Atrapado

Equipo Fantasma

Hola me llamo Pablo tengo 24 años y vivo en Madrid bueno "viva" ahora mismo estoy corriendo y saltando de tejado en tejado con mi portátil y un par de cosas más. La policía ha intervenido en mi casa y me ha tocado salir corriendo por la ventana del salón y escalar hasta mi tejado. Os voy a resumir mi pasado en pocas palabras ya que estoy sin aliento y la verdad me vendría bien descansar.

Desde que era pequeño tenia un don innato con la tecnología los ordenadores y demás. Al ser pequeño no tenia la suficiente tecnología ni el suficiente conocimiento como para hackear, pero conforme el mundo ha ido evolucionando, mis conocimientos también. Cuando llegue al la edad de 16 había la suficiente tecnología como para intervenir en varias páginas gubernamentales y no gubernamentales las cuales obviamente interveni lo que no sabia era lo que me iba a pasar. Un día por la mañana me levante, desayune y pasadas las horas llamaron a la puerta, eran dos hombres de negro corpulentos y serios. Preguntaron por mi y por mis padres, les deje pasar y sentaron en el salón. Les explicaron a mis padres lo que hice y mi padre me miró con cara de pocos amigos ya que no era la primera vez que me metía en un lio. También les explicaron mi potencial y todo lo que podría llegar a hacer si estaba en buenas manos, torpe de mi en creer que estaba en buenas manos, principalmente les explicaron que el gobierno estaba preparando un experimento secreto del cual solo dijeron que iban a entrenar a "personas especiales" como yo. A mi padre no le costó mucho pensárselo y acepto como castigo a mis líos anteriores, pero a mi madre le costó más ya que era el niño de sus ojos, pero al final mi madre acepto con lágrimas en los ojos ya que un talento como el mio no se podía desperdiciar.

Lo siguente fue al día siguiente. Una vez despedido de mis padres, aparecieron los dos hombres y me metieron en un coche. Se me olvido deciroslo yo tenía una novia llamada marta la cual era rubia con ojos azules y la chica más buena que jamás había conocido. También cuelga decir que lo más duro fue despedirme de ella y llorando nos despedimos al día anterior. Pues cuando entre en el todoterreno vi a esa figura esbelta rubia y de ojos azules, pero al diferencia de las otras veces ya no tenía esa sonrisa que tanto me cautivaba, sus lágrimas provocaron las mías y estalle en un llanto incesable. Me despedí de ella y empezamos el rumbo a la base.

Llegamos al lo que es la central de inteligencia y me explicaron como me iban al entrenar física y psicológicamente, lo bueno es que no estaba solo había otros tres chicos y dos chicas con el mismo don que yo. Con el paso de los años nos hicimos amigos los 6. Yo era el más mayor, los siguientes eran Lucía y Rubén de 15 luego Carlos y Ana de 14 y por último Álvaro de 13. Nos entrenaron para salir de todo tipo de situaciones físicas, nos enseñaron MMA, Boxeo, Muai Thai y todas las artes marciales aprendidas por el ejército.

Con el paso de los años mi inocencia y mi cara de niño bueno se fueron transformando en una mirada y un carácter frio y salvaje. Tenia 19 años y un cocimiento más elevado que el resto de mis cinco compañeros. Eramos soldados y estábamos a su disposición. Un día nuestro jefe llamado Fernando apareció y nos explicó lo que eramos.

-Hola chicos, supongo que os estaréis preguntando para que os hemos estado entrenando todos estos años, pues aquí tenéis la respuesta. Durante muchos años los terroristas islámicos han estado dos pasos por delante, pues eso se acabo, con vosotros llegaremos a alcanzarles y superarles. Sereis una unidad fantasma, no constareis en las operaciones oficiales, os movereis en la sombra resumidamente. En los próximos días sereis informados de cual será vuestro destino. Gracias por escucharme.

Acto seguido se fue y nos quedamos mirándonos los 6.

Lucía y Ana se quedaron anonadadas y sin preguntar nada. Carlos, Rubén y Álvaro empezaron a hacer preguntas del tipo ¿por que? Y que ¿que querían de nosotros? A lo que respondí:

-¿Aún no os habéis dado cuenta? Somos soldados nos van a utilizar como armas y ahora mismo con nuestro don les seremos de mucha utilidad.

-¿Por qué? Dijo Álvaro.

-Porque son así necesitan ayuda y aunque no se la queramos dar se la tendremos que dar queramos o no.

Cuando nos fuimos a dormir yo me quedé pensando en mi pasado y en todo lo que podría estar haciendo si no hubiera hackeado esas páginas gubernamentales, pues entre esos pensamientos me quede dormido porque ya no me acuerdo de más