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"¡A desayunar, Luce!"

A toda mujer le encantaría que su esposo le sirviera el desayuno en la cama, es el deseo de toda mujer, bueno hay algunas que no les gusten.

Y ahora estamos por ver algo muy interesante que está sucediendo con los Dragneel.

(....)

Los rayos brillantes del sol se colaban por la cortina de la ventana, directo al rostro de nuestra rubia, Lucy. Esta se empieza a despertar y se mueve entre la mullidas cobijas, tallando sus ojos aún cerrados.

Los abrió pesadamente y parpadeo varias veces para poder enfocar su vista, ya que estaba muy borrosa, volteo a su derecha y se sorprendió al sólo ver al felino azul completamente dormido.

—¿Natsu ya se habrá ido?— se sentó ligeramente y buscándolo con la mirada a Natsu. Entonces escuchó mucho ruido que provenía de la cocina.

Se levantó y dirigió a la cocina, abrio la puerta y se asomó, ahí estaba su querido pelirosa ¿cocinando?

—¿Natsu, que estás haciendo?— le preguntó acercándose a ver que hacia, el pelirosa dio un saltito al verla y le tapon los ojos con su bufanda —¡Kya!

—¡No mires, Lucy! Tu debes debes estar dormida, vamos te llevaré a la cama— dicho esto, le cubrió más la cara con su bufanda y la cargo estilo princesa, llegó a la cama y la acostó.

—¿Que pasa, porque no puedo ver?— dijo Lucy tratando de levantarse pero Natsu la detuvo, se forcejeaba y movía, Natsu ya cansado decidió tomar medidas drásticas.

—No me dejas de otra— susurro Natsu, tumbo a Lucy y se posicionó encima de ella, sin aplastarla, Lucy quedó atónita, no podía ver ya que aún traía la bufanda.

Se acercó lentamente a los carnosos y rojizos labios, para entonces plantar un profundo beso, a los pocos segundos Lucy correspondió torpemente al beso de su pelirosa.

El beso se iba intensificando, Natsu había bajado al cuello de Lucy y comenzó a besarlo y morderlo, mientras que ella sólo soltaba suspiros. Pero...

—N-Natsu ¿No huele a q-quemado?— dijo apenas Lucy, Natsu abrió los ojos como platos, dejo a Lucy y corrió despavorido a la cocina.

Después de algunos gritos, cacerolas que caían y el olor a quemado, Natsu logró controlar el desastre en la cocina ¿Como? No lo sabemos, es un misterio más.

Lucy quizo levantarse, pero Natsu salió de la cocina con una bandeja en su mano, Lucy río un poco por el comportamiento de Natsu, que actuaba como un camarero. Natsu se acercó a Lucy y puso una pequeña mesita en las piernas de Lucy.

—Aqui tiene, señora de Dragneel— sirvió la bandeja en la mesita, Lucy dudo un poco en destapar el plato de la comida, sabemos que Natsu no de considero un buen cocinero, ni un principiante.

Lo destapó, y como era de esperarse, en el plato había una hamburguesa un poco quemada, un filete que parecía estar bien y lo más decente que había, eran unas fresas.

—¡Que lo disfrutes, Lucy!— sonrió Natsu de oreja a oreja, Lucy trago duro y empezó primero con el filete, tomó los cubiertos cortándolo y dio un mordisco. El resultado fue que: estaba cruda por dentro.

—N-Natsu...e-esta crudo...—dijo Lucy soltando los cubiertos y aún sin tragr la comida.

—¡Claro que no, yo la probé y estaba deliciosa!—

—¡Dejame probar a mi también!— se levantó el pequeño peliazul y tomó el tenedor con la carne, la mordió y antes de tragar la escupió —¡Natsu, el pescado puede estar crudo pero esto no lo tolero!— regañó Happy que hizo gruñir a Natsu.

—¡Dame eso!— le arrebató el tenedor y probó, masticó y masticó y después trago, se cruzó de brazos —No esta tan mal—

—¡Como que no! ¡Esta horrible!— le dijo Happy tallándose la lengua.

—¡Esta bien, no lo comas si está tan mal!—  gruño Natsu molesto, llevándose la bandeja a la cocina. En eso Lucy se levanta y abraza a Natsu por la espalda, acción que detiene a Natsu y se queda perplejo.

—Gracias, Natsu, te esforzaste tanto sólo por mi— dijo Lucy sonriendo y aún abrazándolo, Natsu se sonroja un poco, se voltea y abraza fuerte a Lucy.

—Tengo hambre...— le susurró al oído, Lucy rió un poco.

—Vamos, ahora es mi turno de cocinarte — se quizo separar de Natsu pero este no la soltó.

—Yo no quiero comida, quiero a Luce— nuevamente le susurró al oído y seguido de esto beso la parte de atrás del cuello de su rubia, acto seguido, la rubia se sonrojo.

—¡Se gusssssstan!~~~— decía Happy picaron que aún seguía ahí, al notarlo la pareja se separó rápidamente y sus rostros de un tono rojo carmesí.

La Vida Diaria De Natsu Y Lucy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora