Embarazada de mi mejor amigo. |

Capítulo 75

Caroline se había ido furiosa por mi “comportamiento” si claro, ahora era la buena de la película ¿no es verdad? Solo me alegro mucho de haber grabado aquel video; sin el mis planes jamás se hubiera realizado, además seamos honestos nadie más seria perfecta para el papel de “amante” como Caroline. Caminaba con una sonrisa en el rostro, esto no podía ser más perfecto, Liam no sabía lo que se le avecinaba y yo me aseguraría personalmente de que fuera algo completamente dañino para él. Jamás debió haberse metido con lo mío y Judith es solo mía.

Aliviado entre a mi auto, lo encendí y eche a andar rumbo a mi casa, desde ahora me alejaría un tiempo de Judith, sería lo mejor, así yo tendría mucho más tiempo para planear mi siguiente jugada.

Judith Pov’s

Caminaba muy animadamente junto con Liam, teníamos nuestras manos entrelazadas, miraba a todos lados, en ese momento nos encontrábamos en el parque ya que no sabía qué hacer y pues a él se le ocurrió la magnífica idea de venir a pasear.

La brisa fría del otoño se hizo presente produciendo un terrible escalofrió el cual fue rápidamente reprimido por el calor corporal de Liam; segundos después lo mire con una sonrisa y este me miro negando con la cabeza a la vez que sonreía.

-Te dije cariño que te pusiera un abrigo, El día esta algo cálido pero de vez en cuando pasa un frío que… uff te lo encargo, pero bueno no me quisiste hacer caso y ahora estar totalmente congelada. –Suspiro- ¿Que no harías sin mi cariño? –Comento dramático

-Pero yo quiera que tú me calentaras, fue por esa razón que decidí venir un poco más desabrigada —Dije con voz de niña pequeña pero a la vez siendo totalmente sarcástica.

Liam enarco una de sus cejas un tanto divertido, me había descubierto, en realidad me conocía demasiado bien y a el jamás le podría mentir en algo porque de inmediato se da cuenta de lo que hago o digo. Él no es como Harry, él aunque fuera mi mejor amigo a veces muy rara vez se daba cuenta de que mentía pero en cambio Liam no, siempre se daba cuenta ¿Por qué Harry no pudo ser tan perfecto como Liam? ¿Por qué el no pudo ser así de cariñoso? ¿Así de preocupado? ¿Por qué cuando volvió de pronto sentí esas ganas de correr y besarlo?

Tal vez si lo hubiera hecho estando solos, luego de claro haberlo golpeado por dejarme sola, lo hubiera perdonado como una tonta y también lo hubiera perdonado si en este momento no hubiera estado con Liam, si yo no lo hubiera conocido a él yo en este momento estaría con Harry, no sería Liam al que en estos momentos estaría abrazando, no sería al que estaría besando y no sería el a quien le dijera “te quiero” no sería Liam si no lo hubiera conocido, pero me alegro un montón de haberlo conocido por que ahora él… él era la persona correcta para mí y de eso estaba segura.

Liam tal vez no tenga los ojos color verdes, tal vez no tenga aquellos pequeños lunares en su rostro y tal vez no tuviera el cabello castaño con unos hermosos rulos ni ese cuerpo completamente ejercitado, ni mucho menos esa voz total mente ardiente que con solo n “hola” me vuelve loca. No, no tenía aquello, bueno pudiera ser que el físico si pero vamos, nadie sería totalmente parecido a Harry.

Se supone que cuando él se fue yo debería haber seguido adelante y por un tiempo lo hice pero cuando el decidió volver a aparecer todo cambio y cambiara, no lo sé, no sé con qué exactitud pero estaba segura de que lo haría.

-Y te sigo hablando y me sigues ignorando, Judith no me estas escuchando ¿Qué sucede? ¿Por qué de pronto estas tan pensativa?

Parpadee un par de veces y me voltee a ver a Liam, mire sobre su hombro y luego a mi alrededor; ya no estábamos caminando. No sabía cuándo ni tampoco el como pero ahora estábamos en un puesto de Hot-dog, Liam me estaba hablando y yo no me había dado cuenta, bueno… no hasta ahora.

-Perdón Liam, estaba totalmente concentrada en mis pensamientos y no me había dado cuenta de que cosa era lo que me estabas hablando, enserio perdón –repetí nuevamente ya que vi que se había molestado un poco

-Tranquila lo entiendo bien, entonces ¿con que quieres tu Hot-Dog? ¿Con mayo, mostaza, o Kétchup? –Pregunto el mirando hacia el frente cada producto analizando.

No me gustaba la mostaza, había también Aji en polvo pero tampoco, también estaba la salsa de tomate (acá en chile es Kétchup para las que no conozcan) pero tampoco era de mi agrado así que opte por lo que siempre me había gustado

-Pues solo quiero mayo, nada más –sonreí complacida cuando me entregaron mi Hot-Dog

Antes no tenía absolutamente nada de hambre pero cuando vi aquel perro caliente mi estómago rugió.

Caminamos un poco hasta poder sentarnos en una banca y comer tranquilos, casi había anochecido pero aún quedaban unos pocos rayos de sol que nos estaban acompañando en estos momentos.

Le di una pequeña mascada a mi Hot-dog y luego tome un sorbo de bebida; sentí la mirada de Liam sobre mí, lo mire y este rio haciendo que yo frunciera el ceño ¿Por qué se reía?

-¿Qué es tan divertido? –Le pregunte un poco molesta

-Nada, nada –dijo él y volvió a reír. 

Bien esto no me estaba agradando para nada

-Liam “cariño” si no me dices el porqué de tu risa me enfadare y no te hablare por una semana completa, y tú sabes perfectamente que si soy capaz de cumplir mi palabra –Le di otra mascada a mi Hot-Dog y lo mire seria

-Oh perdón pero Judith deberías aprender a comer

Oh bien, eso sí que me había molestado, tome un sorbo de mi bebida y me pare, Liam paro de reír y se paró también imitándome mi acto; Agarro su bebida junto con la mía y la lanzo al basurero

-¡Hey! Aun me quedaba. –Dije frustrada.

Tomo un trozo de servilleta, se acercó a mí y comenzó a limpiar mi mejilla y ahí había comprendido todo. Su “Deberías aprender a comer” era porque sencillamente me había ensuciado toda la cara. Me sentí culpable por que yo me había enfadado por una completa estupidez, lo mire y mis ojos comenzaron a cristalizarse ¿Por qué estaba tan sensible? ¡Demonios! Odiaba estos típicos efectos secundarios del embarazo.

Tire mi Hot-Dog al basurero y abrase a Liam para luego soltarme a llorar

-Cariño, oye… cariño tranquila ¿Ya? Tranquila –Me consolaba él.

Vuelvo a decir lo mismo de denante, él era totalmente perfecto, jamás cometía errores. Liam… él era perfecto, completamente perfecto.

Aunque lo cierto era que nadie nunca sería Perfecto, todos cometemos errores.

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