QUIERE ENTRAR

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Los golpes suenan contundentes, inapelables, sacudiendo la puerta. Me estremezco. El cristal de las ventanas amenaza resquebrajarse ante el embate de su furia inconmovible. No va a quedarse fuera. No lo hará, sé que no.
Con el miedo por baluarte me acurruco entre recelos, amparada por las sombras que nacieron necesarias para ocultarme de la Infamia que reina fuera de mi claustro. Y quiere entrar.
Recuerdo los golpes, la ira y la incertidumbre. Rememoro las caídas, los caminos, las derrotas y la luz que perseguía al final de mi camino. Cada nuevo amanecer...las esperanzas. Sueños robados o escondidos. Todo ha vuelto a mí, a la morada que construí sobre el último fracaso.
Sobreviviendo.
Sacudiendo el polvo al levantarme una y otra vez, impelida siempre por el hálito que se anhela más allá del dolor que te demuele.
--¡No vuelvas! Por favor...no ¡Déjame en paz!- Aúlla el desgarro de mi voz silente cautiva del pánico inenarrable a su retorno.
--¡Quédate fuera! Permíteme morir con dignidad...te lo ruego. – Se quiebra en lágrimas el sollozo de la súplica.
Impulsada por el férreo instinto de supervivencia que aún me habita, me precipito con todas las fuerzas que alcanzo a reunir contra esa puerta que hasta hoy fue seguro y barrera. Hoy vapuleada por el lóbrego instinto maldito que me busca sin piedad ni conmiseración alguna. Aún antes de llegar a ella, un vendaval descabellado destroza su firmeza tumbándola inerte sobre el polvo de hadas que recubre el suelo en el que existo.
Y me avasalla...
Dolor, duelo, impotencia, sangre y muerte violentaron esa puerta, robándome el último aliento. Ya no pude contenerla.
Ha llegado a mi morada y besado el desconsuelo con el filo de su impiedad.
Muero. Es el último recurso.
La realidad ha ganado la batalla.

MARCELA ISABEL CAYUELA
Abril 2016 – Argentina
(Derechos Reservados)

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TRANSITANDO SOMBRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora