Capítulo 3

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Comenzó a besar sus delgados y provocativos labios de la mujer que ya hacía rendida a su dominio,metió su lengua inquieta dentro sus labios rosa natural,ella no dudo en juntar su legua con la de el para así elevar su satisfacción,comenzó a colocar su mano debajo de la playera de la mujer para tocar suavemente uno de sus bien redondos pechos y empezar a sobarlo,mientras que con la otra mano comenzó a deslizar la braga de la mujer que lo volvía loco como la primera vez,cuando terminó de sacarla,la tiró a un rincón de la habitación,le quitó la remera,dejándola completamente desnuda,definitivamente el mejor paisaje que ha visto en su vida,se quitó rápidamente su boxer,dejando su virilidad expuesta,no le importó,solo quería disfrutar del momento,quería disfrutar de ella,para siempre si era posible.
Besó sus labios,su cuello,su senos,su ombligo,abrió sus piernas y sin pudor alguno acercó su cabeza a su intimidad para empezar a lamer cada rincón del miembro de la joven,los jugos no se hicieron esperar,ni tampoco los gemidos de placer de la mujer,cuando la sintió lista,se alejó a unos centímetros,cogió sus piernas y la penetró con suavidad al comienzo,poco a poco las estocadas se hicieron mas rudas hasta que ambos alcanzaron el clímax.
Despertó sudoroso y acalorado,no podía creer que acaba de soñar con ella,después de mucho tiempo que lo había dejado,nuevamente esos sueños excitantes y llenos de pasión aparecían,al igual que ella,esa mujer lo volvería loco,mejor dicho,ya estaba loco por ella,la peor parte,además de no ser real,era que su boxer se llevaba la peor parte y su vergüenza aparecía,ya no estaba solo,ahora vivían juntos y no permitiría que ella vea su "mancha" y tampoco podía mandar a lavar su ropa íntima,tendría que lavar por su cuenta,que fastidio,bueno,todo sea por ganar el dinero y no dejarla como ganadora.
Salió de su cama dispuesto a darse un baño,se acercó a su ventana para verificar si aún seguían eso reporteros que llevaban una semana tratando de poder establecer una entrevista de "los recién casados",menos mal que estaban de vacaciones y podían hacer delivery para cualquier necesidad que necesitaban,le parecía extraño y algo admirable que los periodistas no se rindieran,nunca se considero tan importante,abrió la tela que cubría su ventana,los malditos seguían,sin mas que mirar se propuso a darse un baño.
Luego de alistarse,vio la hora en su reloj,faltaba una hora para la reunión con la psicóloga Rosa Meltroso,¿ahora que diría?,estuvieron toda la semana sin decirse ninguna palabra,cada uno con lo suyo,no podían decir la verdad,de lo contrario no ganaría,tendrían que engañarla para poder así mejorar el proceso,es más,hasta no necesariamente tendría que aguantar los seis meses,pero no podía hacerlo solo,la necesitaba.
Se dirigió a la cocina,la encontró sirviéndose un vaso con leche,pero no le prestó atención a eso,mas bien se deleitó con la pantie color negro que llevaba y un polo holgado que dejaba ver sus pechos pegados al polo,se notaba que no llevaba sujetador,las ganas de poseerla no se hicieron esperar,tendría que ser fuerte,muy fuerte.
Abrió con indiferencia la puerta de el refrigerador,haciendo que la mujer se diera cuenta de su presencia,sacó una botella de jugo y se sirvió un poco en el vaso,sin mirarla ella tampoco,cuando la mujer terminó de lavar el vaso y dispuesta a retirase,él le habló.

-Bulma-la llamó serio,la llamada se dio la vuelta,esperando a que continuara.
- hoy es la cita con la psicóloga y...
-¡¿hoy es la cita?!-lo cortó sorprendida.
- si y tenemos que decirle algo para que crea que nos va de maravilla,tu me entiendes.
- Está bien,¿a qué hora es la cita?
- en menos de una hora.
- iré a cambiarme-se dio media para proseguir con lo establecido.
- espera-se detuvo y lo miró.
- ponte algo mas decente para la próxima-espetó asquiento,odiándose a si mismo pero si quería controlar su libido tendría que exigirle eso.
- nadie me dice que ponerme y si no te gusta te aguantas-respondió a la defensiva y sin esperar su respuesta continuo su camino hasta que escuchó los gritos del hombre.
-¡pues no era la única que vive aquí,así que deja de vestirte como una ramera en mi presencia!
- ¡ramera tu abuela!-se fue a su cuarto toda molesta,Vegeta dio una sonrisa para si mismo.
Se acercó al sofá para sentarse y esperarla.
- oye-la miró.
- para que nos crea no solo tendremos que hablar.
- ¿a que te refieres?-pudo contemplar sus mejillas rojas y desviar su mirada a otro lado,¿ tan hermosa podría ser esa mujer?
- nosotros...eh...¿cómo me explico?-estaba nerviosa,había repasado lo que tenía que decir mas de una vez pero tenerlo frente a ella,era otra cosa.
- habla de una vez que se nos hace tarde.
- tu y yo tenemos que comportarnos como una verdadera pareja.
- ¿te refieres a darnos la mano y todas esa ridiculeces?
- si...Así se hará mas creíble para la psicóloga y la prensa.
- demonios-habló para si mismo-como sea-se paró y se dirigió a la puerta-ya vayámonos.
La mujer tímidamente se acercó a él,Vegeta le acercó su mano y ella pozo la suya,una electricidad los recorrió a ambos,sin decir nada,el joven abrió la puerta,dejándose ver por la prensa que no dudo en tocarles fotos y acercarse a ellos como imanes.
" ¡señor Ouji,¿qué se siente estar casado con Bulma Briefs?!"

LOCURA EN LAS VEGASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora