Nadie como tu

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Magnus

-¿Podrías dejarnos hablar a solas con Alec?-preguntan unos hermanos silenciosos.

-¿Qué? No, no me quiero separar de Magnus-contesta con voz cansada-Por favor no nos separen, lo que sea que tengan que decir él lo puede escuchar-dice abrazándose con fuerza a mi cintura, lo cual me sorprende, me sorprende que a pesar de como está aún tenga tanta fuerza.

Los hermanos silenciosos hacen algo parecido a una asentimiento de cabeza, yo bajo mi mirada hacía Alec, ambos estamos en la cama, yo sentado y él medio recostado sobre mi pecho, paso un brazo por sus hombros y Alec sonríe débilmente, ignoro lo que dicen los hermanos silenciosos y veo los cansados y hermosos ojos azules de Alexander, su cuerpo apretado junto al mío sus manos y rostro con arrugas de la edad, su cabello que antes era negro y alborotado ahora es completamente blanco.

Alexander cumplió años ayer, hicimos una gran fiesta que se termino debido a que Alec se sentía muy agotado. Y hoy era el día, todos lo sabíamos aunque nadie lo quería expresar en voz alta, Jace también se encontraba bastante débil en su habitación y después de que los hermanos silenciosos terminaran de hablar con mi amado esposo irían a ver a Jace para después llevar a ambos a la misma habitación.

Los hermanos silenciosos comienzan a marcharse, yo no escuche nada de lo que habían dicho, Alec me está mirando a los ojos y yo hago lo mismo sonriéndole de lado, Alexander suelta un suspiro.

-No podemos evitar lo inevitable Magnus, ambos lo sabíamos, sabíamos que llegaría este día y ¿Sabes? Me alegro de que haya podido conocerte y vivir está vida tan maravillosa contigo, eres lo mejor que me ha pasado y...

-Shhh, no continúes Alexander, no lo soportaría-digo y una lagrima rebelde sale de mis ojos, yo no hago nada por limpiarla, y de esa sale otra y otra más. Alec levanta su mano y me limpia las lagrimas con su pulgar.

-Magnus, tengo que decírtelo...Ambos sabemos que mañana ya no habrá la oportunidad de hablar, hoy será el último día que nos veremos a los ojos...quisiera evitarlo, estar más tiempo a tu lado, porque sería un mentiroso si dijera que estoy preparado para irme y lo que más me duela es que no estaré aquí para consolar el dolor que yo te causare.

-Alexander, mí pequeño nefilim estúpido, no te quiero dejar ir, aunque sé que es inevitable y que no puedo hacer nada para que ese momento no llegue, tantos años y el dolor de la perdida sigo sintiendo, no he aprendido a dejar marchar a las personas que amo...solo quiero que te vayas sabiendo que eres lo mejor que me ha pasado, eres ese gran amor que todo el mundo busca y quiere tener, eres mi vida, mi todo y espero que a donde quiera que vayas sea a un lugar donde no sientas nuestra separación y puedas estar en paz y ser feliz.

Ninguno de los dos puede dejar de lloran, me acerco a él y nos damos un largo beso, cuando nos separamos vemos en la puerta a  Isabelle que nos dice que es hora de llevar a Alec con Jace. Yo cargo en brazos a Alec y al llegar a la habitación de Jace lo acuesto a su lado, ambos se ven y sonríen compartiendo palabras con solo su mirada debido a su lazo parabatai.

Ellos dos están en la cama y a su alrededor nos encontramos yo, Isabelle y Simon con su bastón,  nuestros hijos (los de Izzy, Clary y los nuestros) y Tessa. Todos estamos llorando y todos nos hemos despedido de ambos, me acerco más a la cama tomando la mano de Alec.

-Me alegro de irme contigo al mismo tiempo, no podría soportar perder a Clary y a ti-dice Jace. Clary ya había fallecido hace un año.

-Ni la muerte logro separarnos hermano-le responde Alec y yo hago un ruidito de dolor mientras más lagrimas escapan de mi rostro. Alec se gira hacia mi.

-Oh Magnus-dice con tristeza-Lamento tanto esto, pero espero que sepas que te amo.-Se voltea hacia Jace, se sonríen y ambos cierran los ojos al mismo tiempo, sus pechos ya no suben o bajan, no respiran. Siento la mono de Tessa en mi hombro y la aparto saliendo de la habitación con un portazo. Los sollozos de todos, en especial los de Izzy se escuchan en todo el lugar.

Cuando llego a mi habitación...que también era de Alec. Era. Me tumbo sobre la cama llorando incontrolablemente, dejando salir todo, mi tristeza, mi corazón roto, empiezo a romper cosas por toda la habitación para al final deslizarme por la pared y poner mi cabeza entre mis rodillas, recordando todo, nuestro primer beso, nuestras citas tan raras, la primera vez que hicimos el amor, cuando pudimos adoptar, las batallas, peleas, aniversarios, sus ojos azules, su sonrisa, sus abrazos, sus sonrojos. mi llanto se convierten en jadeos de dolor. Su muerte me ha dejado destrozado y el dolor es tan palpable que pareciera que se puede tocar. trato de no cerrar los ojos porque al hacerlo su rostro me viene a la mente.

Tomo una botella y bebo de ésta, el alcohol no logra calmarme , pero simplemente no se que hacer y al menos el dolor de mañana lo podre definir ante los demás como resaca. Alzo la botella como en un brindis.

-Por ti Alexander. Porque nunca habrá Nadie como tu.

Fin.

Malec FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora