Malec Fanfic

Fiesta no sorpresa

-No debiste haberle dicho a Jace que Clary planeaba hacerle una fiesta sorpresa-Me regaña Alec.

-Se lo merecía por habernos tomado esa foto, ¿o es acaso que querías que todos nos vieran en esa situación?-Le pregunto e inmediatamente se sonroja.

-P-para nada, solo digo que Clary está muy molesta y que seguramente Jace planea vengarse.

-Pff, como si pudiera-digo haciendo un gesto con la mano quitándole importancia, Alec resopla.

-Bueno... Me voy-dice y me deposita un ligero beso en los labios. Cuando se empieza a alejar lo tomo por la cintura acercándolo más a mí.

-¿Qué? ¿A dónde vas?-susurro en sus labios antes de besarlo lenta y exquisitamente. Alec se aparta después de un momento con la respiración agitada. 

-Iré a ayudar a Clary a preparar las cosas para la fiesta ya no sorpresa de Jace.

-¿Irás sin mí?

-Solo a ayudar, pero te veo en la noche cuando llegues a la fiesta-vuelve a besarme, se aparta y se va.

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Baje del taxi y me dirigí hacia el instituto, podría haber creado un portal, pero un portal iba acompañado del efecto secundario de vértigo, nauseas y cabello despeinado cosa que era lo peor que me pudiera pasar ahora, así que decidí tomar el transporte mundano. Iba vestido con jeans, un saco negro y una camisa rosa con lo botones del pecho abierto, la mano llena de anillos, tenia delineador en los ojos y las puntas del cabello de color azul. Definitivamente el rubio teñido no se merecía que Magnus se vistiera tan exquisitamente para su fiesta...Pero se lo debía a Clary por haber arruinado la sorpresa, además también era un buen pretexto para arreglarse, invertir tiempo en si mismo y verse más guapo. Se pregunto cual sería la expresión de Alec cuando lo viera, Magnus sabía que a su lindo cazador de sombras le gustaba la forma en que se vestía, sabía que era porque él pensaba que al vestirse así demostraba lo seguro que estaba de si mismo y eso hacia que Alec también se atreviera a ser más libre y expresarse como realmente quería, sin ningún tipo de mascara.

Entró al instituto y se dirigió al salón en el que tendría lugar la fiesta. Era una fiesta sencilla, al menos comparada con las fiestas que organizaba Magnus, pero aun así era elegante.

Había mesas redondas por el salón con manteles blancos sobre éstas y centros de mesas, había más gente de la que Magnus esperaba, la mayoría eran cazadores de sombras pero también se encontraban algunos subterráneos. Buscó por la estancia a la única persona que le interesaba ver ahí.

Cuando Magnus localizo a Alec en una mesa igual a las otras pero un poco más apartada en una de las esquinas, sintió que su corazón daba un salto, Alec iba vestido igual que siempre, con jeans y un suéter gastado, pero al lado de él se encontraba un subterráneo, era un hada bastante atractivo como todas las hadas tenia la belleza de los ángeles,  era muy pálido de cabello castaño y ojos grises, observaba a Alec. Su Alec. con descaro, su mirada era penetrante y coqueta...y Alec estaba charlando animadamente con él. Magnus estaba en shock observando la escena desde el otro lado de la estancia, aunque el hada lo vio, cuando sus miradas se encontraron, la mirada de Magnus molesta y la del hada despreocupada, él le sonrió a Magnus de forma burlona... y tomo a Alec del rostro. Y lo beso. En los labios. Ahí fue cuando Magnus despertó de su trance, camino hasta llegar a la mesa en la que se encontraban su novio y el hada.

Alec ya se había separado del hada, con su cara llena de confusión, sonrojado y en shock, vio a Magnus y su rostro cambio a uno con un semblante preocupado, se había puesto pálido y abría y cerraba la boca sin llegar a formular las palabras. finalmente susurro su nombre-Magnus.

-¿Qué te hace pensar que puedes besar a MI NOVIO?-alzo la voz Magnus dirigiéndose a el hada.

-Tranquilo brujo, solo ha sido un beso, además debo admitir que tu nefilim es bastante atractivo-contesto. Magnus apretó los puños a los costados tratando de controlarse.

-Si vuelves a acertarte a él te enviare al infierno, y lo digo literalmente.

-Magnus-Dijo ALec tomándolo por el brazo.

Magnus se dio la vuelta y se alejo hacia la salida sin volver la mirada hacia atrás ni prestarle atención a las miradas inquisitivas de los invitados que se habían dado cuenta de la escena. Siguio caminando y no paro, escuchaba pasos detrás de él, Alec lo llamaba pero Magnus se limitaba a ignorarlo. Entro en una habitación y espero dentro unos cuantos segundos antes de que Alexander entrará y cerrara la puerta tras de sí.

-Magnus, por favor, no sabía que él haría eso, te lo juro que jamás te engañaría, yo solo te amo a ti-Magnus dio largos pasos hasta estar delante de ALec.-Magnus, por favor, háblame dime que me crees-suplico Alec. Magnus le tomo el rostro y lo beso de forma feroz, introdujo su lengua robándole el aliento a Alec, cuando se separaron ambos respiraban agitadamente.

-Tu eres mío y yo soy tuyo, no quiero que nadie te bese, nadie que no sea yo. Yo fui tu primer beso, tu primera cita, tu primera vez, tu primer todo. Pero no me conformo con ser tu primer amor ni tu primer todo, ¡Yo quiero ser el ultimo! y me mata pensar que alguien pretenda arrebatarme eso, que decidas salir con alguien más, que me dejes, ¡Yo te amo Alexander! he amado a muchas personas, no solo en una forma de pareja, sino a amigos, conocidos... pero a ninguno lo he amado como a ti. quiero que te des cuenta de lo que siento. Y no quiero que sientas lo mismo, quiero que quieras sentir lo mismo.

-Magnus-comenzó Alec- Jamás te dejare, no quiero estar con nadie más, solo contigo-Dice y me abraza con fuerza. Lo beso, pero esta vez de forma más lenta, disfrutándolo a él y al beso, demostrándole con eso todo lo que siento, todo lo que tengo, todo lo que le ofrezco y mostrándole algo que no le había mostrado a nadie...miedo, miedo a perderlo.-Deberíamos regresar a la fiesta-dice Alec.

-No nos extrañaran, además creo que esto fue obra del teñido, y si lo veo no responderé de mis actos.-Vuelvo a besarlo, le quito el suéter y la playera, lo recuesto en la cama que hay al fondo de la habitación.

-Magnus... Alguien puede entrar.-Chasqueo los dedos soltando chispas azules.

-Listo, ahora nadie podrá entrar... Ni salir.-Y después de eso beso su cuello, y el se entrega completamente a mí.