Capítulo 1

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Capítulo 1:

Mire por última vez la puerta de entrada y salí corriendo, sabía que si mi hermano me pillaba no me dejaría ir a la fiesta, al menos no sin él.

Y yo quería ir sola, por una vez, con mis amigos y disfrutar, sin tener a nadie vigilándome. Solo tenía 19 años, por el amor de dios.

Me pare delante de un portal y mire mi reflejo, necesitaba con urgencia un cambio de look, algo que hiciera que dejase de parecerme tanto a mi hermano.

-Quizá debería teñirme de rubia

-Sí, claro, como que te va a quedar bien-miré por el portal y sonreí

Detrás de mí, enganchado a mi cintura, estaba mi mejor amigo, Dani. Él siempre había estado conmigo, desde que tenía uso de razón. Mi hermano siempre bromeaba diciendo que lo primero que vi al abrir los ojos fue la cara de idiota de mi amigo y que a partir de ese instante no fui capaz de separarme de él.

-Quien sabe-dije girándome-si no lo pruebo nunca sabré si me quedara bien o no.

-Ya te digo yo que no, el rubio te hará ver más tonta de lo que ya eres-dijo sacándome la lengua mientras caminaba hacia atrás.

-Ahora entiendo porque tú eres tan tonto entonces.

Él solo me saco la lengua y siguió caminando, como si yo no estuviera con él. No pude evitar reírme de su comportamiento infantil mientras le seguía.

Lo cierto es que mi hermano tenía razón, no podía recordar un día en el que Dani no estuviera, ya fuese con sus momentos buenos o malos, pero él siempre estaba ahí para hacerme sonreír.

Corrí hasta él y salte encima de su espalda y así caminamos hasta la casa donde se iba a celebrar la fiesta. Una vez allí saque mi móvil para llamar a mi amiga que debía estar dentro ya. Nos acercamos a unas mesas que habían colocado simulando una barra y mientras Dani pedía yo daba saltitos entre la gente para buscar a Aida.

-¿La ves?

-No, yo creo que se ha perdido porque no es tan grande la barra para no encontrarnos.

-Igual se ha entendido de quedar en otro sitio-dijo encogiéndose de hombros y dándome mi bebida.

Di un trago a mi bebida y seguí buscando a mi amiga, había un montón de gente en la fiesta, no pensé que fuera a venir tanta gente y más haciéndose otra fiesta mañana en mi barrio.

-Oye Dani, espérate aquí, voy a buscarla, si llega y no he vuelto hazme una perdida.

Empecé a caminar en busca de Aida, mirando en cada rincón del enorme lugar pero era como si la tierra se la hubiera tragado y empezaba a preocuparme un poco. Era raro que me hubiera contestado al mensaje y después no apareciese por ningún lado. Me deje caer en un sillón que había cerca, estaba cansada de buscarla, y saque el móvil para enviarles un mensaje a los dos y decirles que vinieran.

-¿Tan poco me quieres que ya te has cansado de buscarme?-dijo alguien en mi oído mientras se colgaba en el respaldo del sillón.

Me gire y vi a Aida enganchada y detrás de ella estaba Dani, con dos copas en la mano y una sonrisa en la cara.

-Yo sí que la he encontrado.

-Oh…Pues bien por ti-le quite una de las copas que llevaba y bebí-Si no fuera tan despistada y viniera donde tiene que venir no tendríamos que buscarla.

-¿Entonces qué sentido tendría la vida?-pregunto ella mientras se dejaba caer y se sentaba con medio cuerpo encima de mí y el otro en el apoyabrazos del sillón.

Suspire y le di un beso en la mejilla, Dani se sentó en el otro lado del sillón. Me sentía bien, feliz, por una vez en mi vida había sido capaz de escaparme de mi hermano y venir a disfrutar con mis amigos y tenía que aprovecharlo, no sabía cuándo podría volver a hacerlo.

Me levante del sillón, les cogí de la mano y les arrastre hasta la pista de baile, porque una fiesta sin baile no era fiesta.

Llevábamos cerca de hora y media bailando y los pies amenazaban con romperse a pedazos si no les daba un descanso, les hice una seña para indicarles que iba a por algo de beber y volvía enseguida.  

Mientras caminaba hacía la barra fui fijándome en la gente que había allí, no conocía a casi nadie. Salvo algunas personas de clase y de mi barrio todos los que había allí eran desconocidos.

Llegue a la barra, pedí tres cervezas y mientras las servían seguí mirando a la gente, iban a su rollo, bailando, bebiendo, riendo…Lo normal que hace un grupo de jóvenes en una fiesta. Y entonces le vi, cuando gire mi cara para coger las cervezas le vi, caminaba hacía la barra, seguido de dos chicas y un chico, como si fuera a comerse el mundo.

Me miro, sonrió y me guiño un ojo mientras pedía algo para beber. Había algo en ese chico que no me gustaba nada y al mismo tiempo esa parte hacía que sintiera curiosidad, curiosidad por saber quién era.

-Hola-dijo él mientras esbozaba una perfecta sonrisa.

-Ho…Hola-dije tartamudeando mientras cogía las cervezas.

Le pague al chico y mientras le dedicaba una última mirada empecé a caminar hacía mis amigos.

Un último deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora