la llegada

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Estoy muy nerviosa, anciosa, desesperada,y podría decir muchos sinónimos más, pero creo que me entendéis, el vuelo tarda 5 horas en llegar y ya se me está durmiendo el culo en este asiento.
Por fin hemos llegado, no podía aguantar más, este aeropuerto es muy grande, me entusiasma la idea de conocer otro lugar, totalmente diferente al lugar donde me crié, este país es más cálido, en Canadá hace mucho más frío.
Por ahora vamos a alojarnos en un hotel, hasta que consigamos trabajo y podamos alquilar una casa un poco más acogedora.
Estamos tan cansadas que creo que por hoy solo vamos a dormir, ya mañana iremos a visitar los alrededores, para conocer un poco más el lugar donde pasaremos una larga estancia.

Acaba de amanecer, son las 8 de la mañana, ya el sol salió, que agradable es despertarse así, estoy mirando a Sam, si no fuera porque se que tiene un sueño profundo diría que esta muerta. Un poco más y se le cae la baba, me encanta mirarla dormida es muy graciosa, pero bueno esta ves no puedo dejarla dormir tanto como le gusta así que como se que llamándola no se va a despertar, pues sí, le voy a pegar con la almohada.

-¡Ayyy!,¿ porque me pegas?

-¿En cerio me lo preguntas?

-Bueno valee

-Bien, pues ahora arreglate que vamos a salir a dar una vuelta.

-Lo único que le pido a Dios es que hayan tíos buenorros, por favor.

- El primer día y como no, ya estás pensando en eso, porque será que no me sorprende.

Estamos recorriendo las calles de Miami, es busca de trabajo y para conocerlo todo.
Pero es muy difícil encontrar trabajo los restaurantes y los locales están a tope.
Por ahora creo que podremos tirar con el dinero que trajimos, aguantaremos como máximo un mes.

-¿y si nos vamos ya al hotel Peyton?, ya estoy cansada de recorrer esto, por hoy podemos dejarlo, además hace mucho calor.

Tiene razón hace mucho calor y no creo encontrar nada hoy.
Estamos en el hotel y ya es de noche, comenzó a refrescar ya no ay tanto calor, menos mal.
Algo bueno de este hotel es que no es muy pequeño, las habitaciones son grandes y lo mejor es el cuarto de baño, me enamoré, tiene una bañera de hidromasaje, es extremadamente relajante.

Ahora que tengo un poco de paz, estoy pensando en mi madre, ella está en Canadá, se que no llevo ni dos días aquí, pero ya la hecho de menos, ella y mi mejor amiga son las únicas que me entienden, saben que soy un poco tímida y en otros sentidos mas suelta.

¡Vaya!, ha pasado una semana, que rápido se va el tiempo, todavía no encontramos trabajo, pero no importa ya aparecera.

-¿Que te parece si salimos?

-¿ A donde Sam?

-Pues no se, ha alguna discoteca, ya verás será divertido.

-Esta bien, si te apetece.

-No puede ser, ¿también me has elegido un vestido?, yo no me pongo eso es muy corto.

- oh venga ya, ¡te llega por encima de las rodillas!

-Bueno, no se, ¿y este?

- Ese es de vieja, mi abuela se lo pondría ja, ja, ja. No seas anticuada.

- Pues nada, en tonces me pongo ese.

-¡Biennn!

- ¡Dios mío!, estas preciosa, te queda mejor que a mí.

- Tampoco es para tanto, me siento un poco incómoda y apretada.

- Lo normal, así estas bien, no te quejes tanto y vámonos ya.

Estamos en la discoteca, no me gusta nada, los tíos no paran de restregarse contra mi, me da asco, están sudados de tanto bailar.

-¡Sammm, me voy de aquiiii!

-¿Queee?, no te escuchooo.

- Que me voyyy, nos vemos en casaaa.

-Valee, aguafiestas, nos vemos luegooo.

Por fin salí de ese antro, ya me estaba asfixiando, estoy caminando un poco, ahora tengo frío, sólo llevo este vestido y mi bolso, necesito descansar.
Voy a entrar a ese bar, a ver si puedo sentarme y tomar algo.
Que alivio, ya me dolían los pies.
Acabo de mirar y alguien se va a poner a cantar, espero que nada extravagante.

Acaba de aparecer un chico, esta bueno y yo no me suelo fijar en esto, pero es la verdad, parece que tiene un abdomen perfecto, está con una guitarra,me llama mucho la atención, en Canadá no hay muchos chicos así.
Está cantando, su voz me parece angelical, siento que me abraza con cada letra de la canción, me siento identificada, cada ves me voy metiendo más en la canción, me parece perfecta como la persona  que la esta cantando.
¡No puede ser! , ya se acabó ni me he dado cuenta.
Se está levantando y caminando hacia la barra, muy cerca de mi.
Está pidiendo un simple vaso de agua, parece tener sed. Me pregunto como se llamará.

-¡Hola!

No puede ser me está hablando,no se que decirle voy a quedar como una tonta.

-¡ho, hola...!

-¿La primera ves que vienes por aquí no?

-¡Sii, de hecho me mudé hace poco!

-¡Vaya! , pues encantado. Mi nombre es Shawn mendes, y tu ¿cómo te llamas?

-Me llamó Peyton, pero me puedes decir Pey.

- Encantado Pey, yo suelo tocar aquí todos los días, es el bar de mi padre.

-Que suerte, yo no tengo ni siquiera trabajo, me está siendo difícil encontrar.

- ¿En cerio?, pues aquí me parece que hace falta una camarera, si te apetece puedes hablar con mi padre y que te haga una prueba.

-Eso seria genial, muchas gracias.

-Ven mañana si te apetece, voy a cantar.

Le estoy sonriendo como una idiota, ¡que alguien me paré por favor!.

-Bueno, me tengo que ir, hasta mañana.-Me dice guiñandome un ojo.

-Ha, hasta mañana.

¿Que coño ha pasado?,¿ de verdad he estado hablando con ese tio?
Es la primera ves que se me acerca un tío tanto, aunque bueno sólo se acercó para pedir agua en la barra, pero el caso es que me habló, estoy flipando. Deja que se lo cuente a Sam, no se lo va a creer.

Contigo Es DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora