El vuelo fue tranquilo, aproveche las horas de viaje para dormir un poco y despejar mi mente. Desde el aire el paisaje era muy bonito, después un rato la voz del capitán nos avisó que estábamos próximos a llegar. Cuando descendí del avión sentí una suave brisa que fue muy agradable me dispuse a ir a recoger mis maletas y Salí para buscar un taxi.
Después de que esperara aproximadamente 10 minutos por uno, un señor muy amable me atendió y me ayudo a subir mis maletas al auto; y en un perfecto francés le dije que me llevara al hotel, durante el recorrido me la pase viendo por la ventanilla a las personas que pasaban, los lugares eran muy hermosos, en mi país Colombia no se veía nada así todo era completamente distinto.
Al llegar al hotel fui a recepción y le dije a la mujer que atendía mi nombre y la reservación que Andrea había hecho el día anterior , esta observo en su computadora y me dio el número de la habitación , me dirigí al ascensor y marque el piso numero 23 al bajar busque la tarjeta para poder abrir la puerta y me adentre en ella , no me podía quejar Andrea había buscado un buen hotel era elegante y muy moderno .me senté en un hermoso sillón que había en la mitad de la habitación y mire por la ventana .decidí darme un baño y después ir a almorzar en el restaurante del hotel ya que a las dos de la tarde tenía una reunión pendiente .a lo que termine prepare los debidos documentos y me dirigí hacia la dirección que me había dado alvaro unas horas atrás , a lo que llegue me adentre y le pregunte a una señora que donde estaban reunidas las demás personas para la reunión ella muy seriamente me respondió:
-puede esperar en la sala de juntas, que está situada a mano derecha recorre el pasillo y cruza a mano izquierda
-gracias le dije cortante
Hice lo que me dijo y efectivamente allí estaba yo sentada y esperando que alguien cruzara aquella puerta, aquella oficina era realmente hermosa con grandes ventanales y una vista espectacular de la ciudad después de esperar varios minutos que para mí fue una eternidad apareció EL desde esa puerta su deslumbrante figura me estremeció por un momento pensé que era un sueño pero una voz me bajo de mi ensoñación
-señorita está usted bien, me dijo aquel hermoso hombre
-¿ehhh como decía?... fue la única frase que pude articular
-le decía que si se encontraba bien – ehh si cla…claro en per…perfectas condiciones hice una forzada sonrisa que salió como una mueca, en ese momento mi cabeza decía pero que tonta eres aquel hombre pensaras que eres una tartamuda que no sabe ni articular una frase tan simple como –claro que si o bien y tú, pero noo tenías que tartamudear qué vergüenza! Estaba imaginándome un retrato mío con las mejillas sonrosadas como el color de un tomate ese era mi mayor defecto, que cuando me encontraba en una situación incómoda me sonrojaba fácilmente.
Él se me quedo mirando por largo rato analizando cada uno de mis movimientos, parecía tan relajado como si la situación a él no le afectara en lo más mínimo, en cambio yo por el contrario me debatía en una lucha interna pensando ¿será que le causo demasiada gracia mi comportamiento? O ¿hice algo mal ?pero claro que hiciste todo mal quedaste en ridículo me respondía mi subconsciente.