Ninguno de los dos contestó, sólo se miraban fijamente, como comprobando que no estaban teniendo una visión o que no se lo estaban imaginando.
-Hola Zara. -Le saludó Harry, sin apartar sus ojos verdes de los de ella, sin contestar a la pregunta que había realizado Zayn..
-Harry. -Ella sólo pronunció su nombre, no era capaz de creer lo que estaban viendo sus ojos. -¡Qué coincidencia! -Dijo con desgana.
-Una bonita casualidad. -Sentenció él con una amplia sonrisa, haciendo de este modo que en su rostro aparecieran sus tiernos hoyuelos.
Zara no respondió, sólo se quedó, continuando, mirándolo. Él había cambiado, exteriormente, a mejor, sin duda, pero ella estaba segura de que en el fondo seguía siendo el de siempre.
Zayn decidió irse de allí ya que notaba la tensión en el aire, la cual ellos dos solos tenían que resolver.
-Será mejor que me vaya. -Dice Zara antes de girar sobre su eje para comenzar a irse.
-No. -Niega Harry mientras le agarra del brazo, evitando que se vaya.
-Suéltame. -Le súplica. -No tengo ningún motivo para quedarme.
-¿Ya me has olvidado? -Le pregunta mientras se acerca a ella.
Es incapaz de contestar. Ella lo había superado, o eso creía hasta el momento en que lo vio.
Soltó su brazo del agarre y salió corriendo como pudo con los tacones que llevaba. Cuando se encontró fuera de la casa, donde se celebraba la fiesta, se quitó sus sandalias de tacón y comenzó a correr con todas sus fuerzas por las calles de Londres.
Zara había estado deseando que el verano llegará desde hacía meses, desde que el anterior verano había acabado. Sólo para verlo. Su amor de verano desde los doce años. Aquel chico, al cual sólo veía en verano, se había llevado poco a poco todas sus primeras veces. Harry.
Cuando se quedó sin aire decidió coger un taxi y volver a casa. No era lo mejor, en aquella situación, pero no tenía otra opción, no podía volver a la discoteca. Una vez en el taxi posó su cabeza en la ventanilla y cerró los ojos.
-¿Se puede? -Preguntó una voz dulce, con acento inglés, desde la puerta, que se encontraba abierta, del bungalow.
-¡GEMMA! -Gritó Zara mientras corría a junta su amiga y le daba un abrazo. -¿Dónde está H? -Le preguntó una vez se habían separado.
Gemma se quedó callada, sin decir nada, y giró su mirada hacia fuera del bungalow, Zara siguió la vista de la chica. Allí se encontró a un chico de pelo rizado, que se encontraba de espaldas, abrazado, mientras le daba tiernos besos, a una chica rubia, un poco más baja que él. Gemma inmediatamente la abrazó.
-Ignoralo, es un estúpido, él no sabe lo que se pierde. -Intentó consolarla.
Dejó los zapatos en una esquina de la entrada de la casa y se dirigió a la cocina. Allí comenzó a recopilar toda clase de comida: magdalenas, chocolate, galletas, ... Se sentó en un taburete del mostrador, que formaba una pequeña isla en la cocina, y comenzó a comer compulsivamente. Cuando acabó toda la comida que se encontraba delante de ella, se levantó de aquel taburete y puso rumbo al cuarto de baño, pero el timbre la interrumpió antes de cerrar la puerta de este.
Se dirigió hasta la puerta con desgana. Abrió la puerta y se quedó allí plantada mirando para el chico de ojos verdes.
-¿Puedo pasar? -Le preguntó el chico con una sonrisa.
-¿Qué haces aquí? ¿Cómo sabes dónde vivo? -Comenzó a interrogarlo.
-Si me dejas pasar te lo diré. - Ella sólo se apartó de la puerta, dejándole espacio para que entrara dentro del apartamento.
-Vuelvo ahora.
Volvió otra vez al baño. Cerró la puerta con pestillo, para asegurarse de que él no iba a entrar. Se miró una vez en el espejo y abrió el grifo de la pileta. Se arrodilló delante del wc y poco a poco, pero decidida, se metió dos dedos en la boca, hasta la campanilla, los mantuvo allí hasta que las arcadas llegaron. Volvió a recaer. Se lavó la cara, cepilló sus dientes y salió.
Él se encontraba sentado en el sofá, con los pies encima de la mesa auxiliar.
-Baja los pies de la mesa, por favor. -Dijo mientras recogía todos los papeles de encima del mostrador y los tiraba a la basura. Él acató su orden.
-Zayn me dio tu dirección. -Contestó Harry a una de las preguntas que antes ella le había formulado. Zara se sentó en el mismo sofá, pero en la esquina opuesta, intentando estar lo más alejada de él.
-Eso no explica qué haces aquí. -Dijo con una voz fría, para así poder ocultar sus sentimientos.
-Quería comprobar que todo estaba bien.
-¿Por qué no iba a estar todo bien?
-Zara, te fui a visitarte al hospital, pero tu hermano no me dejó verte.
-Todo esta bien, aquello quedó en el pasado. -Dijo alterada -quedó olvidado, al igual que tú.
Ambos se quedaron en silencio, sin saber qué más decir, mirándose a los ojos, intentando descubrir qué estaba pensando el otro.
-Estoy cansada, será mejor que te vayas. -Le dijo Zara mientras se levantaba del sofá.
-Zara...
-No, Harry, será mejor que te vayas.
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Creo en monstruos. [En edición]
FanfictionYo creo en monstruos... Los monstruos son las calorías en los alimentos. Los monstruos son la talla de mis pantalones. Los monstruos son el odio que tengo hacia mi misma. Los monstruos son los adolescentes con falta de juicio. Los monstruos son los...