fue a ver al cine.

-Yo...- Santana dudó. Quería ser sincera con ella pero sin sonar ridícula. -Perdona, es una bobada. Normalmente no relaciono así, pero es que no tenía ni idea de que era tu boda. Me siento como una tonta.

Brittany frunció el ceño, extrañada.

-¿Sam no te lo dijo?

Santana negó con la cabeza.

-Entonces la que se siente tonta soy yo. Debes disculpar a mi primo, es un auténtico imbécil. ¡Cualquiera diría que siente vergüenza de mí!

-¡Oh, no! Por favor, no te lo tomes así. Estoy segura de que no me lo dijo para que no me pusiera nerviosa. Aunque, ya ves, no ha funcionado muy bien.

Santana se tapó la boca con la mano, como si con ello pudiera dar marcha atrás y conseguir que aquellas palabras regresarán a su interior.Pero era demasiado tarde. ¿Qué estaría pensando de ella? Brittany sonrió y su sonrisa le pareció sincera, sin dobleces de ningún tipo. Después extendió el brazo ceremoniosamente, tendiéndole la mano.

-Pues me alegro mucho de conocerte. Y te pido disculpas por el bobo de mi primo. Puedes llamarme Britt.

-A mí me puedes llamarme...San, supongo.-Rio con nerviosismo, plenamente consciente del sudor que perlaba la palma de su mano-. Y lamento el susto de antes. Te vi tan concentrada que no quería interrumpirte.

- Tranquila. De todos modos la acústica de este lugar no deja muchas opciones a los fisgones.

Santana levantó la mirada al techo y se giró en redondo, impresionada por la belleza de aquella estancia. Se trataba de una biblioteca antigua, de dos alturas, con estanterías llenas de libros a las cuales se accedía a través de unas majestuosas escaleras de barandillas doradas. Había libros por todas partes, y a Santana le entraron ganas de pasar allí toda la tarde, sentarse en el suelo a leer, acariciar los lomos de los libros con su dedo índice mientras leía sus títulos y aspiraba sus páginas.

-La verdad es que es un sitio precioso. Nunca había estado en una biblioteca así.

-¿Te gustaría ver el resto? -le propuso Brittany.

-¿El resto?

-Si, claro. Esto sólo es una pequeña parte de la casa. Su quieres puede enseñarte lo demás uno de estos días. Los tours por aquí son mi especialidad - afirmó la actriz con una sonrisa pícara.

-Claro, me encantaría.

-Pero ahora no, porque se supone que tenemos una cena y si no aparecemos es muy probable que a mi madre le dé un ataque de nervios. Mañana, si te parece.

-Perfecto.

-Bien. Lo organizaré todo para que podamos verla con más calma.

Brittany camino entonces hacia la salida de la biblioteca, en donde se despidió con los un gesto de la mano. Santana permaneció un segundos muy quieta, intentado asimilar el momento, todavía sin dar crédito a lo que acababa de ocurrir.

Ella no era una persona que siguiera con asiduidad la vida de los famosos. Las revistas del corazón no despertaban su despertaban su interés y le daba exactamente igual con quién salía uno o en qué líos se metiera otro. Pero acababa de conocer a Brittany Pierce, una de las actrices más famosas del mundo. Estaba en su casa. Era una de las invitadas de su boda. Tendría que haber sido de piedra para que algo así no la impresionara. En ello estaba pensando cuando advirtió que Brittany se acababa de asomarse a la puerta. Le estaba sonriendo.

-Oye, mejor no le digas que ya nos hemos conocido- le dijo.-Quiero hacerle rabiar un poco en la cena. ¿Te parece?

-Claro.

-Genial, pues te veo en un rato. ¡Hasta la cena!

Inmediatamente después, Brittany desapareció por donde había venido.

-Santana, ¿eres tú?

La voz de Sam le hizo comprender que se había quedado ensimismada y Santana abrió los ojos regresando a la realidad. Estaba de nuevo en su habitación. El agua de la ducha había dejado de escucharse.

-Si, soy yo.

Sam salió en ese momento del cuarto de baño. Se acercó a ella todavía con la cara empapada, una toalla enroscada alrededor de la cintura, y le dio un beso en la mejilla.

-¿Qué tal el paseo? ¿Has visto a mi prima?

-No, no me he encontrado con nadie -mintió.

-Bueno, en la cena seguro que estará. Estoy deseando que la conozcas.

-Y yo estoy deseando conocerla-replicó, intentado ocultar la sonrisa que ya se estaba formando en sus labios.

Será Nuestro Secreto (Adaptación Brittana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora