Ella era valiente, o eso creía hasta que sus manos se dejaban llevar por un pincel sobre lienzo, solía trazar lo que el corazón le dictaba, si no eran praderas, eran playas, o incluso el universo. Ella lo interpretaba como sinónimo de libertad, hasta que un día se despertó realmente agitada, con la necesidad de pintar, había tenido un sueño muy raro, en el que se enamoraba de una persona muy bella, pero que tenia una personalidad tan cambiante como la imagen que tenemos de la luna, unas veces llena y otras a pedazos. Así que para que ese curioso, pero agradable sueño, siempre tuviera un mínimo recuerdo, dejó que su manos danzaran hasta finalmente dibujar esa media luna que describía perfectamente a su desconcertante amor.
ESTÁS LEYENDO
Diario Anonimo
Non-FictionEn este lugar vas a leer cosas con las que a lo mejor alguna vez te has sentido identificado, y si no lo has hecho, te va a llegar un sentimiento nuevo, y soy nueva escribiendo este tipo de cosas y espero que con vuestras opiniones pueda ir mejorand...