-¿Como sabe mi nombre?- dije con la voz entrecortada.
-Supongo que soy muy observador - dijo sonriendo radiante -tu placa de presentación dice tu nombre.Una oleada de verguenza me invadió, y sentí mis mejillas arder. Una carcajada invadió él lugar y pude observar que mi vergüenza le divertía, lo cual me molestaba. ¿El se estaba burlando de mi?, ¿Quien se creía que era?
-¿Enserio me vez como un loco acosador? - dijo, y pude ver un destello de oscuridad en su mirada.
-N-No señor Styles- me escuche mas asustada de lo que pretendía.
-¿Porque me llamas Señor Styles?- su expresión volvió a verse divertida pero aun habían pequeños rasgos de dolor e ira en su mirada.
- Porque así debo llamarlo - sone mas segura y determinada de lo que esperaba.
-No es cierto, puedes llamarme Harry si te parece- Dijo, mientras se acomodaba en uno de los sillones de la habitación.
Hizo una seña con la mano para que imitara su acción, lo dude por un momento, pero termine siguiendolo. - Ahora, hablame de ti Samantha, quiero conocerte.¿Conocerme?, ¿Esto es enserio? Me trajo hasta su habitación en él hotel ¿para conocerme?, ¡Tan difícil es buscar una oportunidad en otra ocasión, este chico estaba loco.
Analice la situación por unos minutos y me dispuse a decir:
- Bueno, me llamó Samantha Baner, tengo 22 años, vivo con mis padres, trabajo en él hotel hace 3 años. ¿Que mas desea saber?
Sus ojos me escudriñaron con detenimiento, como si buscará algo. Sus ojos esmeralda sobre mi me hacían sentir incomoda, no sabía si iba a hablar o simplemente iba a mirarme.
Su mirada se oscureció por unos instantes y dijo con voz dura:
-Gracias Samanta, puedes irte- prácticamente me saco a empujones de su habitación y al momento de estar afuera me quede mirando fijamente su puerta, intentando descifrar al chico de ojos esmeralda.
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Stranger...
FanfictionEra una noche oscura, una de esas noches donde todas tus emociones se juntan para crear una singular mezcla, una de esas noches donde tu mundo entero se desmorona frente a ti... Y aparece él, por un momento imaginas que viene a salvarte pero poco a...