Sé que ya no estás conmigo, y que probablemente no nos volvamos a ver en un buen tiempo, pero espero que algún día nos volvamos a encontrar.
No pasa un día en el que no piense en ti. Rompiste mi corazón cuando descubrí que el tuyo estaba destrozado. Pero era demasiado tarde.
Dios, desearía que no lo hubieras hecho. Desearía que estuvieras aquí, conmigo. Lamento ser tan egoísta, pero no puedo evitar añorarte.
Quiero que sepas que nunca me olvidaré de ti, y que aunque este puñado de palabras sea nada comparado a lo que me enseñaste, son lo mejor que puedo ofrecerte y las escribí con toda la sinceridad del mundo.
Enero cada vez duele un poco menos; porque aunque un año inicie, sé que tú terminaste.
Pero lo que no terminó aún fue tu impacto. Sobre mí, sobre todos tus seres queridos.
Lamento no haber preguntado.
Lamento no haber puesto la suficiente atención.
Lamento haber estado tan concentrada en mis problemas que ni siquiera me tome la molestia de ayudarte con los tuyos.
Lo siento.
Aún te espero.
Nos vemos luego, Jess.
Besos,
Lenna.
