Dos.

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Me volví esclava de mi mente,

sumisa ante la frialdad de la misma,

el futuro se nubla cada vez mas 

y ya no puedo creer en la esperanza.

Lo único que se con certeza es que tengo una pistola,

que tomare las balas y recargare el arma

y simplemente me mataré,

aunque tal vez te mate a ti primero;

tal vez te mate de un tiro limpio

o tal vez me explaye con tu dolor

hasta que vea un pétalo de rosa en el piso,

pero, bum, apreté el gatillo

y, paf, caí muerta

y tú, sigues viva

mientras la oscuridad

sustituye la ausencia de tu alma.

Y, ding,  tu cordura se balancea en el limbo

y, dong, se resbaló.

Terminó de sonar el timbre

y ella despertó.

Se rompe el tintero. #WorldInfinityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora