Capitulo 9

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Capítulo 9:

Narra Kayls

El coche seguía moviéndose, no sabía el tiempo que había pasado y tampoco me importaba ahora mismo.

Miré a mí alrededor y todos dormían. A mi lado estaba sentada Aida, abrazándome y con la cabeza apoyada en el hombro de Liam, este dormía con la cabeza apoyada en el cristal del coche, delante de mi estaban Andrea en el asiento del copiloto,  encogida en el asiento. A su lado, Harry iba conduciendo con la vista fija en la carretera, parecía realmente concentrado.

-Buenos días-dijo sonriéndome.

Yo le ignore, después de secuestrar a mi amiga, tenernos como nos tenían allí y ahora meternos en un coche hacia dios sabe dónde, ¿y aun quería que le hablase?

Él no se inmuto y siguió conduciendo hasta parar en un área de servicio, me hizo bajar y cerró el coche, dejando a los demás durmiendo en el coche. Me cogió de la mano y caminamos hasta el restaurante.

-¿Qué quieres comer?

-No tengo hambre.

-Kayla… ¿Qué quieres comer.

-Nada.

Pude notar como la vena de su cuello se hinchaba, por una parte me sentí orgullosa y a gusto y por otra tuve miedo. Él se limitó a coger una bandeja y poner dos platos y dos botellas de agua. Una vez pagado nos sentamos en una mesa y puso uno de los platos delante de mí.

-Come

-¿Para qué?

-Porque si no comes te pondrás mal.

-¿Y que más te da a ti? Solo soy una persona secuestrada.

-Mira Kayla, no estas secuestrada.

-¿Qué no? ¿Y porque no me dejaste irme con Álvaro?-le interrumpí.

-No pienso dejar que te vayas con ese

-¿Por qué? ¿Qué más te da a ti?

Lanzo un suspiro, se levantó de la mesa y cogiéndome de la mano me arrastro hasta el baño, nos metimos en el baño de hombres y cerró la puerta, evitando que pudiera entrar nadie más.

-¿Qué coño hacemos aquí? ¡Déjame ir!

-No grites, van a pensar que te tengo secuestrada-dijo bromeando.

Empecé a hiperventilar, estaba poniéndome nerviosa y unas ganas enormes de matarlo se estaban apoderando de mí. Iba a decirle que era un gilipollas y darle unas cuantas ostias cuando me empotro contra el lavamanos y me beso.

No entendía nada, era la segunda vez que me besaba y las dos veces habíamos discutido antes. Paso su lengua por mi labio inferior, pidiendo permiso para introducir su lengua, permiso que denegué. No pensaba dejarme ganar, no tan fácilmente.

Él sonrío, creyéndose superior, puso sus manos en mi culo, impulsándome hacía arriba y me sentó encima del lavamanos. Yo abrí la boca de la impresión, momento que el aprovecho para introducir su lengua.

No pude resistirme más y empecé a contestar al beso pero en ese instante su móvil sonó.

-¿Quién es?...Si, estamos dentro comiendo algo…Si, vale, ya salimos… Vigila a tu alrededor Liam, no me fio, debe estar siguiéndonos.

Poco después colgó, me miro y soltándome camino hacia la puerta. ¿Cómo podía tener tanto morro? ¿Después de todo y me dejaba así?

-¡Eres gilipollas!-grite bajando y cruzándome de brazos-¡Contéstame!

-¿Qué quieres que te conteste?

-¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué no puedo irme con Álvaro? ¿Por qué?

-Porque no quiero que estés con ese-dijo acercándose a mí.

-¿Por qué?

-Porque te quiero solo para mí-me atrajo hacia él y me beso-Y ahora nos vamos.

Camine detrás de él, estaba en estado de shock, me hubiera esperado cualquier cosa menos eso. Paramos y compramos algo de comer y beber para los demás. Salimos a la calle y nos dirigimos al coche, allí dentro, esperaban los otros tres, no tenían muy buenas caras.

-¿Por qué no nos has despertado?

-Porque tenia otros planes en los que no podías participar-lanzo una bolsa en el regazo de Andrea y seguimos la marcha.

-¿Por qué os lleváis tan mal con Álvaro?-

No pude contener más la pregunta, pero nadie contestaba. Liam y Andrea se miraban entre ellos y luego a Harry, sin decir nada más.

-Porque somos rivales.

-¿Rivales de qué?-pregunto Aida mirándome extrañada.

Liam señalo su cintura, donde descansaba su pistola, para hacernos entender a que se refería con rivales. Mis ojos se agrandaron tanto que pensé que se me resecarían y saldrían de la cara.

-Eso…Eso es imposible-Mi hermano no podía ser un criminal como ellos.

-No es imposible, él domina toda la parte oeste de la ciudad y Harry la parte este.

-¿Nunca te ha contado tu novio las cosas que hace? –pregunto Harry burlón.

-No…Mi hermano no puede ser como vosotros, él no.

Un último deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora