joder, morire.

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Dios, sentía mis mejillas arder.
Tu igual puedes tenerme. Pense, pero sería muy zorra de mi parte decirle eso.

- podriamos ser amigos también.- idiota!, me tire a mi misma directo a la frienzone. Su cara cambió drásticamente, que buena manera de arruinar el momento.-

- bueno, si quieres.- trató de sonreír.-

- deberíamos empezar por intercambiar números, no?.-

- buena idea.-

Intercambiamos números para luego agendarnos. La tarde se fue volando sin darnos cuenta. Él debía volver a la tienda y pues, yo lo acompañaría aunque el se negara ya que tenía la tarde libre y quería seguir a su lado.

- cuéntame que paso!.- se lanzó huang directo a mi una vez que Yong había ido a otro lado de la tienda.-

- intercambiamos números!.- dije irradiando felicidad.-

- gran avanze.- dijo orgulloso.-

- si.-

Luego de conversar sobre diversos temas con huang, era hora de irme ya que estaba oscureciendo.

- oh, ya es tarde debo regresar a casa.-

- no es un poco peligroso que andes por ahí sola a esta hora?.- sonó preocupado.-

- si pero no vivo tan lejos de aquí, nada mas son unos 15 minutos caminando.- dije para intentar calmarlo.-

- espérame aquí.-

-esta bien...-

Pasaron cerca de 10 minutos y volvió junto a...Yong.

- bien Agatha, Yong te escoltara hasta tu casa.-

Ah, este maldito chino hara que Yong se aburra de mi.

- ¿qué?.-

- no me molesta acompañarte Agatha, así que vamos luego antes de que oscurezca mas.- dijo seco Yong, de hecho demasiado, y sonó mas a una órden. guiada por el miedo agarré mis cosas, me despedi de huang y salí junto a Yong.

Al momento de salir estaba ya anochecido, no creí que fuese tan tarde, quizás a Yong le molesta pero como es educado no lo admitirá nunca. No pude evitar sentirme mal, soy una carga para él y creó que se dió cuenta.

- agarrate de mi brazo.- me lo ofreció y yo hice caso omiso agarrandolo suavemente para no lastimarlo.-

- de verdad que no era necesario que me acompañaras....- tenía miedo de lo que pudiera decirme.-

- quizás no era necesario.- auch..- pero, lo quería hacer.- levante la vista para mirarlo.-

-¿porqué...?.-

- no lo sé, pero el tan solo pensar que podría pasarte algo estando sola en la calle a esta hora, se me revuelve el estómago. Es algo raro, no?, quizás sea porque eres como una hermana.-

Genial, de la frienzone pase a la familyzone. Maldita vida, como no se da cuenta de que no quiero ser su estúpida hermana.
Mi cara debió ser épica porque su mirada parecía preocupada.

- Agatha?, hey!, ¿estas bien?, te pusiste pálida.- tocó mi frente preocupado.-

- si...estoy bien..- dije en un susurro soltandome de su brazo y mirando hacía el horizonte.- puedo ir desde aquí sola...gracias Yong.-

Y sin más me fui dejándolo ahí con la duda, podría haber reaccionado mejor pero aún no lo proceso, ah, mi suerte es un asco.

Llegué a casa y me fuí directo a mi cuarto para despojarme de mis prendas y poner en su lugar un gran pijama cómodo. Fuí a la cocina a comer algo de cereal y me senté a la mesa sola. Aún con la mirada pérdida escuche sonar mi celular.
Huang. Pensé. Saqué el celular de mi bolsillo dispuesta a decirle que no quería hablar pero para mi sopresa no era un mensaje de huang.

My favorite sellerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora