Eres...

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El olor a mar llenaba las fosas nasales del castaño. Se quedo quieto de pie con sus rayban aún sobre los ojos, miro de nuevo el post-it que Joe le había dado con la dirección de su todavía esposa, debía estar equivocado, esa casa no era una mansión veraniega como había imaginado, era una casa normal, familiar, con las puertas y ventanas blancas y el tejado oscuro..., suspiro, la típica casa americana con jardín de entrada ¿en qué pensaba _____? Frunció el ceño, quizás ahora vivía con alguien, podía ser que se hubiera equivocado y el hijo de _____ fuera de otro hombre, el suyo había muerto aquel día..., pero según Joe, ____ no se había vuelto a casar y el niño estaba inscrito en el colegio público del pueblo como Matthew Jhonson , en preescolar, eso quería decir que tenía cinco años, casi seis, la misma edad que tendría su hijo, si que se había dado prisa...

Avanzo por el jardín plagado de juguetes hasta la blanca puerta de madera, el corazón le latía fuertemente en el pecho, ¿aun estaba a tiempo de irse? No tenia porque estar allí..., habían pasado cinco años...ya no tenía ningún sentido remover el pasado, pero necesitaba saber si estaba bien, pedirle perdón, o tal vez..., levanto la mano y llamo a la puerta, tal vez solo era un excusa para volver a verla.

Contuvo el aliento al ver que el pomo dorado de la puerta se giraba.

Sus ojos no podían creer lo que veían, era ella, era...

-¿_____?-

Al fin la joven alzo la cabeza y lo miro, el corazón se le detuvo en el pecho, los ojos se le cristalizaron tras las gafas de sol, su pecho se lleno de aire, todo su cuerpo reacciono al volver a ver aquellos preciosos ojos, aquellos preciosos labios rosas rellenos, aquellas mejillas sonrosadas que parecían cubiertas de un extraño polvo blanco al igual que parte de su larga melena y su ropa, ahogo una sonrisa al ver su camiseta manchada, algunas cosas no habían cambiado, como ella que seguía siendo una preciosidad.

-¿Jack?-dijo en un susurro que el solo pudo oír

El corazón le dio un vuelco al volver oír su nombre de los labios de ella, parecía que ella estaba tan shockeada como él...

-¿Mamá?-

La voz risueña atrajo la mirada de los dos, Jack bajo su mirada al pequeño castaño que luchaba con las piernas de su madre para ser visto, y entonces, lo vio.

Se quedo totalmente flasheado, era igual que el, podía haber sido una fotocopia en miniatura... volvió la mirada a _____ justo cuando esta caía, la agarro fuertemente para evitar que cayera al suelo, y su olor inundo los sentidos del joven. Meneo la cabeza, no era momento de excitarse, tenía una mujer desmayada de brazos, si alguien lo veía se armaría un gran escándalo, dios... tenía que haber dejado que Finn lo acompañara...

-Ey- le dijo al infante, quien observaba la escena con en ceño fruncido- ¿Dónde está la habitación de Mamá?

El niño alzo sus ojos y levanto una ceja, ¿acaso este niño lo estaba evaluando? bueno, ¿quien ve a su madre caer inconsciente y ser cargada por un desconocido? luego miro a su madre y volvió a frunció el ceño.

-¿Se ha dormido?

Jack levanto las perfectas piernas de ____ bajo un brazo, dejándola tumbada sobre sus brazos, su cabeza se apoyaba en su hombro, levanto la comisura de sus labios, era la primera vez que veía a su mujer dormir, elevo una ceja; si ella estuviera despierta seguro que le encantaría el detalle romántico de que el marido la llevara en brazos a su esposa a la cama... pestañeo dos veces, ese deseo estaba fuera de lugar, volvió a mirar aquellos ojos verdes como los suyos.

-Sí, hay que llevarla a la cama.

El niño sonrió mostrando sus pequeños dientes blancos y paso con una rapidez sorprendente por al lado de Jack a las escaleras. Dios este niño si era veloz, eso no se lo podía negar...

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⏰ Última actualización: Jul 19, 2016 ⏰

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Déjame intentar || Jack Harries y tu ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora