xiv.
Él era un espíritu libre. No puedes evitar que me vaya, le decía cuando las cosas se ponían feas. Y se iba, pero siempre volvía.
Hasta que un día no regresó.

xiv.
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Él era un espíritu libre. No puedes evitar que me vaya, le decía cuando las cosas se ponían feas. Y se iba, pero siempre volvía.
Hasta que un día no regresó.