5. Lágrimas

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Los días pasaban, e Ichigo se hacía más que cercano a Rukia, increíblemente al poco tiempo de conocerse sentía que podía confiarselo todo, pero a la vez las respuestas del porque y como veía lo que veía estaban igual de lejos de resolverse, sin o con ayuda de la chica de grandes ojos violetas.

Se encontraban reunidos en una cafetería de la Universidad del pelinaranja. Rukia se veía espectacularmente vestida ese día, aunque no quisiera llevar un vestido ni tacones de esos, debía hacerlo, según Yoruichi eso era algo en el que se fijan los hombres...

Sí, iba a conquistar de nuevo al idiota de Ichigo. Eso iba hacer...

Era el primer paso para recuperar sus recuerdos: Que la recordará primero a ella, y con suerte se acordaría de todo... eso sonaba lógico cuando lo dijo Urahara, pero ahora que estaba frente al pelinaranja eso sonaba tan poco convincente, pero ¡Debía hacerlo! aún más porque no soportaría que otra ocupará su lugar, aunque esa otra fuese Orihime.

- Pareces muy incómoda- Dijo Ichigo al ver el atuendo de Rukia, era algo muy "revelador" que no se imaginaba podía llevar una chica como ella. Aún así se veía hermosa.

- Estoy bien..- bajo la vista avergonzada, lo peor es que no tenía que rayos mostrar con ese estúpido vestido que Yoruichi lo obligó a ponerse, como si tuviera esos "atributos" que la harían "más bonita" para Ichigo.

- Rukia estas muy sonrojada. ¿Estas segura?

- ¿Te gusta como visto? - se atrevió a preguntar.

- Pues diría que no es tu estilo, pero te ves muy bonita -
Respondió sonrojado. No podía mentirle.

- Gracias - Dijo ella con una sonrisa

- Pide algo Rukia, yo lo pagó.

Rukia solo se limitó a asentir con la cabeza - Quiero un café nada más.

- Ok - le dijo sonriente y acto seguido hizo el pedido a la camarera.

- Ichigo - Dijo ella dejando de lado la incomodidad - ¿Volviste a encontrarte con esos monstruos? ¿Te sirvió el amuleto que te dí?

- No y sí - Dijo sacándolo de su bolsillo de manera muy cuidadosa - Está cosa si sirve

- Me alegro- Respondío ella observando la insignia de shinigami sustituto que Ichigo sostenía entre sus manos. Urahara se había dado la forma de que la insignia emita "un campo de protección contra Hollows" a todo aquel que lo tuviera. Un gran invento que le llevó mucho esfuerzo.

- Cuidalo bien. Si se rompe no sirve - añadió Rukia.

- Gracias, no sé porque rayos funciona pero lo hace, pensé que era broma lo del amuleto..

- Debes confiar en mí - Respondío de manera seria.

- Si confió.

- Más te vale - le miró amenazante.

Ichigo solo se limitó a sonreirle, era una chica muy especial. Nunca había conocido otra igual, aunque pareciera que a ella ya la conocía, al menos esa mirada profunda le resultaba familiar, se le quedó viéndo fijamente, tratando de descubrir lo que ese mar violeta ocultaba, hasta que interrumpió la mesera con la orden, ella traía consigo el café para Rukia y la malteada que Ichigo había pedido para él.

- Muchas gracias - Respondío reaccionando al entorno y dejando de ver esos ojos tan misteriosos.

- De nada guapo -respondió de pronto aquella muchachita que Rukia aniquilaba con la mirada.

- Oh..perdón, ¿están juntos? - Dijo la camarera al ver "recién" a Rukia.

- No - Decía Ichigo con leve rubor en las mejillas.

- Nada de eso, solo somos amigos - Rukia esbozaba una gran sonrisa como si no le molestara aunque por dentro sentía arder.

- Pero yo sí soy su novia - intervino amablemente otra chica que iba detrás de la camarera estremeciendo a esta última por completo

- Ya me retiro, si necesitan algo haganmelo saber - Dijo de inmediato para después irse con gesto de decepción.

- ¿Inoue? - Ichigo estaba sorprendido - Pensé que hoy no podíamos vernos.

- ¿Esa es la manera de saludar a tu novia? - se aproximó a él para darle un beso. Rukia lo observaba todo en primera fila, ver esa escena le causaba gran pesar que sabía disimular bien. Se preguntaba si Inoue había cambiado en estos tantos años de no verla, pero lo seguro es que Inoue tampoco podía recordarla.

- Inoue.. ella es Rukia - Dijo presentándolas.

- Hola, soy Inoue Orihime- le decía a Rukia amablemente

- Mucho gusto, soy Rukia Kuchiki.

Quizá Orihime no había cambiado nada. Parecía la dulce y amable chica de siempre.

Rukia se despidió poco después cuando hubo terminado su café.

Después de sufrir por mucho tiempo la ausencia de Ichigo... ¡se encontraba con todo esto!

¿Realmente estaba pasando?

¿Él amaba a otra persona que no era ella?

Sintió que por sus mejillas resbalaban algunas lágrimas, que no podía dejar ver a nadie.

Era Rukia Kuchiki después de todo, una de las tenientes más fuertes de la sociedad de Almas. No podía llorar por esto.

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Lamento no actualizar seguido QnQ

Mil disculpas~
















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